Todos los lugares comunes vienen bárbaro: contra viento y marea (o lluvia y viento), con garra y corazón (y con una jugada sensacional), en inferioridad de condiciones, Los Pumas se quedaron con una victoria increíble sobre Escocia, que había demostrado superioridad y mereció mejor suerte, y quedó a un paso de clasificarse a los cuartos de final del Mundial de rugby, cuando la semana próxima se dispute la última fecha del Grupo B. El heroísmo ahora se transformó en triunfo. Los 7 mil argentinos presentes en el Wellington Regional Stadium le dieron calor y color a la fría y lluviosa noche.

Las lesiones de Juan Martín Fernández Lobbe y Rodrigo Roncero en la primera parte dejaron en inferioridad al equipo, que para colmo de males se fue al descanso en desventaja 6-3. Y en el inicio del segundo tiempo, Escocia lo tuvo contra las cuerdas, poniéndose 12-6 a nueve minutos del final. Los escoceses jugaron durante largo lapso en campo albiceleste, pero no supieron cómo vulnerar la defensa argentina.

Cuando todo parecía perdido, afloró el talento de Lucas González Amorosino para dibujar un try espectacular, haciendo equilibrio sobre el flanco derecho y cortándose hasta cerca de los postes. La posterior conversión de Felipe Contepomi, que ya había anotado antes dos penales, le dio la victoria al equipo albiceleste: si derrota a Georgia en la noche del sábado, tendrá prácticamente la clasificación en el bolsillo, salvo que Escocia supere un día antes a Inglaterra, en cuyo caso habrá que hacer cuentas.

No todo fue alegría. Fernández Lobbe quedó afuera de la Copa del Mundo a causa de la lesión ligamentaria que sufrió; a Roncero lo estudian hoy a causa de un posible desgarro. Leguizamón concluyó el partido con un fuerte traumatismo en uno de sus tobillos, pero se espera que llegue al partido ante Georgia.