Por
Raúl Dellatorre
La
eliminación de los planes de competitividad selló el pase
a la oposición al modelo de los sectores empresarios que hasta
hace menos de una semana pretendían ver una faz heterodoxa
en el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Sin llegar a proponer
una alternativa, que sí haría en las próximas horas,
el recientemente conformado Núcleo Nacional analizó
ayer la suspensión de beneficios fiscales genéricamente
anunciada por Cavallo el último domingo y las consecuencias que
se derivarán de ella: aumento de la recesión y la desocupación.
La Asociación de Fábricas de Automotores, Adefa, advirtió
que la eliminación de los planes de competitividad producirá
un grave daño al sector, en el que ayer mismo la italiana
FIAT anunció el cierre de la planta de Iveco (camiones) y la reducción
al mínimo de la producción de automóviles. El conjunto
de entidades representantes de la pequeña y mediana empresa, a
su vez, convocó a una movilización para mañana a
las 15 horas para repudiar el plan económico y reclamar otro que
aliente el trabajo y la producción.
Durante el encuentro concretado ayer por la tarde en la sede de la UIA,
el Núcleo Nacional (ex Grupo Productivo ampliado) realizó
una durísima crítica a la gestión del titular del
Palacio de Hacienda y se puso en tela de juicio la capacidad del gobierno
nacional para hallarle una salida a la crisis. José Ignacio de
Mendiguren, titular de la UIA, señaló al terminar el mismo
que es casi inexplicable que ahora se diga que se puede prescindir
de los planes de competitividad, contrariando inclusive las mismas
medidas que la conducción económica defendía hasta
hace una semana.
Creemos en la necesidad de mejorar la competitividad y alentar a
la exportación, pero no vemos que el Gobierno tenga suficiente
credibilidad como para poder ir a una flotación cambiaria,
ejemplificó, a su vez, ante Página/12 Mario Llambías,
vicepresidente de Confederaciones Rurales, al terminar el encuentro. Conforme
a la cotización de pizarra de ayer en las casas de cambio, la libre
flotación del dólar equivaldría, en lo inmediato,
a una devaluación del orden del 15 al 20 por ciento. Pero esa sensación
de incertidumbre y falta de credibilidad a la que aludió Llambías
hace impredecible lo que pudiera suceder en los días posteriores.
Los gestos de confrontación con el Gobierno abundaron durante el
encuentro. La figura y las actitudes personales de Cavallo centraron los
principales cuestionamientos del encuentro de la víspera. Por turno,
Confederaciones Rurales, la Cámara de la Construcción, Abappra,
la UIA y la CGT dialoguista (Rodolfo Daer) fueron describiendo las preocupaciones
de sus respectivos sectores, principalmente por las perspectivas de mayor
recesión y peligro de inviabilidad de muchas empresas al dar por
caído el salvavidas de los beneficios fiscales de la competitividad.
Incluso, Daer recogió manifestaciones de apoyo y solidaridad cuando
ratificó el paro de actividades para el próximo jueves.
Tras ese análisis sectorial, los dirigentes presentes coincidieron
en su sorpresa por la forma en que se manejó el Gobierno en este
último fin de semana, y por la forma en que, al regreso de su viaje
a Washington, Cavallo anunciara una serie de medidas no sólo ignorando
la opinión del Congreso sino también la del resto del gabinete
nacional.
Sin embargo, no todo es oposición en el Núcleo Nacional
con respecto al Gobierno. El encuentro de ayer estuvo precedido de una
cena en casa del titular de la UIA, que compartieron varios de los presentes
ayer con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Este hecho, además
de la activa presencia de Enrique Olivera en el nucleamiento como presidente
de Abappra (bancos públicos y privados nacionales) y del Banco
Nación, fue configurando una postura que mantiene abierto canales
de diálogo fluido con un sector del Gobierno. Incluso, no niegan
que esta suerte de alianza con la franja política menos
comprometida con el cavallismo les servirá de dique para frenar
el avance de sectores ultraortodoxos sobre el Gobierno. Hoy, la figura
del banquero y ex diplomático Emilio J. Cárdenas aparece
como el símbolo de dichos sectores, y de la pretensión
de preservar los privilegios obtenidos con el actual modelo.
Los integrantes del Núcleo Nacional se prometieron mutuamente mantener
contactos permanentes en estas 48 horas, con la posibilidad de volver
a reunirse mañana o el viernes a más tardar, tras la jornada
del paro. En esa oportunidad, según lo planeado ayer, se elaborará
un documento con propuestas alternativas. Allí se pondrá
el eje en medidas de mejora de la competitividad para el sector productivo,
el aliento a la exportación y al consumo y la fijación de
reglas que permitan a los bancos de capital local competir en condiciones
de igualdad con la banca extranjera. Medidas que, tibiamente, Cavallo
asumió como propias hasta no hace mucho pero que abandonó
casi sin pestañear en un ir y venir a Washington.
Cárdenas,
candidato a Economía
Con
las versiones de inminente renuncia de Domingo Cavallo retumbando
con fuerza creciente, en la city se especula sobre su sucesor. El
candidato del establishment financiero es el vicepresidente del HSBC,
Emilio Cárdenas. Su nombre viene siendo mencionado desde hace
tiempo, pero cerca suyo ayer aportaban una novedad importante: ahora
estaría dispuesto a asumir. Para que Cavallo se vaya
lo van a tener que echar. Pero para echarlo, De la Rúa primero
tiene que encontrar un reemplazante. En este momento Cárdenas
sería el único que aceptaría el desafío,
confió a Página/12 un colega del banquero. De llegar
al Palacio de Hacienda, lo que cabe esperar es una dolarización
inmediata. En la pelea que se da por estos días entre los empresarios
del sector productivo que piden la devaluación y los del sector
financiero que quieren la dolarización, que De la Rúa
integre a Cárdenas a su gabinete implicaría dirimir
la disputa en favor de los segundos. Cárdenas es uno de los
principales lobbistas de la banca extranjera, junto a Manuel Sacerdote
(del BankBoston) y Guillermo Stanley (del Citibank). Entre los antecedentes
de este abogado figura su trabajo como asesor de Roberto Dromi, cuando
éste era ministro de Obras y Servicios Públicos de Carlos
Menem, para las privatizaciones de ENTel y de las compañías
de energía. Junto a los rumores sobre el pronto ingreso de
Cárdenas al Gobierno se repitieron ayer las versiones sobre
los deseos de Daniel Marx, viceministro de Economía, de dejar
su cargo. Marx se quiere ir y no hay que descartar que lo haga,
dijeron a Página/12 allegados al funcionario. |
CAIDA
DE ACCIONES Y MENOR PRESION SOBRE EL DOLAR
Una
jornada para respirar
Las
acciones cayeron 7,6 por ciento y puede considerarse una buena noticia.
La baja se explicó por la menor percepción de los financistas
a una posible devaluación: con la caída, la diferencia entre
el valor de las acciones (se pagan en pesos) y los ADR (certificados que
cotizan en Nueva York en dólares) cedió del 25 al 15 por
ciento promedio entre el viernes y ayer. Esto significa que los inversores,
que cuatro días atrás apostaban a una devaluación
del 25 por ciento, ayer creían que sólo treparía
al 15 por ciento.
Aun cuando los movimientos en el recinto no dejan de ser netamente especulativos,
lo cierto es que los financistas recibieron con beneplácito la
reapertura de las negociaciones con el Fondo Monetario. La mayor calma
financiera se percibió en las casas de cambio, donde el dólar
se vendió entre 1,07 y 1,10 peso, frente a 1,25 del viernes. La
disminución en el riesgo de devaluación no se percibió
en Uruguay, donde el peso argentino se devaluó 30 por ciento entre
el viernes y ayer. En las casas de cambio de Montevideo, el peso se cotizó
a 14 pesos uruguayos para la venta (igual a un dólar) pero a 7
pesos uruguayos para la compra al público.
A su vez, en la city siguen con atención los vencimientos de la
deuda. Ayer comenzó una semana clave. El Día D
será el viernes, cuando se deben abonar 909 millones de dólares
por el vencimiento de Letes y de diversos bonos globales. Al respecto,
la percepción de los inversores es pesimista: el Global 2008 el
título público de referencia aun después del canje
cayó 2,5 por ciento. El riesgo país terminó en 4232
puntos, un nuevo record, 72 por encima del último cierre.
De todas maneras, hoy puede ser un buen día en el microcentro.
Según la mayoría de expertos de Wall Street, esta tarde,
la Reserva Federal (banca central estadounidense) volvería a bajar
la tasa de interés, llevándola al 1,75 por ciento anual.
En la actualidad, el costo del dinero se sitúa en el 2 por ciento,
el mínimo en 40 años. La decisión de Alan Greenspan,
en un intento por dejar atrás la recesión, hubiese sido
notablemente favorable a la Argentina en otros tiempos. Pero tendrá
un efecto nulo en medio de la severa crisis. A un paso de declarar el
default abierto, los inversores no tomarán en cuenta a la Argentina
para depositar sus fondos. El único beneficio para Domingo Cavallo
serán los menores pagos por la deuda colocada a tasa flotante,
aunque éste quedará resentido después del último
canje de bonos.
Fiat
se reduce; Impsa posterga
Empresas
a la defensiva
La
crisis financiera está ahogando al sector productivo, que busca
mecanismos defensivos ante el derrumbe del mercado local y ante las restricciones
al movimiento de capitales. Entre otros, ayer se conocieron los casos
de Fiat y de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa). La primera
anunció que disminuirá su producción en Argentina
al mínimo y cerrará Iveco. Mientras que la otra comunicó
que no pudo pagar los intereses de una ON.
Impsa informó a la Bolsa de Comercio que no pudo pagar los intereses
por 6.536.950 dólares de una serie de Obligaciones Negociables
por las restricciones cambiarias que implican las nuevas medidas financieras.
El interés que se debía abonar era del 4,75 por ciento de
las ON que tienen vencimiento en el 2002, correspondientes al período
30 de mayo al 30 de noviembre. IMPSA, una empresa que produce equipos
pesados para el sector energético, envió una nota al Banco
de Galicia, donde se le solicita una consulta ante el Banco Central para
proceder al giro de divisas al exterior en concepto de pago de intereses.
Mientras tanto, el Grupo Fiat reducirá su presencia en la Argentina
el año que viene, donde mantendrá una capacidad productiva
mínima, y trasladará toda la producción de su subsidiaria
Iveco a Brasil, como parte de un plan de reestructuración de sus
empresas a nivel mundial, que incluye el cierre de 18 fábricas
en distintos países. También habrá una reorganización
para Fiat Auto, que contempla una reducción de su presencia en
Argentina, donde será mantenida una capacidad productiva mínima
para permitir una recuperación cuando el Mercosur vuelva a crecer.
Por otra parte, Iveco, el sector de camiones, también cerrará
varias plantas no italianas y transferirá a Brasil toda la producción
de Argentina.
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