Entre baches y baldosas flojas, así pareciera estar la gestión de las veredas en el Gobierno porteño que incluye contrataciones directas, licitaciones millonarias y falta de control de las empresas que hacen los arreglos. En medio de los reclamos de los vecinos –incluso algunos fueron intimados por el propio Gobierno- y de los comuneros que denuncian la falta de control y transparencia de los contratos, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad acaba de pagar casi 14 millones y medio de pesos por una consultoría de veredas rotas.
La empresa encargada de hacer el listado de baldosas flojas y proponer un nuevo sistema de mantenimiento -o “Servicio de consultoría para optimizar el mantenimiento de veredas”, como figura en el Boletín Oficial del 25 de enero- será McKinsey Argentina, conocida por sus estrechos vínculos con el macrismo y beneficiada en varias oportunidades por contrataciones directas.
En 90 días, McKinsey deberá realizar, por 160 mil pesos diarios, un diagnóstico “detallado y preciso” del estado de las todas las veredas, elaborar propuestas para mejorar la gestión de la reparación y el mantenimiento de las mismas y evaluar “diversos mecanismos de financiación para la implementación de un nuevo modelo de gestión”.
En la licitación, el propio ministro Eduardo Macchiavelli reconoce las dificultades en la gestión de reparación de veredas, tarea por la cual la Ciudad desembolsó alrededor de dos mil millones de pesos desde 2014, incluyendo el último pliego de diciembre pasado. “Pese a las permanentes obras de reparación de veredas, las baldosas rotas o sueltas, las aperturas de los servicios, las raíces de árboles y las rampas en mal estado que afectan las aceras dificultan la circulación y son un problema diario para los millones de transeúntes de la Ciudad”, afirma la resolución oficial.
Según un relevamiento que hizo la comunera Julieta Costa Díaz, representante de la comuna 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales), en 2014 el Gobierno adjudicó partidas por 600 millones de pesos a ocho empresas para el mantenimiento de las veredas de toda la ciudad. Al año siguiente, Macchiavelli realizó 38 contrataciones directas por 64 millones de pesos más, que se repartieron entre dos empresas, sin empleados y creadas justo antes del contrato, que determinaron una denuncia contra el ministro. Más tarde, el Ministerio extendió los contratos de 2014 por otros 269 millones. Por último, en diciembre del año pasado Horacio Rodríguez Larreta y Macchiavelli aprobaron los pliegos de una nueva licitación pública por 1300 millones de pesos para el mantenimiento de las veredas por los próximos dos años.
“Aprueban una nueva licitación millonaria y al mismo tiempo contratan una auditoria porque reconocen que la gestión de veredas es mala y ni siquiera saben cuáles son las veredas rotas, cuáles ya se arreglaron y cuáles se arreglaron mal. Hay plata para reparar veredas pero está mal administrada y se le entregan sin control a empresas que tercerizan los arreglos con contratos precarios y encima las arreglan mal”, denunció Costa Diaz, quien sostiene que las veredas son una competencia exclusiva de las comunas pero que el Gobierno se niega a traspasar.
Según los comuneros, que reciben los reclamos de los vecinos en las sedes comunales, las veredas rotas son uno de los temas de queja más frecuentes. El año pasado, vecinos de Villa Soldati y Villa Lugano, de la Comuna 8, fueron intimados por el propio Gobierno porteño a reparar las veredas frente a sus domicilios en un plazo de 45 días para evitar una multa que podía alcanzar los diez mil pesos.
"Hay plata para reparar veredas pero está mal administrada y se le entregan sin control a empresas que tercerizan los arreglos con contratos precarios y encima las arreglan mal”, denunció Julieta Costa Diaz.
“No hay nadie que controle a las empresas y las aperciba cuando hacen mal los arreglos. Muchas veces tapan desagües domiciliarios o a los meses las veredas están rotas otra vez”, criticó la comunera, para quien el tema de fondo es la falta de transparencia en la adjudicación de las partidas presupuestarias.
Las irregularidades en la gestión de las veredas no es nueva. Desde la Auditoria de la Ciudad de Buenos Aires calificaron la gestión de veredas como “crítica” y confirmaron que detectan “fallas en la planificación” y superposición entre diferentes organismos desde 2011. “En el tema veredas la gestión porteña muestra graves fallas de planificación, ya que superponen funciones entre las comunas y el gobierno porteño, que ejecuta obras a través del ente de Mantenimiento Urbano Integral”, le dijo a Página/12 Cecilia Segura Rattagan, titular del organismo de control porteño, que este año auditará el mantenimiento de las veredas en las comunas 4, 7, 11, 13 y 14.
Consultados por este diario, fuentes del Ministerio que conduce Macchiavelli explicaron que la auditoria se solicitó porque “existen reclamos para el arreglo de muchas veredas” y esperan que la empresa ofrezca “un análisis, plan de trabajo y soluciones” que contemplen las particularidades de cada barrio. Prefirieron no responder sobre el resto de contrataciones.