El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, acordó con su par bonaerense, Oscar Cuartango, “profundizar las acciones iniciadas para lograr que la empresa Kraft Foods se comprometa al cumplimiento de las normas”, según confirmó un vocero de la cartera nacional. Ayer, tras una reunión de cuatro horas –también participaron la viceministra Noemí Rial y el subsecretario de Trabajo bonaerense, Carlos Molina– se decidió que en caso de que la empresa “siga violando las leyes vigentes” comenzarán a aplicarse sanciones económicas. Esta medida llega en respuesta a que, luego de que el jueves pasado se hubiera alcanzado un principio de acuerdo para avanzar con las negociaciones, la empresa incumpliera los términos al no permitir a los delegados gremiales el ingreso a la planta. “El objetivo es la reincorporación de todos los trabajadores y la reinserción laboral de los delegados”, coincidieron los funcionarios presentes, aunque advirtieron que ambas partes deberán ceder en sus demandas si quiere llegarse a una solución satisfactoria.

“No es que nos estamos poniendo duros con la empresa, es que hay una legislación que debe cumplirse”, aclaró a Página/12 la misma fuente. En los pasillos del ministerio temen que, ahora que la planta está funcionando nuevamente al ciento por ciento, tal como confirmaron ejecutivos de la ex Terrabusi, la estrategia de la firma alimentaria sea dilatar cualquier decisión a la espera de que la Justicia decida sobre el desafuero de los delegados gremiales. “Kraft ya logró su objetivo”, graficó la situación un hombre cercano a Tomada. Por otra parte –sostienen–, la posición radicalizada de la conducción gremial y su conflicto con la dirigencia del sindicato tampoco ayuda a alcanzar un acuerdo. “Es necesario apostar a la negociación porque no parece posible que esto se canalice seria y civilizadamente si prevalece en forma absoluta la posición de uno sobre el otro”, explican en Trabajo.

Ayer se hizo la cumbre entre los cuatro funcionarios que trabajan en el conflicto. Además de la decisión de comenzar a aplicar multas, se tomó la determinación de realizar hoy una serie de entrevistas “directas” entre funcionarios y representantes de Kraft Foods, de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal), del sindicato de alimentación y de la comisión gremial interna. La idea es llegar al encuentro de mañana “por lo menos con un panorama” de cuáles serán las posturas. La reunión está pautada desde el jueves pasado, cuando se firmó el acta acuerdo, luego incumplida. En esa cita también se había pautado la reincorporación de 30 de los operarios despedidos, que volvían hoy a ocupar sus puestos.

Entre los trabajadores de la ex Terrabusi la noticia fue tomada con escepticismo. “Lo que está diciendo el ministerio no tiene ni pies ni cabeza”, aseguró a este diario Mariano Pedrero, uno de los abogados de los delegados gremiales en conflicto. “Las multas son un chiste –se quejó–, las empresas nunca las pagan y, si las pagan, para ellos son monedas.” Si el martes, tras la reunión oficial, no se llega a una solución satisfactoria, está anunciada una marcha para llevar el conflicto, por primera vez en su mes y medio de desarrollo, hasta la Plaza de Mayo, a las puertas de la Casa Rosada.

Informe: Nicolás Lantos.