Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el AMBA, los controles pediátricos de niños, niñas y adolescentes disminuyeron un 44 por ciento, mientras que el cumplimiento del calendario vacunatorio descendió un 22 por ciento. Los datos se desprenden de un estudio realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) que fue difundido por el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires en una campaña que busca evitar "que el aislamiento impida cumplir con el derecho de los niños, niñas y adolescentes". Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la disminución se debe al "miedo a asistir a los hospitales, dificultad en el transporte y confusión ante los mensaje del propio sistema de salud".

El estudio de la UCA, titulado "Las infancias en tiempos de cuarentena", a cargo de la socióloga Ianina Tuñón y la economista María Emilia Sánchez,  analizó "el impacto de algunos de los efectos socioeconómicos, psicosociales y político -ciudadanos generados por las políticas de aislamiento sanitario obligatorio sobre los hogares del AMBA". 

El análisis relevó, entre otros aspectos, "la postergación de la atención de la salud de niñas, niños y adolescentes" a través de una encuesta telefónica realizada en 500 hogares de la ciudad y el Gran Buenos Aires.

En todos los casos, se consultó a las familias por dos ejes claves: la regularidad de los controles pediátricos y el cumplimiento del calendario vacunatorio. De acuerdo con las respuestas, "el 44 por ciento de los hogares reportaron que tuvieron que postergar la visita de control o preventiva de la salud de al menos uno de los niños y niñas del hogar", mientras que el 22 por ciento de los encuestados señaló que durante la cuarentena postergó la vacunación obligatoria de sus hijos e hijas. 

La SAP se hizo eco de estos datos y alertó en un comunicado que "pareciera que la covid-19 ha invisibilizado al resto de las enfermedades pediátricas y eliminado por completo los motivos de consulta". Con respecto a esto, los especialistas aseguraron que esto se debe al "miedo a concurrir a los centros de salud y vacunatorios, dificultades con el transporte y la circulación y, en gran medida, confusión por mensajes poco claros del propio sistema de salud". Ángela Nakab, especialista en pediatría y adolescencia y miembro de la SAP, advirtió que en los hospitales se observa “una tardanza exagerada y muy peligrosa de consultas ante cuadros con síntomas claros. Estamos viendo internaciones por complicaciones que podrían haberse evitado con una consulta más precoz”.

Las investigadoras de la UCA también desagregaron el análisis de los resultados de la encuesta en función de otras variables socioeconómicas. Así, observaron que el porcentaje de postergación en el cumplimiento del calendario de vacunas se eleva a un 24,8 por ciento en los hogares que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza y desciende hasta el 19 por ciento en aquellos que se encuentran por encima. En este sentido, el informe detalla que la mayor parte de "los hogares que reportan haberse demorado son los de estratos medios bajos y bajos, y de obreros integrados". 

Por el lado de los controles pediátricos, la brecha social se acorta y en las familias con "pobreza monetaria" el porcentaje se eleva al 45,1 por ciento, mientras que baja solo al 42,7 por ciento en aquellas que no la sufren. Según el análisis de la UCA, "con los controles médicos la problemática es más extendida y llega a afectar a sectores que usualmente registran bajos niveles de déficit en la atención de la salud como son los sectores medios altos y medios profesionales y no profesionales". 

Con estos datos, el estudio concluye que "el ejercicio de derecho a la atención preventiva de la salud del niño o niña ha quedado relegado en el contexto de la pandemia de modo muy generalizado" y agrega que esta situación se constituye como "alerta importante para el sistema de salud estatal". 

Por eso, el Ministerio Público Tutelar de la ciudad de Buenos Aires lanzó una campaña para evitar "que el aislamiento impida cumplir con el derecho de los niños, niñas y adolescentes". El "acceso a la salud es un derecho" y "los especialistas recomiendan no dejar de asistir a los controles, no interrumpir los tratamientos ni la vacunación del calendario obligatorio", advirtieron los expertos. Además, recordaron que cada una de estas actividades postergadas está exceptuada del aislamiento y que, para realizarlas, se debe tramitar el certificado de circulación correspondiente. 

Por su parte, la SAP aseguró que "están generadas las condiciones para una consulta pediátrica segura", a través de "protocolos que promueven el alejamiento temporal de los turnos, distanciamiento en salas de espera, equipos de protección personal, higiene y disponibilidad de alcohol en gel y lavado frecuente de manos. Existe además una separación edilicia muy clara dentro de las instituciones, que mantiene apartada el área para los pacientes sospechosos de covid - 19". 

Las familias, advirtieron, no deben tener miedo a realizar las consultas presenciales. Es preciso evitar "el abuso de la teleconsulta" ya que "no propicia el mejor escenario para hacer un diagnóstico certero", añadieron.

Informe: Santiago Brunetto