Javier Milei sigue sumando enemigos entre sus pares de otros países. Esta vez puede decirse que la guerra de declaraciones no la inició él, pero el Presidente argentino eligió subirle el tono este fin de semana a su confrontación con la –tambaleante– administración de Pedro Sánchez. El comentario del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible de España, Oscar Puente –"ingiere sustancias", dijo sobre Milei– fue suficiente para desatar una batalla de tuits, comunicados y pedidos de renuncia, de la que ya participan –con gusto– protagonistas de la política vernácula de ambos países. El último en subirse a la trifulca fue Alberto Fernández, quien eligió el tema para volver a la arena pública. “No tiene razón para ofenderse tanto”, dijo Fernández sobre Milei, y lamentó “profundamente la reacción del Gobierno argentino ante un comentario de un ministro del Gobierno español”.

Tras los dichos de Puente, la Oficina del Presidente argentino apuntó mediante un comunicado directamente hacia el conflicto político interno que atraviesa el gobierno de Sánchez. “Tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia”, dispararon con munición gruesa desde Casa Rosada, inmiscuyéndose en problemas ajenos. “Por el bien del Reino de España, esperamos que la justicia actúe con celeridad para esclarecer semejante escándalo que afecta directamente la estabilidad de su Nación y, por consiguiente, las relaciones con nuestro país”, agregaron.

El expresidente Alberto Fernández salió a defender al líder del PSOE. “Nada justifica que en su queja el gobierno argentino se sume a una campaña vergonzosa de difamación en perjuicio de Pedro Sánchez y su familia, lanzada por la derecha española que contó con la colaboración de ciertos medios de comunicación y la complicidad de la justicia de aquel país”, advirtió el ex mandatario argentino en una entrevista con Cenital+ (ver aparte).

En paralelo al comunicado oficial, el ministro de Interior, Guillermo Francos, había pedido a Sánchez, directamente, que destituya al autor del agravio. “Como argentino no quiero escuchar a ningún ministro de un reino europeo insultando al presidente constitucional”, sostuvo Francos. “Me parece indignante. Escuché esa especie de standup que hizo este señor y me parece un irresponsable, no puede exponer al gobierno de un país que es importante para la Argentina por sus tradiciones, por sus descendientes, por la ayuda que ha prestado la Argentina”, sostuvo luego de pedirle la renuncia.  

También Daniel Scioli, secretario de Turismo y Deportes de la Nación y ex embajador argentino en Brasil, se sumó en defensa de Milei. “Expreso mi más enérgico rechazo a las indignantes declaraciones realizadas por el ministro Óscar Puente, en referencia a nuestro presidente Javier Milei. Es evidente que no comprende la personalidad, el inquebrantable coraje y la pasión con la que Milei trabaja para sacar adelante a nuestro país”, sostuvo. 

El que salió a buscar un punto medio fue el dirigente de Patria Grande, Juan Grabois. “Así como no me gusta que la descerebrada de Mondino insulte al pueblo chino o el delirante de Milei al presidente AMLO, Lula o Petro (...) no quiero escuchar a ningún ministro de un reino europeo y antigua potencia colonial insultando al presidente constitucional argentino”, resaltó. 

De su propia medicina 

El ministro de Transportes español había dicho explícitamente que Javier Milei había "ingerido sustancias" durante la campaña presidencial. Lo hizo cuando fue preguntado en general sobre la nueva camada global de dirigentes de ultraderecha, que apelan a la confrontación permanente y a los discursos de odio para referenciarse. En un encuentro sobre comunicación y redes sociales en Salamanca, Puente había dicho que “hay gente muy mala que siendo ella misma ha llegado a lo más alto. Milei, por ejemplo”. 

En ese marco, citó la entrevista previa al balotaje de noviembre pasado en el que Milei, visiblemente desencajado, dijo "¿Sabés qué? Mientras que ellos miran a la señorita por internet, yo estoy en el medio de sus sábanas". Para el ministro español, aquella frase fue pronunciada “previo a la ingesta o después de la ingesta de vaya uno a saber qué sustancias”. Lejos de achicarse, luego del conflicto diplomático subió a sus redes el fragmento de aquella entrevista, redoblando la apuesta. 

Puente salió a defenderse y justificó sus dichos sobre el Presidente argentino apelando a la política local, más precisamente a la figura de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y una las referentas de la nueva ultraderecha. "Cuando Ayuso llamó hijo de puta al Presidente del Gobierno de España, no leí una sola columna de opinión en los medios de la fachosfera criticándolo. Ni una. Tampoco les preocupó el conflicto institucional. ¡Fariseos!", se descargó en Twitter. 

Sánchez, en tanto, publicó su propio comunicado, en el que subrayó que el conflicto "no se corresponde con las relaciones de dos países y pueblos hermanos”. "El gobierno de España rechaza rotundamente los términos infundados del comunicado emitido por la Oficina del Presidente de la República Argentina”, señaló Sánchez y remarcó que “el Gobierno y el pueblo español seguirán manteniendo y fortaleciendo sus lazos fraternales y sus relaciones de amistad y colaboración con el pueblo argentino".

Milei y la derecha española

El contrapunto fue aprovechado por la oposición española. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, también pidió la renuncia del ministro de Sánchez que "ofendió" a Milei. "Presumen de relevancia internacional y acaban de crear una crisis política con un país hermano como es la República Argentina", disparó Feijóo. 

"El señor Puente debería dimitir o ser cesado. Pero ni va a dimitir ni va a ser cesado porque Puente y Sánchez disfrutan del lodazal en el que intentan meter a España", opinó.

Pese al apoyo del PP, Milei tiene vínculos mucho más profusos con Vox. El Presidente argentino, de hecho, tiene previsto viajar a España para participar el 18 y el 19 de mayo a un evento que organiza Santiago Abascal -líder de ese partido-, con quien ya había tenido un encuentro previo. “Ahí volveré a estar con Ustedes querido amigo...!!! Viva la libertad carajo...!!!”, dijo Milei a mediados de marzo, cuando confirmó su viaje.