Ante la discusión inminente de la ley Omnibus en el Senado, el bloque de la UCR está una vez más tensionado, como cuando votaron divididos para rechazar o respaldar el DNU. El titular de la UCR bonaerense Maximiliano Abad hizo notar que no hay una posición unificada y promueve un encuentro de todos los senadores con los gobernadores radicales. A sabiendas que allí es donde tiene más incidencia el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, líder de la corriente acuerdista, el senador Martín Lousteau no acompaña la movida. El presidente de la UCR seguramente busque hacerle cambios al proyecto de ley, algo que a Javier Milei le gustaría evitar.

El Senado tiene encima la discusión por la ley Omnibus (o minibus) y el paquete fiscal (que incluye Ganancias, un impuesto coparticipable para los gobernadores). Uno de los bloques más tensionados es, otra vez, el radical. Abad hizo un planteo para intentar contener a los 13 senadores en una única posición y no desgarrarse en votaciones divididas y discusiones amargas como ocurrió cuando tuvieron que votar sobre el MegaDNU.

La discusión no es menor, dado que -pese al optimismo que reina en el oficialismo- los números en el Senado son muy ajustados y cada voto cuenta. La vicepresidenta Victoria Villarruel, a cargo de reunir voluntades, espera que los radicales repitan la asistencia al Gobierno que mayormente brindaron en Diputados: incluso si los discursos en contra son encendidos, que los dedos luego se muevan hacia el botón de afirmativo.

En esa línea, Abad planteó que “el radicalismo no tiene una posición orgánica, se puede ver con lo que pasó ésta semana en Diputados”. El titular de la UCR bonaerense recordó que en este caso les toca “ejercer el rol de cámara revisora, evaluando punto por punto el proyecto” y dijo que no tiene decidido su voto, por lo que quiere hablar con los gobernadores radicales. Spoiler: los gobernadores radicales empujan para que salga la ley, y sobre todo el paquete fiscal. Por lo que -sospechan del lado de Lousteau- todo es una jugada envolvente para no perder votos radicales a la hora de la verdad.

Lo que tiene pensado hacer Abad es solicitarle formalmente al presidente del bloque de la UCR en el Senado, Eduardo Vischi, que convoque a un encuentro con los gobernadores radicales. De esta forma, concurrirían al Congreso los cinco gobernadores radicales: además de Cornejo, Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Leandro Zdero (Chaco). El encuentro no tiene fecha (de hecho, Abad todavía no le había hecho la solicitud a Vischi), pero hay tiempo: por los tiempos reglamentarios, pasarán dos semanas antes de que el Senado esté en condiciones de tratar el proyecto.

De los gobernadores que concurrirían al encuentro, Lousteau tendría un aliado (Pullaro, que fue quien más límites le puso al Gobierno nacional ante las amenazas), y tal vez dos (Sadir, que es de la línea de Gerardo Morales). Pero hay una realidad: Milei buscó que los gobernadores tengan esta vez un interés objetivo en que la ley se apruebe. No es sólo la amenaza de que los dejaría afuera del Pacto de Mayo (con el consecuente ahogo presupuestario que esa amenaza implica), sino que el retorno de Ganancias les va a inyectar fondos a través de la coparticipación.

Los cinco gobernadores vienen conversando con el ministro del Interior, Guillermo Francos, que viene trabajando sin descanso para que la ley salga. Por lo que no va a ser una sorpresa lo que van a plantear si se hace esa reunión. Incluso, antes de la votación de Diputados, Francos les adelantó un borrador de cómo iba a quedar la ley. Está claro que el ministro no quiere que se repitan fracasos del pasado.

Lousteau no se opuso al encuentro con gobernadores -no será inteligente hacerlo-, pero dejó bien en claro que él no está promoviendo esa iniciativa. Es toda de Abad.

Lo que busca el senador bonaerense es que no se repita lo ocurrido en Diputados, donde el sector de Facundo Manes planteó reparos. No obstante, los ocho diputados que pertenecen a esas cinco provincias radicales votaron a favor del proyecto en general, y el paquete fiscal, además del blanqueo de capitales. En el Senado, la UCR tiene dos bancas por Mendoza, otras dos por Santa Fe, dos por Corrientes, una por Chaco y una por Jujuy. La apuesta es que no se quede en esos votos sino sumar a los díscolos.

Entre los que están en dudas, se encuentra, además de Lousteau, el del Senador por Tierra del Fuego Pablo Blanco. Es difícil que ambos cambien su posición crítica, pero la reunión con los gobernadores podría ser un intento de ponerlos en caja. Hay que ver si Lousteau siquiera asiste.