El presidente del grupo audiovisual británico BBC, Richard Sharp, anunció este viernes su dimisión, acorralado por un conflicto de intereses en torno a su nombramiento. Un informe publicado el viernes determinó que Sharp, un exbanquero que asumió el puesto en la BBC en 2021, violó las reglas al no declarar que había ayudado al entonces primer ministro Boris Johnson a obtener un préstamo de 800.000 libras (unos 996.000 dólares).

Sharp, de 67 años, fue nombrado poco después a frente del grupo público. Su dimisión efectiva tendrá lugar a finales de junio. El informe "concluye que incumplí el código de gobernanza para los nombramientos públicos", pero que este incumplimiento "no invalida necesariamente el nombramiento", explicó Sharp en el comunicado al mismo tiempo que anunció su dimisión.

El exbanquero, que asegura haber infringido las reglas de manera "involuntaria", consideró sin embargo necesario dar un paso al costado para anteponer "los intereses de la BBC". En el caso contrario, podría volverse una "distracción" para el "buen trabajo" del gigante audiovisual, justificó. La ministra de Cultura, Lucy Fraser, dijo "entender y respetar" su decisión, y en una carta le agradeció su trabajo como presidente de la BBC.

"Ni ahora ni nunca" 

Mientras le consideraban para el puesto en la BBC, a finales de 2020, Sharp puso a Johnson en contacto con un primo lejano del primer ministro que le concedió el crédito. El exbanquero niega que obtuvo el trabajo como contrapartida por ayudar a Johnson.

"Debería de haber declarado que tenía esta problemática relación financiera con el entonces primer ministro", dijo Lucy Powell, jefa de cultura del Partido Laborista, de la oposición. El asunto hizo un "daño incalculable" a la imagen de la BBC, lamentó.

Sharp, quien se desempeñó también como jefe del actual primer ministro Rishi Sunak cuando trabajaban en Goldman Sachs, había estado bajo los focos por sus vínculos con el Partido Conservador.

Esta proximidad fue fustigada por los críticos cuando la BBC decidió suspender el mes pasado al célebre presentador Gary Lineker tras unas declaraciones. Lineker comparó la retórica migratoria del gobierno con la de la época nazi. 

Tras el anuncio del viernes, el exfutbolista consideró que el presidente de la BBC no debería de ser elegido por el gobierno. "Ni ahora ni nunca", tuiteó. Pero Sunak se negó a descartar otro nombramiento político y afirmó a los periodistas que estaba "centrado en cumplir con el pueblo británico".

La BBC, institución ineludible del paisaje audiovisual británico, celebró su centenario en el otoño boreal azotada por la competencia de las plataformas de pago y las amenazas que planean sobre su financiación pública.

El grupo también ha sido criticado en los últimos años por los los conservadores, en el poder, que la acusan de realizar una cobertura sesgada -especialmente respecto al Brexit- y de centrarse en las preocupaciones de las élites urbanas en lugar de en las inquietudes de las clases populares.

A principios de 2022, el gobierno británico -entonces dirigido por Boris Johnson- congeló por dos años el impuesto audiovisual anual de 159 libras esterlinas (199 dólares) por la inflación, que está poniendo a prueba las finanzas de los hogares.

El Ejecutivo también mencionó la posibilidad de una eventual supresión de la tasa, una amenaza controvertida incluso entre los conservadores. Bajo presión presupuestaria, el grupo anunció en mayo un plan para ahorrar 500 millones de libras (647 millones de dólares) al año. Se recortarán un millar de empleos (de unos 22.000), se fusionarán cadenas y otras pasarán a emitirse exclusivamente en línea.

Agencia AFP