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Nace
una superestrella
El
escritor objeto
JT
Leroy �Jota por Jeremiah y T por Terminator� es el modelo del próximo
catálogo de Abercrombie & Finch. Con sólo 21 años, es también el guionista
de la serie de televisión independiente �House Arrest�. Pero, antes que
todo, fue el autor de Sarah, la novela a partir de la cual Gus Van Sant
filmará su próxima película, y de The Heart is Deceitful Above All Things.
Esos dos libros, que serán próximamente distribuidos en castellano, alcanzaron
para convertirlo en el chico maravilla de las letras norteamericanas,
adorado por figuras como Dennis Cooper y Michael Chabon.
POR
RODRIGO FRESAN
Hay
dos tipos de escritores: lo que son su obra y su vida es, apenas, una
foto en la solapa o unas citas en las páginas culturales. Y están
los otros, los escritores objeto. Los que con su look y actos y apariciones
aquí y allá completan su obra y le acaban de dar un sentido
o un sinsentido. Esos escritores que hacen libros y otras cosas y son
esas cosas las que, acaso, terminar de definir un credo existencial y
una estética narrativa. ¿Quiénes son y fueron escritores
objeto, personajes de sí mismos, tramas irresistibles? Tal vez
el primero haya sido Oscar Wilde. Después, claro, el aluvión:
Rimbaud, Nabokov, Borges, Capote, Kerouac, Mailer, Proust, Fitzgerald,
Hemingway, Faulkner (siempre de la manito), Bukowski, Bret Easton Ellis,
Salinger & Pynchon (objetos por ausencia del objeto). Hubo tantos,
hay tantos, seguirá habiendo. Ahora es el turno de JT Leroy.
EL SABOR
DE MODA
Con 21 años, JT Leroy ya es una leyenda contemporánea.
Nadie lo duda, nadie se atreve a dudarlo. El director de cine Gus Van
Sant está filmando una de sus novelas, la banda Garbage ha escrito
una canción sobre él para su inminente disco, Dennis Cooper
lo usó como personaje para uno de sus libros y lo puso en la tapa,
Tom Waits lo entrevistó para Vanity Fair, fotos suyas posando como
modelo aparecerán en el próximo catálogo de la firma
Abercrombie & Finch y tal vez lo que sea más importante
su prosa es de lectura obligatoria dentro del programa de estudios de
Yale y, la verdad sea dicha, es una muy buena prosa. Todo esto lo reporta
hace un par de números el elitista mensuario británico The
Face acompañado por unas extrañas fotos de JT así,
sin puntos en las iniciales, nuestro héroe luciendo antifaz,
bigotitos de gato y una minifalda escocesa mientras se come una banana
sin dejar de mirar a cámara (JT sólo acepta ser fotografiado
escondido en algún disfraz). Si hay más ganas está
su site oficial y los múltiples sites que honran y difunden su
creciente culto. Y si todavía hay más ganas después
de haber consumido el personaje, por ahí se consiguen próximas
a ser editadas en español los libros que escribió
la persona: Sarah y The Heart is Deceitful Above All Things.
COMO
SI CARSON MCCULLERS CANTARA A DUO CON BILLIE HOLIDAY
Ésta fue una de las tantas maneras en que la crítica
celebró la aparición de Sarah, novela sobre un chico de
alquiler para todo servicio, escrita con un lenguaje tan terso como bestial.
El que, enseguida, la novela haya sido etiquetada como autobiográfica
desató el huracán Leroy y, seguramente, produjo un orgasmo
de felicidad a su editor y agente de prensa. Si hay algo todavía
mejor que un escritor que cuenta buenas historias es que esas historias
que cuenta el escritor sean suyas y verdaderas. JT tiene historias de
ésas para tirar al techo: su madre de catorce años (quien
lo bautizó J por el profeta Jeremiah y T por el apocalíptico
Terminator) no demoró en dejarlo en un orfanato para recogerlo
a los cuatro años y llevárselo por ahí en busca de
la felicidad del Sueño Americano. A veces lo vestía de nena
y lo presentaba como su hermanita. Con el tiempo, compartían hombres
y drogas. O iban a visitar al abuelito, un fanático religioso de
aquellos de Biblia y cinturón.
A los catorce años, JT no aguantó más y antes de
suicidarse decidió consultar a un psicólogo para ver si
eso estaba bien. El Dr. Terrence Owens (roguemos porque no sea interpretado
por Robin Williams en una hipotética, pero nada improbable vida
de JT) le dijo que mejor no y le comunicó que iban a empezar con
seis sesiones por semana. Owens le sugirió a JT que pusiera sus
penurias por escrito como forma de terapia y se hizo amigo de los escritores
Dennis Cooper y Mary Gaitskill, alguien le presentó a un editor,
y el resto ya pueden imaginárselo...
LA HISTORIA
CONTINúA
Los relatos que dan forma a The Heart is Deceitful Above All Things
son de ser esto posible todavía más oscuros
que Sarah, pero eso es lo de menos porque eso es lo que hace a JT lo más.
Fans en Noruega que van de Noruega a Japón (donde los adolescentes
psicodepresivos lo consideran en lo suyo un sucesor natural de los amantes
malditos de Haruki Murakami) y una oferta aceptada del canal HBO para
que escriba una película que dirigirá Diane Keaton mientras
Gus Van Sant ultima detalles para el rodaje de Sarah que, esperamos, lo
distanciará un poco de los almíbares que supo destilar en
Good Will Hunting y Finding Forrester. ¿Y qué será
de JT? Quién sabe... ¿Irá a morir al mismo sitio
donde hoy yacen Tama Janowitz & Co.? ¿Se consolidará
como autor de literatura de superviviente? ¿Morirá
joven para convertirse en una nueva Santa Sylvia Plath? ¿Se hará
amigo íntimo de Salinger y escribirán a deux? ¿Será
muy feliz y prontamente descartado en nombre de una nueva víctima?
¿O crecerá hasta convertirse en uno de esos escritores que
dejan marca en la historia de todos más allá de su historia
personal? Todo es posible. Por ahora, de un lado hay dos libros que se
leen y no permiten que los olvides. Del otro lado están todas esas
fotos y todo eso que ocurre afuera y más allá de la literatura.
Mientras tanto y hasta entonces, JT -humilde dice que lo que más
le gustaría tener es una lavadora y una secadora de ropa
porque todo el mundo se lo queda mirando en el lavadero automático.
Y busca un tacho para tirar la cáscara de banana.
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