Apenas arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza este domingo, Daniela Carbone fue detenida por personal de la Policía Aeroportuaria (PSA) y quedó acusada de ser la autora de la amenaza de bomba que —una semana antes— obligó a evacuar a los pasajeros y tripulación de un vuelo con destino a Miami, Estados Unidos. La sospechosa tiene 47 años y lleva más de la mitad de su vida trabajando como azafata de Aerolíneas Argentinas.

Alta, delgada, de cabello largo y rubio, Carbone cumple a la perfección con el estereotipo de elegancia y belleza ligado históricamente a su profesión. Trabaja en Aerolíneas Argentina desde hace 25 años y este domingo 28 de mayo, cuando fue detenida en Ezeiza, volvía de cumplir sus tareas como  azafata en el vuelo AR 1302 proveniente de Miami.

En sus redes sociales, Daniela destaca que es Comisario de Bordo en Aerolíneas Argentinas y se define como "futura paramédica". También resalta orgullosa que es la madre de Candela —la hija de 21 años a la que le habría usado el celular para hacer el llamado de amenaza al vuelo de Aerolíneas— y de sus dos mascotas: su perra Mora y su gata Blanca.

Carbone, al ser detenida. Imagen: NA.

Tras su detención, Carbone quedó acusada de los delitos de "intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada".

La amenaza de bomba y la detención de Carbone

El operativo de detención de la empleada de Aerolíneas se realizó este domingo 28 de mayo en el Aeropuerto de Ezeiza, en el marco de la causa que lleva adelante el Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora por la amenaza de bomba contra un vuelo de la aerolínea de bandera que el 21 de mayo pasado debía partir rumbo a Miami. 

Daniela Carbone, detenida por personal de la PSA. Imagen; NA

El juez a cargo del caso, Federico Villena, tiene una línea de investigación principal: una relación amorosa entre la azafata y un tripulante del vuelo amenazado, que habría terminado hace poco tiempo.

Los investigadores creen que Carbone fue quien envió el mensaje amenazante, con una voz adulterada, a sus colegas de la aerolínea: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos".

Tras ese mensaje, la Policía Aeroportuaria activó el protocolo de seguridad y se ejecutó un operativo antibombas, que dio resultado negativo. 

La falsa alarma provocó que  la salida del vuelo se postergue por 7 horas. Y le causó a la aerolínea estatal una pérdida de un millón de dólares. 

¿Cuál habría sido la causa de la amenaza de bomba? Para los investigadores, habría sido provocado por un posible despecho de parte de la mujer. Sucede que ese mismo día, la azafata compartiría vuelo con un auxiliar de cabina con quien había mantenido una relación de pareja hacía dos meses. Y el fiscal descubrió que tras esa separación, el hombre se embarcaría por motivos personales, no laborales, junto a una presunta nueva pareja.

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