Miércoles, 19 de octubre de 2016 | Hoy
EL PAíS › LA TOMA EN UNA ESCUELA LOMENSE
La reja de la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM), de Lomas de Zamora, estaba cerrada. Los alumnos permanecían del lado de adentro del edificio, detrás de la reja, de donde colgaba un cartel un poco torcido y húmedo que decía en letras gruesas “Escuela Tomada”. Durante la mañana de ayer, los profesores que llegaron con las planillas de la evaluación “Aprender” no pudieron franquear esa línea. Dentro de la escuela, se encontraban también algunos de padres, docentes y no docentes en apoyo a los alumnos. Después de pasar la noche en el edificio, hoy los alumnos votarán en asamblea si la toma se repite el 25, día en el que están previstas más pruebas de “Aprender”.
“Creemos que el programa es un boicot directo a la educación pública. Para conocer los colegios y cómo se enseña en ellos, tienen que venir a caminarlo, hablar con la gente. No tomar un multiple choice”, dijo la presidenta del centro de estudiantes, Sofía Montenegro, para explicar por qué decidieron tomar el colegio. “Además estamos absolutamente en contra de que haya un ranking y premios para las escuelas con mejores resultados en las pruebas. Creemos que es al revés, que las escuelas que menos tienen son las que más necesitan la ayuda del Estado, que es nada menos que lo que corresponde”, agregó Sofía, que cursa 5º año. La estudiante dijo a este diario que el ENAM es “la punta de la lanza de la lucha para los colegios la zona”, y sostuvo que “consideramos que es fundamental articular con los otros colegios”, en referencia a las tomas en la escuela Nº 54, y en las escuelas técnicas Nº 1 y 9 del municipio de Lomas de Zamora.
En el hall principal del colegio, padres y alumnos improvisaron una barra con bancos, para servir comida y café. Fue un día largo, con debates, actividades y entrevistas con distintos medios. También hubo amenazas. “Hoy a la mañana, alrededor de las 7, salimos para no dejar que pasen los del operativo Aprender. Cuando estábamos en la vereda pasó una camioneta blanca y nos tiraron huevos. Más tarde recibimos un llamado de amenaza del padre de un alumno del colegio que es policía, y no está de acuerdo con la toma”, recordó Claudio Sarrabeyrouse, otro alumno del colegio.
Aunque la toma convocó a una gran cantidad de alumnos de todos los cursos del secundario, en los pasillos reinaba un ambiente de tranquilidad. El centro de estudiantes organizó distintas actividades, que iban desde charlas y debates hasta un torneo de ping pong en el pasillo, y un torneo de truco en el patio de afuera que finalmente fue suspendido por la lluvia. Los padres se encargaron de la comida, y lo que no llegaron a comer los alumnos fue donado a las otras escuelas tomadas, por decisión de los alumnos.
La organización también incluyó la parte de prensa. Lourdes Gabriela Candia, encargada de esa área, tenía la voz ronca. “Lo que tendrían que evaluar desde el gobierno es la sociedad en general. En un multiple choice no se ve que los alumnos muchas veces pasan hambre, que las familias se quedaron sin trabajo, y que es imposible aprender así. La comunidad educativa no es un colegio. Es la familia, es el barrio, es la sociedad, y todo está empeorando cada día mas”, opinó. Luego destacó la importancia de olvidar las diferencias entre las distintas agrupaciones que militan en el colegio, al enfatizar que “bajamos las banderas peronistas y trotskistas. Nos juntamos todos los estudiantes para hacer la toma”. Sobre esto también opinó Franco Nicolás Grioli, estudiante graduado de otro colegio de la zona que se acercó para dar apoyo a la toma. “Hay muchos otros colegios que están pensando en lo mismo, pero no pueden hacer la toma porque los directivos no se los permiten”, destacó.
En representación de los docentes, Patricia Cieri, profesora de filosofía y psicología de la escuela, de la que además es graduada, explicó que muchos profesores apoyan la toma de los estudiantes “porque estamos de acuerdo con los chicos en que el concepto de evaluación formativa e integral como proceso no se cumple con una simple evaluación de una encuesta en la que no se argumentan las respuestas”. Por otro lado dijo que “vemos el peligro de ir tendiendo a un sistema educativo privatizado. Nosotros como profesores tendríamos que hacer una evaluación sobre cómo cambió la situación en la que damos clases, y de cómo llegan los chicos desde las casas. Bajaron el monto del Plan Mejora, recortaron el presupuesto edilicio y el destinado a la comida de la escuela, no quieren reabrir paritarias”, puntualizó.
Pasadas las siete de la tarde los móviles de los canales de televisión ya se retiraban. Los alumnos se juntaron para evaluar cómo seguir la noche, dónde acomodarse para dormir en el enorme edificio de la calle Manuel Castro, en Banfield. Hoy, en asamblea, votarán un nuevo plan de lucha.
Informe: Juan Funes.
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