La milicia libanesa Hezbolá disparó este viernes varios cohetes contra posiciones israelíes cercanas a la frontera entre ambos países en represalia por ataques aéreos israelíes lanzados un día antes, y la ONU, alarmada, pidió un alto el fuego "inmediato".

Los proyectiles, de 122 milímetros, fueron dirigidos contra áreas "en las cercanías de posiciones de la ocupación israelí en las Granjas de Shebaa" sobre las 11.15, hora local, informó la formación chií en un comunicado. La acción fue una "respuesta a los ataques aéreos israelíes en tierras abiertas de las áreas de Al Yarmak y Al Shauakir el pasado jueves por la noche", precisa la nota, en referencia al primer bombardeo llevado a cabo por Israel en territorio libanés desde la guerra que libró con Hezbolá en 2006.

Los ataques constituyen una escalada significativa entre el nuevo Gobierno de Israel y la milicia chiíta, muy influyente en Líbano y respaldada por Irán, y se producen en medio de crecientes tensiones entre Israel e Irán en la zona del Golfo Pérsico. Se trata del tercer día de ataques a través del volátil límite entre el Líbano e Israel, aunque declaraciones de autoridades israelíes y aspectos de los bombardeos de Hezbollah parecieron indicar que ambas partes prefieren evitar un gran conflicto.

Israel había dicho el jueves que sus ataques aéreos habían sido en respuesta al lanzamiento de nueve cohetes desde el Líbano, y el primer ministro Naftali Bennett convocó rápidamente a una reunión con los principales funcionarios de defensa del país. "No queremos que esto escale a una guerra total, aunque por supuesto estamos preparados para eso", dijo el teniente coronel Amnon Shefler, vocero de las Fuerzas Armadas de Israel. En una señal de las repercusiones regionales que podría tener una mayor escalda en la zona, el ministro de Defensa de Israel advirtió este jueves que su país está preparado para atacar a Irán, a quien responsabiliza de financiar y armar a Hezbollah.

Mientras tanto en Beirut el primer ministro en funciones del Líbano, Hassan Diab, llamó a la ONU a presionar a Israel para que deje de "violar la soberanía libanesa" y vuelva la calma a la zona del límite común. 

La Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul) calificó de "situación muy peligrosa" la escalada militar y pidió un alto el fuego inmediato.  "Es una situación muy peligrosa, con actos de escalada observados de los dos lados durante los últimos días", advirtió la Finul en un comunicado. El comandante de la misión de la ONU, el general Stefano Del Col, afirmó estar en contacto con las partes involucradas, a las que llamó a un pronta tregua.

Las sirenas que advierten de inminentes bombardeos sonaron a través de los Altos del Golán y la Alta Galilea cerca de la frontera con el Líbano este viernes por la mañana. Hezbollah aseguró en un comunicado que golpeó "campos abiertos" cerca de posiciones israelíes en el área disputada de las granjas de Shebaa, con "docenas" de cohetes, tras el ataque israelí, del que no se informó de víctimas.

Las Granjas de Shebaa son un enclave donde se encuentran las fronteras de Israel, Líbano y Siria. Israel interpreta que esa zona es parte de los Altos del Golán, que capturó de Siria en una guerra en 1967. Líbano y Siria dicen que las Granjas de Shebaa pertenecen al Líbano, mientras que Naciones Unidas dice que el área es parte de Siria y que Damasco e Israel deberían negociar su destino.

La escalada, por otra parte, se produce en un momento delicado en Líbano, sumido en múltiples crisis, incluida una devastadora crisis económica y financiera y un estancamiento político que dejó al país sin un Gobierno durante un año completo.

También es un momento políticamente delicado en Israel, donde la nueva coalición gobernante intenta mantener la paz bajo un frágil alto el fuego que puso fin a 11 días de hostilidades con Hamas y otros grupos armados palestino de Gaza en mayo pasado.

 Israel ha considerado durante mucho tiempo a Hezbolá como su amenaza militar más seria e inmediata. Se estima que el grupo posee más de 130.000 cohetes y misiles capaces de atacar en cualquier lugar de Israel. En los últimos años, Israel expresó su preocupación de que el grupo esté tratando de importar o desarrollar un arsenal de misiles guiados de precisión. Desde una guerra entre ambos bandos en 2006, Israel no había atacado el bastión de Hezbolá en el sur del Líbano.

En 2019 creció la tensión entre las partes cuando la milicia chiita atacó un vehículo militar israelí como respuesta a dos ataques contra el grupo islámico en Siria y Líbano. Entonces, Hezbolá prometió responder la muerte de dos de sus integrantes durante un ataque aéreo israelí cerca de Damasco, acusando también a Israel de un ataque con dron en la periferia sur de Beirut, su principal bastión en la capital libanesa.