A pleno sol

René Clément

1960

Alain Delon era una figura apenas famosa cuando el veterano cineasta francés Réne Clément, autor de la celebérrima La batalla del riel (1946), lo eligió para encarnar la primera versión cinematográfica de Tom Ripley, incluso a pesar de los pataleos de los productores. Filmada en idioma francés en poblados y ciudades reales de Italia, A pleno sol se transformó de inmediato en un suceso tanto en su país natal como en el resto del mundo. Si bien la película difícilmente pueda incluirse en lista alguna de esa renovación generacional y estilística conocida como nouvelle vague –de hecho, los muchachos cahieristas no amaban precisamente el cine de Clément– el rodaje en locaciones le aporta al relato una frescura que aún hoy, a más de sesenta años del estreno, sigue presente en la pantalla. La escena en altamar en particular, que implicó algunos riesgos físicos reales para los actores, sostiene la tensión con precisión, y un cambio radical respecto de novela –aquí no se trata de un simple bote sino de un velero, y a los participantes de la navegación se les suma Marge– anticipa futuros triángulos en embarcaciones pequeñas, de El cuchillo en el agua (1962), de Roman Polanski, a Terror a bordo (1989), del australiano Phillip Noyce.

El talentoso Sr. Ripley

Anthony Minghella

1999

Vista hoy en día, la adaptación del británico Anthony Minghella, para muchos la versión fílmica definitiva, se destaca entre otras razones por el despliegue de talento en el reparto, con figuras como Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, además de la presencia en papeles secundarios de Cate Blanchett, Philip Seymour Hoffman y Jack Davenport. El guion refuerza las inclinaciones homosexuales del protagonista sugeridas en la novela hasta hacerlas completamente explícitas, jugando asimismo con el suspenso en varias secuencias en las cuales la posibilidad de ser descubierto –ya sea bajo la máscara de Tom o la de Dickie Greenleaf– atenta contra el castillo criminal construido pacientemente por el protagonista. Nominada a cinco premios Oscar, El talentoso Sr. Ripley sigue brillando por la entrega absoluta de Damon en el papel central, un Ripley que comienza su ascenso con temple cohibido y melindroso antes de convertirse en el perfecto asesino. Las múltiples aristas del (anti)héroe son expuestas en la secuencia de títulos, que antes de congelar el reconocible “talentoso” lo describe como alguien “misterioso, deseante, reservado, triste, solitario, atribulado, confundido, apasionado, musical, dotado, inteligente, hermoso, tierno, sensible, obsesionado y apasionado”.

El amigo americano

Wim Wenders

1977

El juego de Ripley, tercera novela de la saga dedicada al escurridizo estafador, fue llevada al cine por primera vez con dirección del alemán Wim Wenders, en su etapa de mayor enamoramiento con la cultura estadounidense. El amigo americano es una adaptación bastante libre del texto original, aunque en su núcleo permanece el “juego” del título, ese contrato que Ripley firma con un hombre enfermo a cambio de un asesinato, contraprestación por una paga que sostendrá económicamente a la familia del novato sicario luego de la muerte. Bruno Ganz está impagable como el moribundo Jonathan Zimmermann, un especialista en marcos para obras de arte que conoce casualmente en Hamburgo a Ripley (Dennis Hopper), un marchand que, desde luego, oculta un pasado y presente de crimen. Además del propio Hopper, Wenders incluyó en la película a un puñado de realizadores de su estima para interpretar papeles secundarios, entre otros Samuel Fuller, Jean Eustache, Nicholas Ray y Daniel Schmid. “Cada vez sé menos quien soy, o quien es cualquier otra persona”, afirma Ripley al comienzo de la película, perdido en su propio laberinto. El libro de Highsmith tendría décadas más tarde otra adaptación, esta vez con el título El juego de Ripley, dirigida por la italiana Liliana Cavani y protagonizada por John Malkovich.

Mr. Ripley: El regreso

Roger Spottiswoode

2005

Sin pasar por las salas de cine argentinas y editada directamente en formatos hogareños con el imposible título Mr. Ripley: el regreso (es decir, vendida como falsa secuela del film de Anthony Minghella), esta adaptación de la segunda novela en la pentalogía, Ripley bajo tierra, es una fallida aproximación al universo del tramposo Ripley, que aquí hace pasar a un ignoto pintor por uno mucho más famoso que acaba de morir. La idea, desde luego, es seguir produciendo obras de arte que puedan venderse a buen precio de mercado, punto de partida para un esquema de estafa que parece ir viento en popa hasta que un marchand norteamericano comienza a olfatear algo extraño en las nuevas pinturas. Barry Pepper encarna a un Ripley demasiado blando y esquemático, aunque la presencia de Willem Dafoe como el comerciante de arte Murchinson y el gran Tom Wilkinson en otro rol secundario ayudan a elevar un poco la categoría de esta obra menor dentro del canon ripleyiano. Como curiosidad extra, el actor Ian Hart, que aquí interpreta al artista responsable de falsificar las obras del pintor fallecido, fue el encargado de darle voz a Tom Ripley en la serie de adaptaciones radiales de las cinco novelas producidas por la BBC en 2009.