Jueves, 1 de marzo de 2012 | Hoy
Por Carlos E. Sluzki *
¿Qué es una narrativa, ese continente semántico y social que organiza nuestra visión de nosotros mismos y del mundo, incluyendo las descripciones y explicaciones de las experiencias de violencia y victimización? Una narrativa, o historia, es un sistema constituido por personajes (los actores, los participantes), acciones (los eventos que tienen lugar) y escenario (el contexto espacial y temporal), todos ellos entramados en un tejido que los mantiene, la trama que establece la lógica o la coherencia de la historia. A su vez, esta trama genera (y es mantenida por) ciertos sostenes éticos, a saber, los corolarios morales, es decir, acuerdos consensuados acerca de cuáles actos y cuáles personajes son virtuosos y cuáles no, qué es aceptable y qué no lo es. La trama también contiene corolarios de comportamiento, es decir, genera y justifica que es lo que se hace o se deja de hacer como consecuencia de la historia. Dichos corolarios morales y de comportamiento agregan coherencia a la trama y excluyen tramas alternativas. Este “paquete” [personajes-escenarios-acciones-trama-corolarios] constituye el sistema “historia”, inmerso a su vez en las galaxias de narrativas socioculturales y las que provienen de las leyendas o tradiciones familiares y de la red social personal. Como en todo sistema, cada uno de estos elementos de la narrativa afecta y se ve afectado por los otros.
Las narrativas se originan en el espacio social y se forman y evolucionan por consenso. Dialécticamente, son internalizadas y transformadas en guías o lentes a través de los cuales damos sentido a la realidad y organizamos los comportamientos adecuados a esa realidad. Y estos comportamientos a su vez tienden a reconstituir, y ocasionalmente a modificar, esas descripciones del self y del mundo. Así, en todo encuentro diádico, cada persona entreteje su realidad con la del otro, encuentra consonancias o genera disonancias entre ellas y a veces construye una tercera realidad.
Y hay muchas circunstancias en que una persona o grupo se abroga el derecho de definir por el otro o los otros cuál será la realidad: ésa es la anatomía de las relaciones sociales estructuradas entre quienes tienen o se abrogan el derecho de definir la ley y quienes delegan esa responsabilidad, a gusto o no: de las relaciones de socialización –entre padres e hijos pequeños, entre maestros y alumnos en contextos pedagógicos tradicionales–, y de las relaciones opresivas y violentas.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.