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La marea roja y blanca transformó un viaje de hora y media en siete y un trayecto de 65 kilómetros –es la distancia que separa Ezeiza de La Plata–- en casi 90, porque se optó por recorrer el camino más largo por dos autopistas atascadas. Ya de noche, y ante una multitud exultante que poblaba la plaza Moreno, la “Brujita” Juan Sebastián Verón le rindió tributo a semejante evidencia de pasión: “Esta Copa se la dedico a ustedes, que son el motor de este club”. La figura de Estudiantes sólo fue superada una vez –en osadía dialéctica– por Alejandro Sabella, el técnico que parafraseó a Alfonsín y Perón en pleno festejo para hablar de los hinchas (ver aparte). Esa gente que se desgañitó gritando por el campeón de América, de la que a menudo se habla como masa anónima, consecuente y fervorosa, una especie de feligresía en camiseta, había hecho infinidad de promesas para que regresara la Copa después de 39 años. Esta nota es un repaso a ese compromiso que cada uno sabrá si cumplirá.

La empresa de indumentaria deportiva Topper, que viste a Estudiantes, apeló a un ingenioso concepto del marketing que consistió en abrir una página donde instaba a los hinchas a realizar una promesa si el equipo salía campeón. Más de 9 mil personas, desde chicos en edad de escuela primaria hasta veteranos de las Copas ganadas en tiempos de Osvaldo Zubeldía, describieron lo que harían si el Pincha daba la vuelta olímpica en el estadio Mineirao. El relato de esas promesas que varios ya cumplieron –y para demostrarlo subieron sus videos a Blogger, YouTube y Facebook– es una combinación de fe con anécdotas risueñas, a las que tampoco les falta una dosis de mística. Esa mística que transmitieron los jugadores durante la final con Cruzeiro en Brasil.

“Ya cumplí mi promesa. Ayer a las 12 horas y bajo la lluvia, apenas terminó el partido, me tiré a la pileta de mi casa con el agua podrida y desnudo” (Roberto Colombo).

“Mi novio prometió que si salía campeón el Pincha se rapaba... Yo no estaba muy de acuerdo porque dentro de poco nos casamos... pero la verdad, ahora lo banco a muerte y si quiere le paso la maquinita yo!!!” (Rocío La Rusa).

“Aparte de cumplir mis promesas de teñirme de rubio e ir con los católicos a Luján –lo dice alguien bien ateo–, previo al partido prometí que si ganaba el Pincha iba a visitar a mi viejo, que se murió sin avisar cuando más lo estaba disfrutando y casi nunca se lo perdoné, de hecho sólo fui al cementerio a enterrarlo. El domingo iré a compartir con él (bostero) este triunfo que seguramente lo estará mirando desde arriba y estará contento por mí” (Tatu Blues).

“Prometí que me iba a rapar como la Bruja y lo pienso hacer: el partido de su vida jugó, gracias a todos, son el orgullo de la ciudad” (Gonzalo Márquez Garbalena).

“Si salimos campeones prometemos caminar 5 km tres veces por semana hasta el fin de agosto, ya que somos personas mayores (Marta y Juan Carlos Mansilla).

“Me voy a bañar en el mar en la costa argentina este fin de semana, no importa la temperatura del agua o el clima ambiente y me voy a entrenar hasta enero para poder subir al Aconcagua para subir la bandera de Estudiantes en la campaña: el campeón de América en la cima de América” (Emilio Villarino).

“Cuelgo el escudo de Estudiantes en la rectoría de la escuela donde soy rector. Aguante el Pincha!!! (Guillermo Stosslein).

“Si el Picha (sic) sale campeón, me hago las lolas por mi novio!!!” (Karina Camere).

“Tengo 12 años. Si gana el Pincha no entro a facebook para ver a los Jonas Brothers, no uso el celular y no digo ‘ahree’ (que con eso hincho a toda mi familia) en toda la semana. Y lo peor... voy a resumir todo el capítulo de ciencias sociales para complacer a mi mamá. Lo que puede el Pincha!!!” (Aldi Delm).

“Invito a pasar a los mormones la próxima vez que toquen el timbre” (Mario Domínguez).

“Prometo no dejar la bata mojada arriba de la cama, guardar un mes el auto yo y no romperle las bola (sic) a mi marido cuando juegue de lunes a lunes al fútbol” (Cintia Martínez).

“Si el Pincha sale campeón de América!! Pongo un mástil de 20 mts de alto en mi casa con una bandera mitad de Argentina y mitad del club” (Javier Antonio Giunta).

“Prometo no tener sexo por una semana... con mucho dolor!!” (Mauro Cuervo).

“Prometo gritar hasta que se sienta que se me desgarra la garganta, no infartarme, llorar de alegría, sentirme afortunado por ser parte de la garra Pincha... tatuarme, ir a trabajar con la camiseta de la Bruja... hacer socios a mis hijos ni bien nazcan y quien sabe qué más. Amo al Pincha. Vamos Leooónnn!!!” (Nicolás Salmo).

“Si gana el Pincha me curo para siempre de un hombre malo y adictivo. Prometo no verlo más!!!” (María Laura Catani).

“Prometo no usar la misma media 2 días seguidos. Prometo pasarme alcohol en gel un par de veces por día y prometo no putearla a mi mujer cuando deja la bombacha colgada en la ducha” (Javier Pérez).

“Si el Pincha sale campeón me hago los claritos como la Gata Fernández!!!” (Santino Villa).

“Soy Pincha desde los cinco años. Hoy tengo 50 y grité el gol de la Bruja ante el Manchester cuando tenía 8 años. Hoy después de 39 años de la última Libertadores quiero volver a gritar con la Brujita un nuevo campeonato. Si sale campeón ‘El León’ adelgazo los 20 kilos que me sobran. Aguante el Pincha” (Alfredo Presta).

Las páginas de Facebook son la medida para comprobar hasta dónde llegaron las promesas de los hinchas de Estudiantes. Allí se pueden ver un Ford Taunus rojo pintado con rayas blancas sobre techo y capot, varios rapados con la fotografía como prueba, una joven morocha que se tiñó un mechón rojo, uno que se cortó el pelo al ras y prometió dejarse la barba como Verón durante todo un año, una mujer que se comprometió a bajar veinte kilos y que ya sacó turno con el nutricionista, y un pibe que asegura que no se sacará la camiseta de Estudiantes por treinta días. Los colores despiertan una pasión que todo lo puede. Incluidos ciertos sacrificios que en situaciones ajenas al fútbol muy pocos se atreverían a practicar.