Jueves, 2 de agosto de 2012 | Hoy
HOLOGRAMAS EN EL SHOWBIZZ
Semanas atrás, el rapero Tupac fue revivido para compartir escenario con Snoop Dogg y Dr Dre. De las bandas virtuales a resucitar artistas fenecidos hubo un solo click.
Por Federico Lisica
Según un capítulo de Max Headroom, en el futuro cercano, los parientes de los muertos no los irían a llorar a un cementerio o a la iglesia, directamente hablarían con espectros digitales a través de programas de animación cargados con las características de los que ya no están. Ese envío de la serie televisiva ciberpunk planteaba un importante dilema moral: la tecnología se entrometía con ritos sagrados, con los recuerdos, con la mortalidad, con aquello que, en definitiva, nos hace humanos. Y el negocio del entretenimiento y de la música se ha puesto a la vanguardia, ya no a través de una ficción sino en la más ubicua realidad. ¿Alguien decía que ir a los recitales era acudir a una misa? OK, en la última edición del festival de Coachella, el domingo 15 de abril, se presentaron Snoop Dogg junto a Dr Dre como cabezas de cartel; al promediar el show, 75 mil atónitos asistentes vieron como surgía desde la fosa hasta la pasarela Tupac Shakur. En cueros, musculoso, vestido de pantalón blanco y con una cadena dorada sobre el cuello, el artista saludó al dueto, y antes de rapear bramó un: “¿Qué carajo pasa, Coachella?”. Luego hizo las canciones Hail Mary y 2 of Americaz Most Wanted para desvanecerse entre las brumas del escenario. Para los que no lo saben: Tupac fue acribillado el 7 de septiembre de 1996 (murió algunos días después) y el festival en cuestión tiene 13 años de existencia. O sea... Al ver el video, no hay dobles mensajes. Toda la puesta en escena alude a que el músico retorna del más allá para cantar “en vivo” frente a la audiencia. “Rapeo y soy un holograma”, reza la cuenta de Twitter @HologramTupac, creada algunas horas después del show, con más de 28 mil seguidores hasta la fecha e inactiva –-por no decir muerta– desde el 23 de abril. El término “Tupac Hologram” tuvo más de 68 millones de búsquedas en Google en pocos días.
A todo esto, ¿qué es en sí un holograma? “Es una técnica que te permite almacenar la luz que proviene del objeto de forma completa, por eso tenés perspectiva, el holograma lo que hace es guardar la información, llamada fase, que se pierde en una foto común”, le aclara al NO Myrian Tebaldi, investigadora del Conicet, y parte del equipo de Centro de Investigaciones Opticas de La Plata. La distinción entre 3D y 2D es crucial. “Pero ojo que las hoy llamadas películas 3D no son hologramas, éstos se captan por un tren de ondas, una técnica de interferencia que recupera todo lo que registrás con láseres en una placa y luego lo podés reconstruir con luz blanca”, explica la científica. Tebaldi (que en 2010 participó en el Teatro Argentino platense de una exposición de imágenes holográficas por los 50 años del rayo láser) sabe de artistas que utilizaron la técnica con fines plásticos, y cree, por otra parte, que valerse de hologramas para el entretenimiento sería algo nuevo. “Si éstos lo fueran”, añade.
Y a decir verdad, el “Holo-Pac” no era un holograma. Detrás de esta sesión espiritista musical estuvieron AV Concepts y Digital Domain, la empresa fundada por el director de cine James Cameron para generar los efectos especiales de sus películas (Avatar y Titanic, entre otras). Los mismos involucrados explicaron a la prensa anglosajona que no utilizaron un holograma, más bien readecuaron un ardid teatral de finales de siglo XIX (que ya habían empleado para “revivir” a Frank Sinatra en un show en 2003). Se trata de un truco inventado por John Henry Pepper y que se utilizó por primera vez en 1862 para la obra de Charles Dickens, The Haunted Man (El hombre embrujado). Por medio de un cristal se proyectaba una imagen, previamente reflejada en un espejo desde fuera del escenario, generando la sensación de una presencia fantasmagórica. En efecto, lo que se hizo en el Coachella fue sustituir el enorme cristal por una pantalla invisible, colocarla a una inclinación de 45 grados, sobre ésta se proyectó una imagen (la del rapero) y voilá: ahí estaba rapeando y compartiendo mímicas con Snoop Dogg y Dr Dree sobre el escenario.
La vieja técnica es conocida popularmente como “Pepper’s Ghost” (el fantasma de Pepper) y fue reapropiada para el argumento de la película El ilusionista, protagonizada por Edward Norton. En la que actuaban Christian Bale y Hugh Jackman, El gran truco, directamente se creaban clones. Y hasta ahora no hubo ningún rockero que se haya animado a ser su propia oveja Dolly.
Quien patentó el complicado sistema actual es una empresa británica llamada Musion: son los que fabrican la pantalla que se puede enrollar y transportar para las giras. Esta casa matriz, junto a Passion Pictures, cranearon las presentaciones de Gorillaz. Incluso “el” antecedente del “Holo-Pac”: su memorable show de los Grammy 2006 con Madonna y la banda “virtual” tocando para el público en un teatro y que fue transmitido a nivel global. “Eso fue muy excitante. Es un modo de proyección que crea personajes en 3D desde una pantalla, aunque ésta sea invisible para quienes ven lo que sucede en el escenario. Es como un holograma, parece que están allí. Es increíble. Se ve como una nueva dimensión. Los ensayos, la rutina, todo fue tremendo”, le dijo al NO Michael Adamo, productor ejecutivo de la compañía que vino a Buenos Aires en 2010, para participar de una convención de tecnología y entretenimiento (Art Futura).
Recientemente hubo experiencias con otros artistas creados digitalmente como Hatsune Miku, una diva del J-Pop que tiene sus presentaciones habituales en suelo nipón. Y también los hubo con sujetos de carne y hueso (hasta donde se sabe) como los del grupo alemán Tokio Hotel, que apareció en directo y simultáneamente en varias ciudades de Europa utilizando la tecnología de Musion. Lo mismo que Mariah Carey con unos conciertos especiales para la Navidad de 2011 que habían sido pregrabados y proyectados en varias plazas europeas repletas de gente. Acaso, en esta modalidad, sería más correcto referirse a “teletransportación” de recitales.
En la entrevista con el NO, Simon Reynolds incluyó al “Holo-Pac” dentro de los fenómenos más recientes y llamativos de la retromanía. Y es difícil hallar un ejemplo más cabal de escarbar el pasado para sostener a la industria musical del presente. Fue tanto el revuelo generado que productoras con los derechos de artistas como Elvis Presley, Jimi Hendrix, Michael Jackson y Otis Reding se interesaron por el montaje, que cuesta entre 100 mil y 400 mil dólares. Brian May llegó a manifestar cierta tristeza porque sintió que le ganaron de mano: Freddie Mercury aparecerá como una “ilusión óptica” en el musical We Will Rock you en Londres. También está la intención del trío TLC de reformarse e incluir un “holograma” de la fallecida Lisa ‘Left Eye’ Lopes sobre el escenario. Y ya que estamos: ¿David Bowie girando con su alter ego asesinado de Ziggy Stardust? ¿O una competencia entre Bon Scott y Brian Johnson para ver quién canta con más potencia Highway to Hell? ¿El Kurt Cobain “muerto en vida” del Unplugged ofreciendo sus laceraciones mentales a un público insaciable? ¿Cuál es el límite? La oferta sería tan prefabricada, como posible, espeluznante... y tentadora.
Dr Dree, quien estuvo detrás de la aparición de Tupac, se mostró interesado por una tecnología que sea 360 grados, porque “ahora se ve como un 3D sólo desde el frente”. Sobre el show de Coachella le dijo a la cadena MTV “que todo el mundo lo amó” y le escapó al debate sobre la resurrección de artistas fallecidos: “Con suerte tendremos a Jimi Hendrix y a Marvin Gaye. Veremos qué pasa”. Tampoco aclaró si se va a llevar a Tupac “de gira”.
Lo cierto es que lo acontecido en el festival de Coachella ha marcado un nuevo parangón en el showbizz. Un dato más: el encuentro se llevó a cabo en Indio, California. Nombre que resuena por la creencia aborigen de que la fotografía representaba el peligro de robar el alma del retratado: una vez tomada la imagen, quedaba en posesión de quien la había captado.
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