El chaleco ergonómico plegable para viaje es, en realidad, idea de una bióloga. Aída Sterin habitualmente realizaba largos viajes en avión, “y en esos viajes uno se contractura mucho. Eso me llevó a pensar cuáles eran las zonas del cuerpo que se contracturaban y qué podía hacerse para alivarlas y viajar más cómodamente”. El primer paso fue la confección de un chaleco propio, que se diferenciaba de cualquier otro por las almohadillas a la altura de las cervicales y las lumbares. Luego, llegó un modelo para un familiar, y tras esa confirmación de que la idea funcionaba llegó el registro del desarrollo. “El año pasado –recuerda Sterin–, por cuestiones personales, tuve que empezar a pensar en dejar mi trabajo, y se planteó una idea familiar de tomar este proyecto y transformarlo en producto. Ahora, con la colaboración de una diseñadora de indumentaria, mi marido y yo estamos desarrollándolo para comercializarlo” bajo la marca Noaj. Además del chaleco para viajes (que puede convertirse en bolso), Sterin diseñó uno para quienes trabajan muchas horas sentados.