Sábado, 19 de noviembre de 2011 | Hoy
La primera cuadra de la calle Junín, a metros del Congreso, guarda un ya raro conjunto de casas particulares de buena factura, altura pareja, estilo coherente y buen estado de conservación. Buenos Aires fue así alguna vez, pero hoy cuesta encontrar alguna cuadra que preserve una fisonomía sin el serrucho de departamentos. Por eso esta semana cundió la alarma sobre el número 71 de Junín, que apareció tapiado a medias con el tipo de barda sólida que se usa en demoliciones. Nada indica que empezaron, tal vez porque los dueños saben que el inmueble está catalogado y por tanto no puede ser destruido.
Donde también se alzó algo preocupante es en el 1200 de Montevideo. Esta semana estaban armando andamios tubulares cubriendo el frente de la Casa Bemberg, que fue objeto del ya famoso amparo ganado por Basta de Demoler con un argumento constitucional. Desde ese fallo, confirmado y extendido a toda la ciudad por la Cámara porteña, el Ejecutivo no puede permitir que se demuela alegremente nada que la Legislatura esté considerando.
La casona francesa iba a ser destruida para ser reemplazada por una caja de vidrio azul particularmente fea y disruptiva en el entorno de la plaza Vicente López. La firma IQ, que desarrolla el proyecto, se negó estos años a cambiar ni siquiera el tono del vidrio y ahora insisten en que, ya que tiene que “aguantarse” la casa catalogada, la va a continuar para arriba en vidrio y en azul. Ya es un caso de emperramiento, parece. Este atentado a la estética todavía no se aprobó, pero ya suben los andamios.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.