“Los feminismos populares supimos construir fuerzas de unidad para enfrentar las medidas de Macri y hoy la coyuntura nos está convocando a ese mismo nivel de unidad. El pasado miércoles tuvimos una asamblea multitudinaria, definitivamente nos convocamos a charlar lo que venimos atravesando como pueblo, como mujeres, como disidencias, con nuestras niñeces, que componemos el campo popular feminista. Es muy importante que las centrales sindicales podamos pensar en conjunto acciones que contengan a todos los sectores y construir una unidad con medidas de fuerza ante los ajustes de este gobierno. Queremos lograr una síntesis donde participemos todas las centrales sindicales y sobre todo el sector de la economía popular, tan golpeado históricamente. Creemos que esta unidad es fundamental, queremos convocar a todes y generar una lucha que realmente sea colectiva. Creo que es la única manera de fortalecer a todas las trabajadoras”, señala Dina Sánchez, Secretaria Adjunta de Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).

El proceso asambleario para organizar la movilización del próximo 8 de marzo comenzó el 14 de febrero y ya se realizaron dos encuentros en el patio del anfiteatro de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y fueron multitudinarios. Una vez más el movimiento transfeminista articula como movimiento político, teje redes de solidaridad y debate estrategias para hacerle frente a las políticas de hambre y ajuste de la ultraderecha que gobierna y que eligió al movimiento como uno de sus principales enemigos.

En esa articulación es clave la presencia de trabajadorxs y referentxs de diversos sindicatos que se hicieron presentes en la asamblea, que llevan las demandas transfeministas al interior de sus gremios para lograr que el 8M siga siendo un día de huelga y movilización, convocada y amparada también por los sindicatos para que todas y todes puedan parar y marchar ese día histórico que se viene transformando desde 2017 cuando fue el Primer Paro Internacional de Mujeres.

Dina Sánchez asegura que con las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Miei, las personas que dependen de la economía popular y la economía informal no llegan a garantizar su sustento diario, aún sumando changas y sosteniendo la olla popular. “Es imposible hacerle frente a la necesidad, es criminal la falta de alimentos en nuestras casas. Es muy difícil cuando además el DNU impuesto por el gobierno te reprime, te aumenta todo el tiempo todo, hasta no poder pagar el bondi para ir a laburar. En este sentido creemos que es importante que las compañeras que tienen trabajos sindicalizados y formales llamen a un paro porque es una de las herramientas más potentes que tenemos y así lo hemos demostrado con el paro que le hicimos a Macri”, explica.

Desde UTEP, el 8 de marzo organizarán una jornada con olla popular en todos los territorios frente a la necesidad urgente del hambre, “ejerciendo el feminismo popular que sí da respuesta a las necesidades de nuestro pueblo porque la economía popular feminista estuvo y seguirá estando en las calles y en los barrios populares para hacerle frente a las políticas antipopulares de Milei”, agrega Sánchez.

Yamile Socolovsky, secretaria de Género de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA) explica que la articulación que el movimiento transfeminista y los sindicatos vienen construyendo desde hace años es fundamental. Una articulación que no dejó de crecer y es necesario visibilizar para subrayar: “la importancia de despatriarcalización del mundo del trabajo en la lucha por la igualdad en la sociedad”.

“La potencia de la huelga feminista reside en el llamado a provocar una interrupción de la normalidad en la que la sobreexplotación del trabajo de mujeres y diversidades, y su invisibilización bajo el manto de la asignación patriarcal de los roles, sostiene la rueda del capitalismo. Esa convocatoria tiene que poder albergar a mujeres y diversidades trabajadoras de toda condición, las registradas, las informales, las jubiladas, y aquellas cuyo trabajo ni siquiera es reconocido como tal, mucho menos remunerado. Por eso, nosotras planteamos la convocatoria a la huelga internacional feminista alojando todas las modalidades de acción que las compañeras puedan llevar a cabo, y eso incluye el paro convencional, el cese de tareas para participar de las actividades, asambleas en los lugares de trabajo o en los barrios, o intervenciones de otra índole”, explica Socolovsky.

La secretaria de CTA asegura que la crisis deliberadamente producida por este gobierno impacta mucho más en las mujeres y LGBTIQNB+ de los sectores populares y va a encontrar en la capacidad de organización, movilización y lucha de ese sector de la población un obstáculo a sus pretensiones. “Este gobierno nos quiere de regreso en la sumisión. Así como su programa represivo es complementario de la política del saqueo, el disciplinamiento del feminismo también forma parte del ordenamiento autoritario que necesitan para hacer funcionar aquella rueda de la acumulación del capital. Feministas y sindicalistas, estamos en el cruce de los demonios que perturban el sueño oligárquico que Milei pretende realizar”, agrega.

La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), Sonia Alesso, afirmó que para este 8M desde su sector están organizando movilizarse en todo el país, esta vez con un significado particular “porque para las mujeres trabajadoras es una marcha de defensa de nuestros derechos, pero también contra el ajuste y la represión porque el ajuste lo vamos a pagar particularmente nosotras.”

Uno de los temas que más atraviesa al sector de la docencia son las tareas de cuidados, Alesso afirma que es preocupante la ausencia de políticas públicas en ese sentido. “Es una discusión que venimos dando con las sindicalistas de CGT, CTA y de los distintos sindicatos. Las mujeres tienen una sobrecarga laboral no solo por el cuidado de las niñeces, sino también, del cuidado de adultos mayores que recae mayoritariamente sobre ellas. En el sector docente somos mayoría mujeres y un alto número somos sostén de familia, eso tiene una influencia muy grande en los temas que nosotras tratamos, de salud, de políticas de cuidado y de prevención, por eso nos atraviesa doblemente.”

Con respecto a la concreción de una huelga transfeminista que no conoce de fronteras Alesso asegura: “Creo que va haber una huelga feminista con las particularidades que cada sector pueda imprimirle, como lo hacemos todos los años y también habrá una movilización muy importante que es parte de un evento internacional. Me enorgullece decir que en el mundo somos un puntal y que la lucha de los feminismos en Argentina es admirada en todo el mundo.”