Al menos 70 mujeres fueron asesinadas en el país en lo que va del año 2007 por su condición de mujeres, de acuerdo con un relevamiento realizado sobre la base de noticias aparecidas en medios gráficos nacionales, con lo cual es muy posible que el número sea aún superior. El feminicidio o femicidio –como se denomina desde el feminismo a este tipo de homicidio– es la expresión más extrema de la violencia de género.

“Habrá quienes se pregunten por qué introducir un concepto nuevo. Porque hay realidades que merecen ser nombradas. Como dice la autora argentina Griselda Gambaro: ‘Si el crimen no se nombra es menos crimen porque la palabra es el primer testigo incómodo’”, señala Silvia Chejter, socióloga y directora del Centro de Encuentros Cultura y Mujer (Cecym). Desde esa ONG se empezó a investigar los homicidios de mujeres en la provincia de Buenos Aires y dos años atrás se publicó el estudio “Femicidio e Impunidad”, que reveló que la mayor parte de los femicidios –como los llama Chejter– son crímenes sexuales. El relevamiento, el más amplio realizado hasta el momento en la Argentina, encontró que el 70 por ciento de los homicidios cometidos durante un período de siete años en el territorio bonaerense, entre 1997 y 2003, cuyo autor era conocido, había sido ejecutado por parejas o ex parejas de la víctima. “Las cifras comparadas con las de otros países son altísimas: en esos siete años fueron asesinadas 1282 mujeres, lo que corresponde a un promedio de aproximadamente 180 por año. Una mujer asesinada cada dos días en una provincia de unos 10 millones de habitantes. España, que tiene una campaña permanente contra los femicidios íntimos y que tiene 45 millones de habitantes, alcanza una estadística de 70 homicidios anuales”, advirtió Chejter.

Gabriela Barcaglione es integrante de la organización feminista Las Azucenas, de La Plata, y miembro de la Red de Monitoreo de Políticas Públicas para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, un colectivo de ONG bonaerenses. Desde comienzos de enero de este año lleva un registro de los asesinatos de mujeres que se publican en medios gráficos y a través de las agencias informativas Télam, DyN y NA. Hasta el viernes llevaba contabilizados cerca de setenta, con el nombre y apellido de las víctimas, edad y relación de parentesco con el victimario. Es de suponer que la cifra es todavía más elevada, dado que algunos homicidios de mujeres pueden no trascender periodísticamente. “Noto que las víctimas son jóvenes: un tercio tiene entre 20 y 27 años, estaban en una etapa de la vida en la que se tienen proyectos propios. Este aspecto me llamó mucho la atención y me hace pensar que detrás de estos crímenes hay claras intenciones de controlar la vida de estas mujeres, otra expresión del patriarcado. En las declaraciones de los imputados en los juicios, la mayoría parejas o ex parejas, aparece un discurso repetido: ‘Me era infiel’ ‘No hacía lo que yo quería’, como justificando el asesinato, como diciendo que tenían razones para matarlas”, señaló a Página/12 Barcaglione. El problema, advierte, es que todavía no se analizan las muertes de mujeres como “algo sistemático”. “La semana del 12 al 18 de noviembre contabilicé seis femicidios en todo el país. Sin embargo, se toman como hechos aislados. Y debemos hacer una autocrítica desde el movimiento de mujeres, porque hemos llamado la atención sobre las distintas formas de violencia contra las mujeres pero no específicamente sobre los asesinatos”, concluyó Barcaglione.