El líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, llamó a "recuperar la democracia de manos de gobernantes, multinacionales y medios de comunicación", en un acto en Madrid del que participaron de forma remota el expresidente estadounidense Donald Trump, la líder italiana Giorgia Meloni y otras figuras de extrema derecha como el primer ministro húngaro, Viktor Orban.

"¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Quienes tenían que proteger nuestra economía, nuestra libertad, nuestras instituciones, la seguridad de nuestra nación y nuestra soberanía traicionaron a su pueblo", denunció Abascal en el cierre del evento al que, según los organizadores, asistieron unas diez mil personas. Para el líder de ultraderecha, no solo España atraviesa una situación "grave" sino que el resto de las naciones europeas están "al borde del abismo".

Durante el encuentro, Vox mostró a través de videos el apoyo de numerosos líderes, encabezados por Trump, quien le agradeció a Abascal el "increíble trabajo" que realiza. "Todos estamos viviendo una situación singular. Tenemos que asegurarnos de defender las fronteras, la agenda conservadora", proclamó el magnate republicano durante su breve intervención, en un mensaje grabado a bordo de un avión.

Por su parte Meloni, que se perfila como primera ministra luego de que su partido Hermanos de Italia fuera el más votado en las elecciones del mes pasado, mostró su esperanza de que pronto Vox pueda seguir sus pasos en las urnas. "En España, como en Italia, hay una mayoría de ciudadanos que no se reconocen en utopías e ideologías de izquierdas y piden que asumamos la responsabilidad de gobernar", advirtió.

Desde Hungría, el primer ministro Orban celebró la "buena costumbre" de los seguidores de Vox de reunirse bajo banderas españolas. "Es bueno para nuestro corazón, y también porque a los progres globalistas les provoca un infarto", esbozó Orban y se erigió contra la "burocracia" de la Unión Europea. En tanto el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, sostuvo que de no haber nacido en su país hubiera deseado hacerlo en España. Abascal le devolvió la gentileza asegurando que él hubiera deseado ser polaco en caso de no ser español.