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Carolina Tobar García (1898-1962) fue maestra y médica psiquiatra infantil, especializada en trastornos del aprendizaje y en educación especial, integró la Federación de Mujeres Universitarias en la década del 30 y fue la primera médica forense en Argentina. Hizo aportes pioneros para el tratamiento de niños con trastornos emocionales, psiquiátricos y de aprendizaje.

Por eso, el Hospital Infanto Juvenil de la ciudad de Buenos Aires lleva su nombre. Es un hospital modelo de agudos psiquiátricos para niños y adolescentes de hasta 18 años. Hace décadas, desarrolló terapias y tratamientos de avanzada como el programa Cuidar Cuidando para la atención ambulatoria y la inserción laboral de los chicos autistas y psicóticos articulado con el Jardín Zoológico de la ciudad, el servicio de Musicoterapia, los servicios y programas de egreso laboral para adolescentes y distintas expresiones de inserción y prevención comunitarias. Por su carácter especializado en la atención de agudos y graves, el Tobar García cuenta con un servicio de internación único en la ciudad.

Hace diez años se aprobó, en la Legislatura porteña, la ley 448 de salud mental. La norma recogió el más avanzado modelo de prevención y atención comunitaria de salud, respaldando las experiencias innovadoras para la atención de los pacientes y estableciendo como norma de tratamiento su inserción social, laboral, su rehabilitación en contextos abiertos y semiabiertos y estableció, en coincidencia con la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la articulación de las áreas de salud y sociales a fin de brindar protección integral a los chicos y a sus grupos familiares.

La puesta en marcha de estos dispositivos de atención y la ampliación de todos los servicios de tratamiento hizo necesaria la ampliación y reformulación de las instalaciones. Fue una obra muy importante de infraestructura proyectada en tres etapas. Pero sólo se concluyó con la primera (de los servicios de internación). El proyecto se encuentra suspendido por el actual gobierno de la ciudad. Y la articulación con las áreas de infancia se obstaculiza por la carencia de programas sociales de fortalecimiento familiar y otros recursos externos.

Por todo eso, los servicios en los cuales el Tobar fue pionero, se encuentran hacinados y superpuestos por la falta de espacio edilicio. Recorrer las pequeñas oficinas y consultorios mínimos cargados de muebles, de expedientes y sin lugar apropiado para la atención conmueve y escandaliza. La Justicia de la ciudad ha ordenado la terminación de las obras, así como la designación del personal faltante desde hace tiempo en el hospital (85 profesionales y 21 auxiliares). Pero nada de esto se cumple. No hay respuestas de las autoridades. Todos los bloques legislativos estamos movilizándonos y reclamando el cumplimiento de la ley y de los proyectos ya aprobados e incumplidos. La salud mental de la población es parte de la seguridad social y de los derechos humanos fundamentales. Por eso exigimos su cumplimiento.

* Diputada de Diálogo por Buenos Aires y próxima presidenta de la Comisión de Seguimiento de la Ley de Salud Mental en la Legislatura porteña.