“Marchamos para denunciar el plan sistemático de impunidad que está desplegando este gobierno, particularmente con la domiciliaria que le otorgaron a (Miguel Osvaldo) Etchecolatz, asesino, violador, ladrón de bebés”, advirtieron los organismos de derechos humanos nacionales y locales en una conferencia de prensa que ofrecieron en el Concejo Deliberante de Mar del Plata para anunciar la marcha que realizarán mañana a partir de las 18 desde la sede del Tribunal Oral Federal local a la rambla céntrica. Esta tarde, los vecinos señalarán la casa del genocida tras una marcha que culminará con un escrache en la puerta de la vivienda.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo y la Línea Fundadora, referentes de Abuelas de Plaza de Mayo de Mar del Plata, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la Comisión Provincial por la Memoria, Familiares de Desaparecidos Detenidos por Razones Políticas, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y la Liga Argentina por los Derechos del hombre, entre otros, participaron de la conferencia en la que destacaron “la unidad (de los organismos) a pesar de las diferencias” para repudiar la decisión de otorgarle a Miguel Etchecolatz el beneficio de la prisión domiciliaria que le permitió instalarse en su casa del Bosque Peralta Ramos.
Para la dirigente de la filial marplatense de Abuelas, Carmen Ledda Barreiro, la radicación de Etchecolatz en su casa del sur de la ciudad fue “una trompada en el estómago; así se siente la impunidad”. La hija de Ledda, Silvia, parió en el Pozo de Banfield y permanece desaparecida; la abuela, que aún busca a ese bebé, criticó a la Justicia, al considerar que "debería ser ciega e independiente pero ahora lleva esposas y está sometida".
“¿Quién tuvo el tupé de mandar a ensuciar las playas de esta ciudad de genocidas como este?”, se preguntó Taty Almeida, de Línea Fundadora, quien advirtió que “desde que (Mauricio) Macri es presidente todos los días se violan derechos humanos”. Además, Almeida pidió que todos gritaran “Jorge Julio López presente ahora y siempre” en recuerdo del albañil platense desaparecido en democracia, uno de los principales testigos de los crímenes de Etchecolatz y una de sus cientos de víctimas, de quien no se tienen noticias desde el 18 de septiembre de 2006, después de testificar en el primer juicio al que fue sometido el ex policía bonaerense.
Su hijo, Rubén, quien también fue parte de la conferencia de la jornada, marchará mañana y participará hoy del escrache de los vecinos del Bosque. “Se merece que lo señalemos, que sepan los vecinos que entre ellos hay un genocida suelto”, acotó. También recordó a la Abuela de Plaza de Mayo Chicha Mariani, quien busca a Clara Anahí, la hija de su hijo y de su nuera, asesinados en La Plata durante la última dictadura cívico militar. En una de sus tantas provocaciones durante los juicios en su contra, Etchecolatz se dejó ver con un papel en el que llevaba escrito el nombre de la nieta de Chicha.
La abogada Guadalupe Godoy, quien representó a sobrevivientes y familiares de víctimas en los juicios en los que Etchecolatz fue condenado, insistió en la lectura colectiva de la resolución con la que el TOF 6 benefició al genocida el 27 de diciembre pasado y lo mandó a su casa pese a las cinco condenas a perpetua que pesan sobre él por haber secuestrado, torturado, desaparecido, matado, violado y robado bebés. “Se trata de llevar un plan de impunidad que está acordado entre el Gobienro nacional, los jueces y muchos de los fiscales”, denunció con la mirada puesta no solo en el caso de Etchecolatz, sino en varios otros genocidas que lograron el beneficio de la prisión domiciliaria. “No es casual que las cárceles se vayan vaciando de genocidas y se vayan llenando de luchadores populares”, subrayó.
Por su parte, la abogada de las Abuelas marplatense y miembro de la Comisión Provincial por la Memoria y de la agrupación local El faro de la memoria, Yamila Zavala Rodríguez, celebró la presencia de referentes nacionales del movimiento de Derechos Humanos y la unidad detrás del repudio a las domiciliarias. Destacó, además, la presencia en Mar del Plata de miembros de hijos de genocidas acuñados en el colectivo Historias Desobedientes y con Faltas de Ortografía. “Los genocidas deberían estar acompañados por la familia y en cambio son rechazados. Sus hijos reclaman lo mismo que nosotros, justicia, memoria y verdad. La batalla cultural no está perdida”, concluyó.
Adolfo Pérez Esquivel, fundador del Serpaj y Premio Nobel de la Paz, envió su adhesión al escrache. Nora Cortiñas, también de Línea Fundadora no pudo acompañar a sus colegas este mediodía pero aseguró su presencia en la marcha de mañana. Emilce Moler y Pablo Díaz, víctimas y sobrevivientes de la Noche de los Lápices, uno de los hechos por los que se juzgó al director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura, también sumaron su presencia. “¿Cómo hacemos aparecer a nuestros desaparecidos? Mínimamente con justicia. Y justicia es que los responsables de sus crímenes mueran en la cárcel”, sostuvo Díaz.