Mientras una huelga de guionistas decretada dos meses atrás llevó a la postergación del rodaje de decenas de producciones y el gremio de actores amenaza con unirse al parate, un nuevo sector económico acaba de sumarse a las medidas de fuerza de distintos colectivos de trabajadores. Se trata del sindicato que nuclea a mucamas, cocineros y lavaplatos, sin cuyo concurso los hoteles corren el riesgo de convertirse en un chiquero subalimentado. Teniendo en cuenta que el sector hotelero experimenta un boom económico posterior a la pandemia, los empleados, agrupados en el sindicato Local 11, reclaman un contrato trianual, con aumentos de 5 dólares la hora durante el primer año de contrato, y 3 dólares más por cada uno de los dos años posteriores. Guionistas y actores reclaman también un nuevo reparto de la torta, poniendo a la industria en jaque.

La de los empleados hoteleros es la huelga más grande que el gremio registra históricamente, con 15 mil parados y más de sesenta propiedades afectadas. Una de las razones que esgrime el sindicato es la crisis de la industria inmobiliaria, que pone el valor de las propiedades por encima de las posibilidades de los trabajadores. “Nuestro gremio fue devastado primero por la pandemia, y ahora por el afán de lucro de nuestros jefes”, sostuvo Kurt Petersen, vicepresidente del sindicato Local 11. “La industria obtiene rescates financieros, mientras a nosotros nos tocan los recortes”, amplió. “Ahora, los negociadores de los empresarios hoteleros deciden tomar un feriado de cuatro días, en lugar de negociar con los sindicatos. Vergonzoso.”

En la mañana del domingo 2 de julio, miembros de Local 11 comenzaron a hacer piquetes a las puertas de algunas de las principales cadenas hoteleras, como J. W. Marriott, mientras que la huelga amenaza extenderse también al Chateau Marmont, Beverly Hilton y Waldorf Astoria Beverly Hills, entre otros. La medida de fuerza pega en el plexo de las compañías, ya que se inicia solo dos días antes de los festejos por la Independencia estadounidense, que no solo hace estallar el turismo interno sino que suma convenciones. La del Animé, por ejemplo, llevó el año pasado a 100 mil concurrentes al Centro de Convenciones de Los Angeles. A su vez, estas cadenas hoteleras sirven de asiento a muchas actividades relacionadas con la industria del cine, desde almuerzos de negocios hasta junkets de prensa. Actividades que de por sí quedaron en suspenso ante la anunciada huelga de actores.

En días pasados, el icónico Westin Bonaventure Hotel and Suites llegó a un acuerdo con el sindicato, acuerdo que representa a 600 trabajadores y que Local 11 espera que sirva como antecedente para negociaciones con otras entidades (el acuerdo está pendiente de ratificación). Teniendo en cuenta la estrecha relación de estas cadenas con la industria cinematográfica, que incluye filmaciones de películas, el sindicato de hoteleros guarda una relación que las fuentes definen como “simbiótica” con sus pares del cine. Desde que empezó el paro de guionistas, en mayo pasado, Local 11 anunció que piquetearía a las puertas de los hoteles, una medida particularmente dolorosa para las corporaciones de ambos rubros, teniendo en cuenta que la industria del entretenimiento y el turismo son por lejos las principales actividades económicas de Los Angeles. El líder sindical sostuvo que “cuando los trabajadores de nuestras industrias paran, la ciudad se para. Y cuando los trabajadores de nuestras industrias son maltratados, se pagan salarios inadecuados o se deja a sus empleados sin seguridad laboral, la ciudad entera sufre. Ascendemos o caemos juntos.”

A su vez, el sindicato que nuclea a los guionistas (WGA) produjo una declaración en la que sostienen que “somos solidarios con todos los trabajadores con voluntad de plantarse ante sus patronales y de luchar por lo que merecen. Miembros de Local 11 inspiraron a los miembros de WGA a formar piquetes a través de Los Angeles y apoyamos plenamente su decisión de ir a la huelga por salarios y beneficios justos”. Mientras tanto, la industria del cine, en jaque por el paro de los guionistas, suma ahora un nuevo temblor, con la amenaza del sindicato de actores (SAG-AFTRA) de sumarse a la huelga. Y no son un grupito de actores desconocidos los que militan los reclamos. Una actriz con tanto peso específico como Meryl Streep es parte de los rebeldes, y a ella se le suman entre otros nombres como los de Joaquin Phoenix, Charlize Theron, Glenn Close, Jennifer Lawrence, Ben Stiller, Ewan McGregor y Mark Ruffalo, entre muchos otros.

EL SGA cuenta con 160 mil actores sindicalizados, y se estiman en mil de ellos los que se han puesto en pie de guerra al día siguiente de la toma de determinación. Pero un 97.91 % votó por el sí a las medidas de fuerza. El poder disuasivo de los actores es más inmediato que el de los guionistas, ya que mientras estos terminan su trabajo dos meses antes de comenzar el rodaje, el paro afectaría recién de aquí en más, mientras que si los actores plantan bandera se para la producción o hay que cambiar de elenco. En esta situación están la próxima Misión Imposible y Gladiador 2. De todos modos, el paro de los guionistas no ha sido inocuo, ya que decenas de producciones han debido postergarse. 

El paro de los actores tendría consecuencias tan pesadas como una caída de las acciones de Wall Street y la cancelación de la gala de los próximos Emmy, incluyendo la ausencia de estrenos durante el último trimestre del año. Y ahí encima ya están los Oscars. En las dos ocasiones en que hubo conflicto entre los actores y las corporaciones (2014 y 2017) se llegó a sendos acuerdos, en ambos casos en el mes de julio. Los mandamases de Hollywood rezan para que se repita la experiencia.

A último momento, el sindicato de actores y los principales estudios de Hollywood acordaron el viernes seguir negociando hasta mediados de julio, evitando la amenaza inmediata de una segunda huelga laboral en el negocio del entretenimiento este verano. El sindicato SAG-AFTRA y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) dijeron que extenderían su contrato actual, que expiraba a la medianoche del viernes, hasta el 12 de julio.

En una carta a los líderes sindicales esta semana, firmada por más de mil actores y actrices, entre ellas estrellas como las ya citadas, dijeron que estaban listos para abandonar el trabajo si los negociadores no llegaban a un "acuerdo transformador" sobre un salario base más alto y salvaguardas en torno al uso de inteligencia artificial (IA).

La carta llegó días después de que los negociadores sindicales emitieran un video diciendo que sus conversaciones habían sido "extremadamente productivas", una posible señal de que un acuerdo estaba al alcance, pero que ahora está en duda.