Luego de 10 años, el peronismo volvió a triunfar en una elección a municipal de Olavarría y cortó con un predominio macrista que se extendía desde el 2015, cuando Ezequiel Galli llegó a la intendencia. Galli ganó su interna, pero la fuerza cambiemita en su conjunto quedó por debajo de Unión por la Patria por 3,5 puntos. A su vez, el ganador de la interna de Unión por la Patria, Maximiliano Wesner, fue el candidato más votado del distrito y obtuvo casi 5 mil votos más que el actual jefe comunal quien llegó a estas primarias salpicado por múltiples cuestionamientos sobre su gestión.

Los resultados de las primarias arrojaron que, con casi el 98 por ciento de las mesas escrutadas, Wesner recibió el apoyo de 17.345 votantes mientras que Galli cosechó  12.674 votos. En los que respecta a fuerzas políticas, UxP alcanzó el 38,19 por ciento de los sufragios, seguida por JxC con cerca del 35 y La Libertad Avanza con el 23 por ciento. La ciudad cementera es la más poblada de la séptima sección con más de 120 mil habitantes, seguida por Azul que oscila los 75 mil, por lo que su peso en materia votos para definir la constitución de la próxima Legislatura es relevante.

Según una de las voces más experimentadas del peronismo local, hay una tríada de variables que pueden sintetizar este resultado. Por un lado, el lógico desgaste de ocho de gestión que tuvieron aparejados tres denuncias por corrupción al gobierno de Galli: la venta ilegal de terrenos, la renuncia de una funcionaria del área de Desarrollo Social por usar tarjetas de beneficiarios sociales, y un plan de viviendas que fracasó y que motivó demoler casa hechas. A esto, le suma dos cuestiones centrales: una nueva lógica de representatividad en la provincia a través de dirigentes locales como Wesner cercano a los problemas vecinales, y la fuerte presencia del gobierno provincial en materia de gestión e infraestructura. 

Precisamente, en la carrera hacia la gobernación, el candidato más votado fue Axel Kicillof con 18.716 votos, seguido por la libertaria Carolina Píparo, que alcanzó los 16.427. Recién en tercer lugar, con 12.351, se ubicó Diego Santilli, con alrededor de 4 mil sufragios más que Néstor Grindetti

De vuelta al plano netamente local, entre las elecciones de 2019 y 2021 la gestión actual del municipio perdió alrededor de 7.500 votos. Pero si se comparan los comicios generales de 2021 con estas PASO, la caída supera los 10 mil votos. Es decir, entre la primera reelección de Galli y su nuevo intento por revalidar su gestión, JxC perdió cerca de 17.500 adhesiones a nivel local.

En esta ocasión, Galli apostó por Horacio Rodríguez Larreta dentro del ring que configuró JxC en estas primarias. En Olavarría, el equipo del Jefe de Gobierno porteño pudo celebrar el triunfo del actual intendente en su interna contra el bullrichismo comandado por Dalton Jáuregui y ante el radicalismo abadista encabezado por Marcelo Spina. Incluso, en el plano de los posibles festejos, Santilli se hizo con más votos olvarrienses que Grindetti en la tira provincial, más allá de la victoria del intendente de Lanús en las PASO. Pero el dato que no pudo pasar desapercibido fue que Larreta quedó por debajo de Bullrich en las preferencias distritales.

Para muchos analistas, la elección de Rodríguez Larreta fue una de las más decepcionantes. Con apenas once puntos a nivel nacional, en Olavarría fue el cuarto candidato más votado, quedando por debajo de Javier Milei, Sergio Massa y de Bullrich, su contrincante interna. Además, el líder libertario no sólo fue el vencedor en la tira presidencial, sino que su candidata a intendenta, Celeste Arouxet, se hizo con el 23 por ciento y relegó al tercer lugar a Galli por alrededor de 1.500 votos en lo que respecta a los nombres propios más votados.

Javier Milei y Celeste Arouxet

Lógicamente, este escenario del larretismo tiene parte de su explicación en los números del pasado 13 de agosto: Galli sacó alrededor de 8 mil votos más que su candidato a Presidente. Evidentemente, el corte de boleta fue muy significativo y no fue correlativo el apoyo al actual jefe comunal como para con el alcalde porteño. Por el lado de los halcones la situación fue inversa: Jáuregui llegó a los 4.500 votos, mientras que Bullrich superó los 10 mil.

Galli tiene ahora el desafío de revalidar su gestión, pensar en cómo acercarse a aquel 50 por ciento de los votos que le posibilitó, entre otras cuestiones, volverse el armador predilecto del PRO en la Séptima sección.

¿Por qué ganó el peronismo?

Según pudo saber BuenosAires/12, en el peronismo de Olavarría entiende, como hecho fundante, que hay una nueva lógica de representación política que se visualiza en la provincia. “Las elecciones venían estando nacionalizadas, y ahora las campañas se han enfocado en las problemáticas locales”, explica. Esto, considera, puede tener como razones motivadoras la ausencia de los líderes de las coaliciones mayoritarias, Cristina Fernández de Kichner y Mauricio Macri, pero que no se puede ser ajeno a la situación crítica que se vive en materia económica.

La posibilidad de que emerjan dirigente valorados por su comunidad tuvo, asegura, un fuerte sustento de parte de la gestión provincial al escuchar las demandas locales y aceptar la mirada del representante distrital y no imponer una mirada provincial. “Es un cambio de lógica” repite, y que va de la mano, para los dirigentes de los distritos del interior, de abandonar relatos que pueden ser fuertes en el conurbano pero que marcan una distancia con la realidad del interior.

La Provincia de Buenos Aires, dice, estuvo muy presente en Olavarría, “lo que contrastó con la gestión de abandono de Galli”. “Mientras la Municipalidad llevó a cabo un plan de viviendas para construir 20 casas prefabricadas de las cuales tuvo que demoler la mitad de lo hecho porque la empresa no tenía experiencia en el rubro, Axel está llevando adelante la construcción de 100 viviendas con el Sindicato de Empleados de Comercio con más del 15 por ciento de ejecución”, señalan en las filas identificadas con el el oficialismo provincial. Y no se quedan ahí, sino que enumeran la finalización del Barrio Educadores que estuvo 30 años parada y el Barrio UOCRA, ambas ejecutadas por Kicillof.

Más allá de reconocer que el “factor Milei” esmeriló la base electoral de JxC a nivel local, uno de los hombres que trabaja en el equipo de Wesner, advierte que el Director de la ANSES en Olavarría, es una figura política con una vida social en la ciudad. “Maxi tiene una trayectoria deportiva en el Club Ferro de acá, cerró su campaña con los presidentes de los clubes, profesionales de la salud, con los centros de jubilados”, indica como para referenciar el valor de la “cercanía”.

De todas maneras, en el peronismo también entienden que Galli, como cabeza de JxC, perdió legitimidad en el discurso que esa fuerza política tiene sobre la transparencia. El negocio de venta ilegal de terrenos con boletos de compra venta truchos que tiene como principal acusado a un asesor del intendente, o que una funcionaria histórica de Galli deba renunciar por utilizar ella misma las tarjetas de alimentos que eran para beneficiarios en supermercados, son cuestiones que, para alguien con un largo tránsito militante en el distrito, hicieron mella en los vecinos.

A su vez, y con nuevo racconto de obras llevadas a cabo por la Provincia que son emblemáticas para la comunidad local, cuenta que, por ejemplo, la reactivicación de la obra para construir el Polo Judicial que estuvo abandonado durante la gestión de la ex gobernadora Vidal son trascendentales. "Un gran elefante blanco que había quedado inconcluso por denuncias de corrupción con Vidal", lo describen en Unión por la Patria.

En materia de insfraestructura escolar, destaca la construcción de un jardín de infantes, la ampliación de la jornada escolar, la remodelación y ampliación de escuelas, el financiamiento de los viajes de egresados y la entrega netbooks. También recordó que se construirá un nuevo polo cultural en la ex estación del ferrocarril bonaerense de Olvarría. "La gestión de Axel contrasta con la local, que es una gestión de abandono", aseguran. 

Volver a ganar, diez años después

En las elecciones generales del 2013 fue la última ocasión en la que el peronismo se ubicó por encima de todas las fuerzas políticas del distrito. Corría el segundo mandato de José Eseverri cuando en los comicios intermedios el recientemente fundado Frente Renovador se alzó con el triunfo contra el Frente para al Victoria. Entre ambas coaliciones, cosecharon el 70 por ciento del electorado olavarriense.

Eseverri fue uno de los intendentes que dio inicio al frente conducido por Sergio Massa, pero para 2015 retornó al FPV y compitió por la reelección. Perdió ante Galli, quien entre las PASO y las generales aumentó en alrededor de 9 mil sobre su caudal de votos y fue una de las grandes sorpresas de la ola amarilla ya que desbancó un apellido que, entre padre, Helios, e hijo, gobernaban la ciudad desde 1991.

Este crecimiento de votos de Cambiemos en Olavarría entre las primarias y las generales, también se dio en 2017: en las PASO acumuló 18.443 electores, pero en las generales fueron 31.304. Triunfó ante un peronismo que se presentó a través de tres listas y su máxima expresión fue Unidad Ciudadana con menos de 19 mil votos.

Para completar el podio sobre el comportamiento electoral del macrismo en Olavarría, en 2019 Galli fue por su reelección y, como fuerza, en las PASO cosechó 2.500 votos más que el Frente de Todos. De todas maneras, JxC volvió a repetir su ciclo de acumulación intra electoral y, para las generales, obtuvieron cerca de 11 mil votos más, y Galli logró la reelegir. Sólo queda como asterisco advertir que Alberto Fernández se impuso en la tira presidencial.

Lo que sucedió entre las PASO del 2021 y las generales de aquel año fue muy diferente a lo que había ocurrido en las tres elecciones anteriores. Esta vez, JxC no pudo ampliar groseramente su número de votantes, y apenas se hizo con 1.500 votos más entre ambos sufragios. Hay que destacar que fue la primera vez que se presentó de forma competitiva La Libertad Avanza, que recibió el acompañamiento de siete mil olavarrienses.  

Una interna difícil de subsanar

Más allá de que se puede presuponer una migración natural de votos entre un candidato y otro de la interna presidencial de JxC, la realidad es que la relación entre Galli y Jáuregui no transita su mejor momento en Olavarría.

Jáuregui fue nombrado Jefe de Gabinete de la gestión de Galli cuando el jefe comunal se vio obligado a reemplazar a su mentor e histórico dirigente local, Jorge Lerreche, tras los sucesos ocurridos en el recital de Carlos “Indio” Solari. Más allá de la propia tragedia que significó la muerte de dos personas y con una ciudad colapsada y carente de una preparación para recibir el evento, las noticias tras la salida de Lerreche, íntimo armador de Emilio Monzó, hablaban sobre una orden de la ex gobernadora María Eugenia Vidal que tenía un claro enfrentamiento con el dirigente nacido en Carlos Tejedor.

Así, Jáuregui asumió en 2016 pero partió en el 2017, cuando se hizo de una preciada banca como senador provincial por la Séptima sección. Desde allí, su carrera tuvo vuelo propio y en el último estuvo acompañando a Cristian Ritondo en su trunco proyecto de ser gobernador.

En aquellos días, quienes circulaban por su oficina en la Legislatura contaban que se jactaba de haber sido premiado tras ser quien manejó la crisis que atravesó el municipio luego del recital de aquel concierto en marzo de 2017. La distancia entre ambos se fue profundizando y en estos días, de parte del candidato de bullrichista, hubo fuerte críticas a la gestión de Galli a quien trató como un intendente que “abandonó” la ciudad.

Ezequiel Galli y Diego Santilli.

Si bien una foto no es sinónimo de amistad o de acuerdo, la realidad es que en la política, y más aún en la política actual atravesada por las redes sociales, una imagen es todo un símbolo luego de una interna. Por eso Bullrich y Larreta tuvieron que acordar un encuentro fotografiable cuanto antes para mostrar que habría un trabajo mancomunado en la campaña. Hasta el momento, Galli si posteó su reunión con Spina, el candidato radical, pero no hubo ningún encuentro que se hiciera público con Jáuregui. Sólo hubo saludos protocolares entre ambos por redes.