“Hay una luz al final del camino”. “Hay una luz al final del túnel”. La idea de las frases es la misma. Una es de Milei y la otra de Gabriela Michetti. La luz al final del camino.

Un camino que podíamos perfectamente avizorar, saber de qué trata. Un camino para el que se preparan impiadosamente. Porque, de lo que se trata, es de limpiar, en los términos que a ellos les importa, al Estado, los servicios del Estado, la actividad del Estado.

Por ahora no se animan con tantas cosas como habían amenazado. Aerolíneas Argentinas levanta vuelo. Hoy, mañana y pienso que pasado también.

Por lo tanto, es probable que algunas cosas queden en el cepo del desencanto de los militantes. De los seis de cada diez que votaron a Milei porque consiguió hablar con sus perros, o porque dijo que van a terminar con la casta. Y por supuesto, la casta lo acompaña y es la que lo lleva en andas.

Pero es tan peligroso lo que hizo este hombre ayer. Fíjense: además de decir que le dejaron plantada una inflación del 15 mil por ciento anual, y decirlo así, como si tal cosa, sin que nadie en el mundo pueda apoyarlo… lo dejan pasar desde el establishment porque les conviene.

Todo disparate en contra de lo vivido y a favor de terminar con la actividad del Estado para la gente les viene bien.

Milei dice, lo van a escuchar, que no hay alternativa al ajuste y al shock. Y como la gente grita 'viva el ajuste' él pensará que eso está muy bien. Los que estaban en la plaza no tienen idea.

Gritaban 'policía, policía'. Aplaudían porque les decían que no hay plata. Porque no hay alternativa al ajuste y al shock. No la hay, dice Milei. Pero así gobierna cualquiera. Hacerse cargo se supone que es poner la situación en vías de mejorarla. Y él está en vías de empeorarla.

Dice que para hacer gradualismo hace falta financiamiento y que no hay plata. ¿Qué tenemos del ingenio, de la capacidad para conducir? ¿Se imaginan ustedes cómo era en 1929 la economía para Roosevelt? Mirá si se le hubiera ocurrido decir 'no hay plata' y no se hubiera lanzado a la obra pública, que es lo que recuperó a Estados Unidos.

Aquí se termina la obra pública. Se termina la posibilidad de trabajo y de todo lo que implica tener la obra pública. No hay solución alternativa al ajuste, lo van a escuchar decir. Lo único que hay es ajuste. Es decir, usted está en una especie de huelga de hambre y le traen un plato vacío.

Javier Milei dice que la situación empeorará en el corto plazo. Como no dice cuánto es el corto plazo... corto plazo puede ser un par de días, pero también un par de años. Cuando ya no haya nada para hacer contra las barbaridades que él va a llevar a cabo con el Estado.

Las barbaridades no son para el establishment, por eso la mafia de Clarín no dice una palabra respecto al 15 mil por ciento de inflación. Les viene bien. Primero, porque a ellos nunca los problemas los visitan. Y segundo, porque van a sacar muchísima ganancia.

En eso estamos. Esta es la realidad contada por Milei, que no tiene nada que ver con la verdadera. Porque, si hay problemas como los hay, si hay inflación como la tenemos, la única salida no puede ser el ajuste. Pero como te dicen que hay una luz al final de camino, el asunto prospera.