Domingo, 27 de abril de 2014 | Hoy
David Foenkinos saltó a la consideración de los lectores con La delicadeza. Ahora, del autor francés llegan dos muestras más de su capacidad de conectarse con empatía y simpatía: la historia de un hombre que se rebela ante la tiranía laboral y una biografía original de John Lennon.
Por Laura Galarza
Ya lo vaticinó Freud: el precio por vivir en sociedad será el malestar. ¿Qué hombre no pensó alguna vez en dejarlo todo? “Yo no vivía la vida, la padecía”, dice el protagonista de Estoy mucho mejor, la nueva novela de David Foenkinos (París, 1974) tras el éxito de la multipremiada La delicadeza (2009). “¿Qué había logrado yo en mi vida?”, reflexión del protagonista de Estoy mucho mejor, lograría que cualquier hombre moderno medio se sienta atraído como podría hacerlo un gurú de autoayuda. “En Francia se dice que mis libros son saludables, que tienen un buen efecto sobre el lector”, ha comentado Foenkinos, y que sus fans le agradecen el ayudarlos a retomar las riendas de la vida. “Un lector me confesó que luego de leerlo pensó seriamente en partirle la cara al jefe, como lo hace mi personaje.” Este personaje es un arquitecto que trabaja para una gran empresa, tiene casa con jardín y una familia tipo. Ahora que sus hijos dejaron el nido vacío y se reencuentra con su bella mujer, Elise, el mundo parece rendirse a sus pies. Sin embargo, una noche en la que viene una pareja de amigos a cenar –protagonistas secundarios de esta historia, Edouard y Sylvie– a él lo ataca un terrible dolor de espaldas que lo obliga a irse a la cama antes de que termine la velada. De ahí en más, este dolor no cederá a lo largo de la novela. “Mi dolor de espaldas debía de ser la suma de todos los nudos que nunca había desatado. Por supuesto, estaba el núcleo de mi vida: mi mujer, mis hijos, mis padres, mi trabajo. Pero quizá había desdeñado la multitud de puntos de tensión que habían marcado mi recorrido. Debía hacer una lista de todos los conflictos que había vivido, de todo lo que me había contrariado, frustrado y bloqueado.” En cada capítulo, Foenkinos, respetando a rajatabla una estructura que se asemeja al tipo televisivo, hace enfrentar a su personaje con cada uno de sus “nudos”: un trabajo redituable pero opresivo, un padre narcisista que nunca reconoce sus logros, una hija hecha mujer, un matrimonio unido apenas por la ternura. Para contarlo se despliegan con ingenio y ocurrencia situaciones cotidianas: una pelea de pareja donde vuelan platos; una visita en plena madrugada a la hija, donde el novio lo recibe en calzoncillos; el tomógrafo que se traba en medio del estudio y lo obliga a salir arrastrándose por el tubo. Foenkinos juega (y gana, se ha vuelto un escritor muy popular en Francia) con esa idea de “cruzar la raya”, el protagonista se anima y de repente lo que parecía imposible se torna posible.
Si bien la obra parece no tener un punto autobiográfico directo –Foenkinos asegura que nunca experimentó un dolor de espaldas semejante– sí tuvo un punto de inflexión cuando lo operaron del corazón, a los 16 años, y estuvo a punto de morir. Los varios meses de hospital “lo transfiguraron”: empezó a escribir, a escuchar música y a pintar. Dueño de un humor que también deja traslucir durante las entrevistas, Foenkinos ha dicho que la academia suele premiar la negrura e ironiza: “Si hubiese hecho que el protagonista, en lugar de irle mejor, se suicidase, los críticos me la bendecirían como obra maestra”.
“Imagina por un momento una vida sin dolor, sin sufrimiento.” Si Foenkinos filmara Estoy mucho mejor –como ya lo hizo junto a su hermano Stéphane Foenkinos, con La delicadeza– “Imagine”, de John Lennon podría ser su música. David Foenkinos es músico de jazz y escribe escuchando música. Fanático (“Lo sé todo sobre John Lennon”), en 2010 escribió Lennon, una biografía novelada que se edita ahora en nuestro país con la impecable traducción de César Aira. Una proeza alzarse entre las tantas biografías de Lennon, y resultar al menos novedoso, atrevido e interesante. Foenkinos acuesta a Lennon en el diván de un psicoanalista y desde ese punto de vista logra la omnisciencia necesaria para obtener confesiones de Lennon acerca de casi todo: el dolor de su infancia y sus padres; la intimidad de la relación entre los Beatles; la historia con las drogas, el alcohol y la violencia (cómo estuvo a punto de matar a un hombre), hasta Yoko Ono y sus hijos. Con el formato de cada capítulo una sesión, el libro transcurre durante los últimos cinco años previos a su asesinato, cuando Lennon decide interrumpir su carrera. La biografía funciona como ese tiempo apropiado para hacer un balance de su vida, antes de que lo maten, el 8 de diciembre de 1980. “Si bien la mayoría de los hechos de la vida de Lennon están en este libro –advierte Foenkinos desde la primera página–, todos están sometidos a mi apreciación.”
Julia, la madre de Lennon, salía de noche y lo dejaba solo cuando él apenas tenía un año. Foenkinos se lo hace decir así: “Tengo el sentimiento de haberme despertado a la noche y haber sentido el silencio que me rodeaba. De haber comprendido que estaba solo, y que era como un dolor atroz que me impedía respirar. Entonces gritaba. Y gritaba cada vez más fuerte. Los vecinos se quejaron. Mi madre mintió diciendo que era sorda, para ocultar su comportamiento irresponsable.” Hay estudios en psicología que prueban que cuanto más se maltrata a un niño, más dependiente emocionalmente se lo hace de su adulto maltratador. Eso quizás hizo que Lennon amara a sus padres con un amor lleno de culpa: “No podía evitar verme como el responsable de todo aquello”.
Foenkinos hace una apuesta fuerte. El resultado es una serie de datos de la vida del ídolo que, si bien son conocidos, nunca fueron explorados en detalle. Foenkinos sale airoso, ganando en credibilidad y originalidad. El lector podrá imaginarse, por ejemplo, a un Lennon niño, ahí parado, en medio de sus padres que discuten sobre quién va a llevárserlo. Entonces es al padre al que se le ocurre la solución: “Sólo tenemos que preguntarle a John qué quiere. Preguntarle si prefiere vivir con su padre o con su madre”. “Fue atroz hacer algo así”, le hace decir Foenkinos a Lennon. “Esa solución terrible que eligieron, me pudrió la vida.”
Lennon deja la ilusión de comprenderlo más profundamente. De haber pasado un momento agradable, íntimo, junto a uno los más grandes genios de la música que, como muchos grandes, tiene tras de sí una historia de abandono y desesperación.
David Foenkinos es un escritor que ha logrado conquistar la simpatía de un público que lo sigue, quizá por esa capacidad de transformar el dolor en música para los oídos, lo que no es poco, en este tiempo de malestar globalizado.
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