“Seguimos preguntándonos si el camino fue justo /si el que ahora elegimos nos llevará al mañana”, escribió alguna vez Teresa Leonardi Herrán, una de los voces fundamentales de la literatura del norte argentino. De su producción se conoce sobradamente su poesía. Y ahora, en ese mañana que evocó entre versos, en ese mañana que es hoy, una nueva puerta se abre para reconocerla, para preparar su retorno con las semillas que plantó entre páginas de diarios y revistas, en prólogos y en ensayos académicos.

Así, esta noche, a las 20, en el hall del Museo Histórico de la Unsa Palacio Zorrilla (Buenos Aires 177) se presentará “Textos recobrados”, una recopilación a cargo de Alejandro Morandini que conjuga una faceta menos difundida de Herrán.

En este marco, el poeta Santiago Silvester, catedrático y amigo personal de Kuky, a quien define como “una de las personas más lúcidas que ha tenido Salta”, indica en el prefacio: “Aquí están sus temas, sus opiniones y el criterio siempre alerta, siempre honesto, desde el que concibió su vida. En este diálogo aparecen, lógicamente, la poesía, la política, sus afectos, sus conocimientos y sus lecturas”. 

Sin duda, quienes tengan este libro en sus manos, se harán con uno de los tesoros culturales más notables del año que termina. Más aún, quienes asistan al encuentro oirán reflexiones de Rosa Machado, Elisa Moyano y Norberto Ramírez. También, las opiniones de Rolando Vargas y Alejandro Morandini, editor y artífice de esta compilación respectivamente.

En ese contexto, y para adelantar algunos detalles, Morandini dialogó con Salta /12 sobre el surgimiento y la concreción del compendio que actualiza a una mujer indispensable.

-El libro reúne una serie de artículos y ensayos publicados por Teresa “Kuky” Leonardi Herrán a lo largo de cincuenta años de actividad literaria ¿cuál fue el criterio utilizado para esa selección?

-La investigación que beca el Fondo lleva por título "Reunión de la obra crítica dispersa de Teresa Leonardi Herrán", con Kuky colaboré durante los once primeros años de este siglo en la revista Claves, y habiendo trabajado en otras revistas especializadas de la región, vi como esa masa crítica de ensayos y opiniones crecía con los años, y si bien no le era indiferente la idea de reunir esos trabajos, otras urgencias fueron postergando su realización. El corte para este libro se realiza sobre un conjunto de más de 200 artículos y entrevistas, elegí que fueran sus consideraciones sobre poetas, especialmente dentro de sus preferencias que coinciden plenamente con referentes feministas, ciertamente la colección también reúne un prólogo a una novela o su experiencia en Nicaragua, o el ensayo "Piel de mujer, máscaras de hombres", que formalmente escapan a ese propósito que sean sólo poetas, pero entiendo que se enmarcan dentro de su proyecto estético y están en el horizonte de su combate ideológico. A la hora de la selección opté por darle continuidad al desarrollo de su feminismo revolucionario antes que a realizar un corte que exprese meramente lo cronológico o lo temático. Creo que es un criterio que también lee cierta misoginia en el presente.

-La recopilación se generó a partir de una Beca de Creación para el Fondo Nacional de las Artes y releva 30 años de textos generados y publicados por la autora ¿cómo describiría el proceso de trabajo con los materiales, desde el inicio de la investigación hasta supublicación?

-Una parte muy importante del material colectado ya formaba parte de mi propia colección de revistas y bibliografía contemporánea del norte argentino, igualmente transité repositorios muchos más interesantes que las revistas juntadas en mi casa. Volví a los archivos y bibliotecas provinciales y luego de haber consultado para la investigación sobre la obra periodística de Castilla (1940 - 1960), y noté cómo la memoria archivística pública se va deteriorando. Las distintas Bibliotecas de la Universidad Nacional de Salta, también fueron una fuente de consulta insoslayable. Accedí a algunos papeles personales pero entiendo que dentro del archivo familiar aún quedan por exhumar los cuadernos monográficos con sus clases sobre Klossosky, Simone de Beauvoir, Proust o Benjamin o Ernest Bloch. La propuesta al Fondo Nacional de las Artes contemplaba la prosa de Kuky, obvio que si en el transcurso de la investigación hallás algo lo recolectás pero era sabido que ella tuvo un especial cuidado en la publicidad de sus versos y estuvo trabajando sobre ellos hasta sus últimos días. Esta investigación, como otras que realicé, son experiencias de lecturas, esta en particular fue releer mucha papelería que tenía muy presente y cercana, ciertamente su producción académica me era casi en su totalidad desconocida. Pero la inmediatez del personaje, de los libros que comenta, de los hechos, te conmueven.

(Imagen: Jaime Pacheco, gentileza de Rolando Vargas).

-En el estudio preliminar afirma que "la voz de Kuky no está sola. La generación a la que pertenece trabaja una ruptura, modela una concepción de poeta y de poesía", ¿podría ampliar esos conceptos?

-Hago específica referencia a la generación del sesenta salteña pero claro, es para muchos más que para los salteños, la generación que expresa el conflicto y una revuelta en las formas. Un coyuntura política y cultural irrepetible y un encuentro con Holver Martínez Borelli que será decisivo, con los años ese rol de diálogo privilegiado lo asumirá Joaquín Giannuzzi. En Kuky más que la contracultura, es la opción revolucionaria lo que va animando sus versos, ese trabajo constante sobre la memoria como resistencia habla de sus elecciones. Miles Davis, sí y también los poetas guerrilleros Javier Heraud o Roque Dalton. Hablo de las epifanías de la generación del sesenta con las que Kuky se ha identificado. Hay una Kuky producto de sus lecturas que también recoge este libro.

-El libro da cuenta del interés de la poeta por algunas de sus contemporáneas, como Gioconda Belli, Juana Bignozzi, Marosa Di Giorgio, Olga Orozco o Diana Bellessi, entre otras. El recorrido entonces ¿invita a nuevas relecturas en clave feminista?

-Entiendo que el proyecto feminista está en el centro de su poética. Que en algún momento específico ella haya querido desentenderse de la producción teórica de comienzos del siglo XXI. Hacer a la mujer y las clases libres, es un proyecto total de su poesía. La impronta vallejiana más que la nerudiana, para nervios ya estaba Manuel Castilla. La prédica por la hembra libre que denuncia la falocracia debió dejarla muy sola en esta cultura provinciana. Hay algo de hazaña en su proyecto literario.

-En la misma línea, ¿cómo se interpreta hoy, el texto "Piel de mujer, máscaras de hombre", publicado en la revista Feminaria en 1988 y que forma parte de estos textos recobrados?

-La sola publicación de "Piel de mujer, máscaras de hombres" justificaría todo el libro. Entiendo que es un texto clave, una suerte de manifiesto, de invocación, de llamada liberadora a las generaciones que hoy son protagonistas. Un texto de consulta para la academia americana y europea, una caja de emociones y reflexiones literarias que permanecerá interpelando al patriarcado.

-Aparecen también textos dedicados a Carlos Hugo Aparicio, Jacobo Regen, Leopoldo Castilla, Rosa Machado o a Santiago Silvester, que prologa este volumen ¿Herrán tuvo una mirada puntual sobre la literatura salteña, cómo podría resumirse?

-Pensé en dos artículos que no publiqué, y están en el centro de su pregunta. Un ensayo sobre la obra de Mariano Cornejo, y otro, una reseña a un libro de Darío Villalba. En el centro de sus preocupaciones estéticas hay un diálogo profundo con el arte de Salta. En esos ensayos sobre las formas, que es lo que hace cuando analiza las obras de sus contemporáneos, en esas observaciones sobre la materia y el tiempo y el espacio, ilustran ese diálogo con algunas culturas de Salta, pero no, no cultivaba lo que se conoce como salteñidad.

-Esta investigación se divide en tres partes, las primeras dos, más ligadas a lo estrictamente literario y una última vinculada además al contexto político donde, por ejemplo, se analiza la lucha contra la burocracia o la socialización del saber. En esa tónica ¿qué aportará a la cultura salteña esta antología diversa?

-Textos como el "Construcción del Poder Popular en Nicaragua" que resume sus observaciones políticas y revolucionarias me pareció por lo menos un documento poco frecuente de un intelectual salteño y absolutamente revelador del compromiso de Kuky. Entiendo que forma parte de ese proyecto pedagógico de Kuky. Creo que la obra de Kuky es una obra abierta y que luego de esta publicación otras serán convocadas a leerla. Indudablemente, ella fue una referencia muy importante para los escritores salteños contemporáneos, su pérdida se siente cercana. Este libro es un pequeño homenaje. Recordarla es resistir, así como enseñó.