Viernes, 10 de agosto de 2012 | Hoy
Por Saskia Sassen *
Junto con las ciudades globales, podemos observar la emergencia de la villa global. La mayoría de las villas no son globales, así como tampoco lo son la mayoría de las ciudades. Pero algunas villas se están posicionando a sí mismas como actores en los escenarios globales, muchas veces con tácticas políticas diferentes y a través de una suerte de toma de conciencia.
Por ejemplo, los recolectores de basura en esas villas se describen a sí mismos como emprendedores ecológicos. Otra señal de las políticas de la villa proviene de recientes acontecimientos en China, donde hay un movimiento creciente entre los trabajadores urbanos migrantes a quienes se les niega la residencia permanente en las ciudades. Lo que ellos quieren del gobierno es tierra para construir sus propias casas, sus cloacas y hacer sus pequeñas subeconomías, también propias. Ellos no le están pidiendo al gobierno un poco más de ingresos o algunos servicios más.
Las villas globales son la otra cara de muchas ciudades globales, especialmente en el sur global. En su formato más extremo, cada ciudad global tiene su villa global, al lado o en su interior. Tanto más grande y poderosa la ciudad global, más grandes y más movilizadas sus villas.
Un elemento clave es económico: la articulación activa entre los sectores económicos avanzados y los sectores retrasados, sectores que parecen un anacronismo en una economía urbana avanzada. Pero muchos de los llamados sectores retrasados son realmente los que proveen de servicios a los sectores económicos avanzados y a sus empleados de altos ingresos. Partes del sector de la pequeña empresa tradicional y de la economía informal sirven como componentes de particulares sectores avanzados de la ciudad.
El orden visual de las ciudades globales hace invisibles las articulaciones entre sectores “avanzados” y “no-avanzados” en cada ciudad. Los paisajes crecientemente homogéneos y los entornos construidos de las zonas de glamour tienden a oscurecer el hecho de que el florecimiento urbano actual de las economías avanzadas está frecuentemente alimentado por una historia económica urbana anterior que les otorga ventajas especializadas particulares.
El otro vínculo que se pierde es entre los sectores de economías avanzadas y las economías pobres, de los sectores marginalizados. La manufactura urbana es hoy un componente crítico de los múltiples sectores del conocimiento, desde las industrias del diseño hasta el sector cultural. La manufactura urbana, tanto formal como informal, prospera en las ciudades y puede, si es correctamente reconocida, contribuir a crear un tipo de economía menos concentrada, produciendo más trabajos intermedios y empresas con beneficios medianos más que grandes.
Este tipo de producción urbana es por lo general altamente especializado, pero de maneras tales que en los análisis de la “economía del conocimiento” simplemente se lo pasa por alto. A diferencia de la manufactura de masas, necesita hacerse en áreas urbanas porque está vinculada al trabajo en red y porque necesita contacto directo con los clientes. Más aún: varía enormemente a través de las ciudades, reflejando así la particularidad de la historia económica de cada ciudad. Sin embargo, la manufactura urbana es frecuentemente desconocida por los expertos y planificadores del desarrollo económico o mal entendida como un anacronismo, porque su conexión con los sectores de conocimiento avanzado, de diseño y de cultura no es tenida en cuenta.
El espacio más extremo para estas economías de manufactura es la villa global. En un momento en el cual la gentrificación de altos ingresos desplaza cada vez más a las pequeñas empresas de bajas ganancias y los hogares de menores ingresos, la villa vecina a la ciudad global deviene un espacio crítico donde esas antiguas economías materiales pueden prosperar.
En ciudades con desigualdades extremas, en las que las economías de avanzada capturan una parte desproporcionada de ingresos y ganancias, crecientes componentes de la manufactura urbana se desplazan a las áreas de las villas. La emergencia de estas industrias alternativas abre un nuevo terreno urbano, al que veo como parte de nuestra modernidad global. l
* Socióloga y profesora de la Columbia University, de Nueva York. En Argentina fueron publicados por editorial Katz sus libros: Territorio, autoridad y derechos, De los ensamblajes medievales a los ensamblajes globales (2010) y Una sociología de la globalización (2007). www.saskiasassen.com
Trad.: Verónica Gago
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