Domingo, 3 de febrero de 2008 | Hoy
JOSé MARíA CAO
José María Cao pertenece a esa tradición tan rica de artistas extranjeros que llegaron a Buenos Aires para asentarse por un largo rato, y que aquí supieron cristalizar al ser argentino con una mezcla increíble de profundidad y distancia, y con una lucidez un poco sobrenatural. En la música, por ejemplo, tuvimos a Luca Prodan; en la literatura, a Witold Gombrowicz. José María Cao supo hacer lo suyo en el dibujo, y más específicamente en la caricatura. Nacido en 1862 en España, llegó a Buenos Aires a los 25 años, escapando de la miseria y de un destino pálido. En un primer momento se dedicó a retratar a las personas que caminaban por la calle. Cabe suponer que allí aprendió mucho sobre las clases sociales; el modo de vestirse, la manera de caminar y la forma en que la pertenencia a un grupo deja marcas en el rostro. Al poco tiempo, Cao entró a trabajar en periodismo, y participó en Don Quijote, una de las primeras publicaciones enfocadas hacia el humor gráfico político. Sin embargo, el punto de inflexión se dio con Caras y Caretas, que apareció en 1898, y que significó un punto de madurez clave en ese tipo de humor. Allí estaban, claro, las caricaturas de Cao. Caricaturas que luego pasarían a la revista Fray Mocho, que él mismo fundó, y en la que publicaría sus dibujos hasta su muerte, por una neumonía, en 1918.
No es aventurado afirmar que, entre 1893 y 1918, Cao retrató a todos. Políticos, artistas, humanistas, deportistas; todos pasaron por el ácido pincel de Cao, que los reflejaba bajo la lente de una mirada corrosiva. Aquí, en ocasión de una muestra que expone muchas de sus obras, y para celebrar la publicación del libro que las reúne –La Argentina sin careta (Ilustraciones 1893-1918) editado por Fundación Osde–, presentamos dos caricaturas de José María Cao.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.