La alcaldesa de San Vicente, una localidad costera de Ecuador, fue asesinada a tiros este domingo junto al director de Comunicación del municipio. Brigitte García era enfermera y tenía 27 años. Los cuerpos fueron encontrados en un auto alquilado. El crímen revivió el fantasma de la violencia política en el país, que suma decenas de dirigentes muertos entre ellos un candidato presidencial en plena campaña electoral.

García era la más joven en dirigir una alcaldía ecuatoriana. "Quisiera que me recuerden como una joven que lo que quería siempre era el bienestar para su gente. Que muchos jóvenes sigan mis pasos de involucrarme en la política desde temprana edad", había dicho en una entrevista tras asumir el cargo, en julio pasado.

Con su muerte, ya son tres los alcaldes asesinados en un año, todos en la misma provincia costera de Manabí, en el centro del Pacífico ecuatoriano, una de las zonas estratégicas para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.

Según las primeras investigaciones, los asesinos la atacaron desde el interior de un vehículo.

El caso más resonante de violencia política del último tiempo en Ecuador fue el del candidato presidencial Fernando Villavicencio, baleado por sicarios colombianos en agosto del año pasado.

La arremetida de las bandas narco persiste pese a la presión militar ordenada por el gobierno que desde hace casi 90 días mantiene al país bajo estado de excepción.

Fiscales, periodistas y policías también figuran entre las víctimas de las organizaciones locales ligadas a cárteles de México y Colombia.

“Es un riesgo grande ser un funcionario público, sobre todo de elección popular", opinó Fernando Carrión, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.

Fin de semana violento

García era oriunda de Manabí, cuna de la banda llamada Los Choneros, una de las más grandes del país.

Si bien las autoridades no han revelado la causa del crimen, todo "apunta a que son acciones de crimen organizado y terrorismo urbano", explicó Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército. Para el analista, la política "se ve afectada" por el narcotráfico que "también tiene intereses" en las esferas del poder.

Al asesinato de la alcaldesa se sumó un ataque el viernes contra una patrulla del ejército en la provincia de Sucumbíos (fronteriza con Colombia). En la emboscada murió un militar y otros tres resultaron heridos. Y en la ciudad andina de Latacunga (centro), la policía evacuó el sábado un estadio donde se disputaba un partido del campeonato profesional de fútbol por una amenaza de bomba que se confirmó más tarde.

"No nos amedrentan"

Pese a los crímenes de los últimos días, el presidente Noboa mantiene su discurso de mano dura contra las bandas. "Sepan que no nos amedrentan, que estamos unidos para enfrentarlos y vencerlos", afirmó el lunes.

En medio de la ola de violencia, Noboa declaró a la nación en conflicto armado interno y tildó a una veintena de organizaciones narco de "terroristas" y "beligerantes".

Bajo un estado de excepción decretado en enero, el mandatario desplegó a las Fuerzas Armadas en calles y cárceles. Organizaciones de derechos humanos denuncian abusos de uso de la fuerza.

Según el gobierno, su ofensiva contra el narco redujo la tasa de homicidios, de 28 diarios durante la primera semana de enero a 11 después de dos semanas. Ecuador era un país tranquilo hasta hace unos años, pero entre 2018 y 2023 el índice de homicidios pasó de 6 al récord de 46 por cada 100.000 habitantes.