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Los Piratas se lanzaron al abordaje
y capturaron el clásico cordobés

Belgrano venció 1-0 a Talleres con un gol de Brusco a 15 minutos del final, poniendo justicia en el resultado. Hubo 25 mil personas.

Obolo y Sotomayor disputan
la pelota, como toda la tarde.
Belgrano se quedó con un clásico
más peleado que jugado.

Los Piratas se lanzaron al abordaje del clásico cordobés y capturaron la victoria a 15 minutos del final, con un gol de Sebastián Brusco. Belgrano venció a Talleres y con esos tres puntos le dio, por el momento, alcance a Argentinos en la lucha por escapar de la zona de descenso. Hubo 25 mil personas en el Estadio Olímpico, con populares a 12 pesos.
El equipo de Carlos Ramacciotti fue muy superior a su rival en cuanto a dominio territorial, pero tuvo problemas en la definición. Pero faltando un cuarto de hora para terminar el encuentro, Brusco recibió un rebote de Mario Cuenca, luego de que el arquero tapara una entrada profunda de Mauro Obolo, destinatario de una maniobra que preparó Matías Arce por el lado derecho, y sacó un remate cruzado que los defensores de Talleres no pudieron rechazar.
En la tabla de los promedios es Banfield el que sigue en el último lugar y un escalón arriba quedaron ahora Belgrano y Argentinos, aunque los de Paternal deben afrontar hoy una exigente visita a Colón de Santa Fe. Talleres comparte con Banfield el fondo de la tabla.
En el primer tiempo Belgrano manejó el trámite en forma casi absoluta y lo hizo con criterio, pero careció de la puntada final, por eso el parcial terminó sin goles. Arce fue la figura, buscando los claros y ocupándose de la distribución, ayudado por la presión que ejerció Grana en la mitad de la cancha y la movilidad de Desagastizábal, especialmente por el costado derecho del ataque.
Talleres sólo mostró su firmeza en el sector central de su defensa, pero el equipo por lo general recurrió a faltas reiteradas y así perdió a Carrizo en la mitad de la cancha, expulsado a los 20 minutos. Carrizo se descontroló y le aplicó un planchazo tremendo a Arce.
Los últimos minutos fueron intrascendentes, pero Belgrano fue superior y mereció irse en ventaja. Lo mejor que hizo Talleres fue proteger a Cuenca por el aporte de Gustavo Lillo y el de sus marcadores centrales Maidana y Sotomayor.
En el segundo tiempo el juego había sido deslucido hasta el gol porque Arce y Desagastizábal bajaron su rendimiento, aunque Grana continuó con su tarea incansable para ponerle límites al rival. A Belgrano le volvió a faltar precisión y profundidad, hasta que Arce reapareció en escena y elaboró la acción que terminó con la única paridad que quedaba, la que se registraba en el marcador.

 


 

VELEZ IGUALO 1-1 CON ESTUDIANTES
Cómo usar la cabeza

Vélez y Estudiantes protagonizaron un entretenido empate, anoche en Liniers. El equipo local, que se había puesto en ventaja, sufrió dos goles en apenas cinco minutos antes de terminar el primer tiempo. Con este resultado, el conjunto que dirige Edgardo Bauza suma 16 puntos, uno menos que el equipo de La Plata. Todos los goles llegaron tras centros...
El partido era movido y disputado, pero le tocó a los velezanos abrir la cuenta. Poco antes de la media hora, un centro desde la derecha fue conectado por Roberto Nanni en el punto del penal, y el cabezazo se clavó cerca del palo izquierdo de Misetich, a media altura. Parecía que Vélez tenía asegurada la noche.
Pero en cinco minutos, Estudiantes le aplicó un interrogante a la intención de los locales. Primero, con un corner que llegó desde la derecha, para que el goleador estudiantil, Ernesto Farías, se anticipara a su marcador y la introdujera en el ángulo superior izquierdo de Sessa, que solo atinó a mirar.
Al ratito, el chileno Alejandro Osorio envió un centro también desde la derecha, Sessa perdió en el salto y la pelota dio en Fuentes, que entraba marcando a Farías, para meterse en la valla. En cinco minutos y con un gol en contra, Estudiantes pasaba a ganar, de manera inmerecida, 2-1. Vélez se mandó con todo en el complemento, y allí Fuentes tuvo oportunidad de enmendar su falta, cabeceando un corner que venció las manos de Misetich y se transformó en el empate.

 

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