En la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, celebrada en Tokio, el gobierno nacional acusó a los fondos buitre de tener un “tratamiento privilegiado” en los reclamos judiciales por la deuda externa y puso como ejemplo el intento de embargo de la fragata Libertad, anclada en Ghana. “La Argentina está afrontando un extraordinario y a veces ridículo desafío lidiando con los acreedores denominados fondos buitre, que buscan tratamiento privilegiado a través de los litigios que presentan baches legales, aun cuando adquirieron deuda soberana a centavos de dólar”, planteó la delegación argentina en su declaración final, firmada por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

El documento fue enviado al Comité Monetario y Financiero del FMI e incluye las posturas de los otros países que integran la silla argentina, que son Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay.

Lorenzino utilizó el caso de la Fragata Libertad en Ghana para dar cuenta “del vacío legal en la arquitectura financiera internacional” en este tipo de cuestiones. En el documento, recordó además que la Argentina completó en un 93 por ciento la normalización de la deuda en default, a través de operaciones voluntarias de canje de pasivos que fueron rechazadas por los fondos buitres que compraron los títulos en su poder “a centavos de dólar”.

Mientras tanto, el secretario general de la Armada buscó minimizar la responsabilidad de su fuerza en la decisión de que la fragata atracara en Ghana. El contraalmirante Luis María González Day aseguró que la ruta del barco fue definida en “un proceso cooperativo interministerial”.

El marino fue consultado sobre la nota publicada ayer por Página/12, en la que Horacio Verbitsky reveló que en el itinerario original de la fragata no figuraba la escala en Ghana, que fue sospechosamente solicitada por la Armada el 14 de mayo invocando “razones operativas” no especificadas, y luego informada al Ministerio de Defensa y a la Cancillería. La nota enmarcó esta decisión en el proceso de “autonomización de las Fuerzas Armadas consentido por (el ministro de Defensa Arturo) Puricelli. Y en ese sentido recordó que durante la gestión de su antecesora, Nilda Garré, el itinerario de la fragata estuvo limitado a los países de Sudamérica, porque los puertos de la Unasur habían sido considerados por la Cancillería como los únicos en los que ningún embargo podía amenazar la nave.

González Day no desmintió el documento publicado por este diario –consignando el cambio de recorrido decidido por la Armada– y sostuvo que “hay toda una secuencia lógica en la designación de los puertos y de la travesía final que va a hacer la fragata, y toda esa secuencia es un proceso cooperativo interministerial, o sea que hay una serie de idas y vueltas para configurar finalmente el viaje que realmente luego hace la fragata”. El secretario general de la Armada negó además que exista un plan de evacuación de la nave y aseguró que el personal está “perfectamente”. Si bien admitió que la retención en Ghana es una situación “obviamente no deseada”, consideró que para la tripulación “no deja de ser esta demora una etapa más dentro del esquema general del periplo”.