FLOPA MANZA MINIMAL, TODO NATURAL
El trío casualidad
Se reunieron casi de apuro para un show. Después fueron saliendo las canciones. Más tarde apareció quién pagaba la grabación del disco. Ahora, estos tres sobrevivientes de la escena independiente porteña de los ‘90 se disponen a mostrar su delicado equilibrio acústico-eléctrico en vivo.
Por Martín Pérez
Cuando terminó el recital, se acercó y les preguntó cuándo iban a grabar un disco. “Nunca”, le respondieron. Necesitaban hacer shows para juntar la plata para grabar un disco, pero como el grupo era un proyecto paralelo de los tres, nunca iban a hacer los suficientes recitales. “¿Cuánto sale grabar un disco?”, preguntó entonces. Tenían todo lo necesario para grabarlo, lo que les faltaba era el dinero, le explicaron. “Yo tengo esa plata”, les respondió. “Pero para que lo graben ahora mismo. Avísenme si pueden porque, si no, me lo gasto en otra cosa”, fue la propuesta.
Y así fue como en enero de este año Florencia Lestani, Mariano Esain y Ariel Sanzo se instalaron en TNT. para grabar el primer disco de un grupo que surgió como improvisado trío acústico a mediados del año pasado y que, un año más tarde, presentará en vivo el disco grabado gracias al dinero aportado por un amigo. "Si vendemos todos los que fabricamos, nos alcanza para devolverle el préstamo y hacer otro disco más”, calcula Minimal, que no deja de repetir que la historia de Flopa Manza Minimal es una suma de casualidades.
Como ya lo contaron un año atrás en este suplemento, la reunión coincidió con el regreso de Ariel Minimal luego de la última gira de Los Fabulosos Cadillacs. Durante ese viaje, se la pasó escuchando en su discman un CD con las canciones de Flopa, ex bajista de Mata Violeta y líder del efímero grupo Barro, desde hacía tiempo resignada a una carrera solista y acústica. Entonces lo primero que hizo al llegar fue llamar a su amigo Manza –líder de Menos que Cero, pero también productor y sonidista de Pez– y proponerle armar un grupo para cantar canciones acústicas como las que había escuchado. Cuando Manza recibió el llamado, justo estaba por presentarse solo en un outlet de sellos independientes, así que lo invitó a tocar con él y juntos ensayaron un tema de Flopa: “Sonajeros”.
“Cuando Ariel volvió de la gira, me llamó y me dijo que había estado escuchando mi disco”, contó Flopa. “Y yo lo primero que le dije fue: ‘¿Qué disco?’. Porque yo no tengo disco, simplemente unos temas que voy grabando para no olvidarlos y compilo en cds que regalo aquí y allá”, explicó la chica.
Aquella vez, cuando comenzó la rueda de llamados telefónicos buscando declaraciones para la nota del No, el trío era tan reciente que ni siquiera tenía nombre. Sin embargo, para cuando se hizo el último llamado, habían decidido llamarse Flopa Manza Minimal. A días de la presentación oficial del disco, sentados en el patio de la casa-sala de ensayo, los tres se ríen al precisar que semejante nombre ha condenado al flamante álbum a un destino de batea de compilados de las disquerías. “Está perdido entre compilados de FM Hit y cosas así”, revela Flopa. “Al que lo descubra deberían darle algún premio”, ironiza. Fruto de la generosa reunión de tres compositores que han alcanzado cierta madurez creativa con toda una década alternativa detrás, Flopa Manza Minimal (Azione Artigianale, 2003) está llamado a ser uno de los discos del año. Contiene un manojo de canciones de las que se dejan escuchar una y mil veces, obras confesionales sin ser autocomplacientes, que acompañan sin imponer su presencia hasta que resultan imprescindibles. En el corazón del álbum, casi dividiéndolo a la mitad, están “Sonajeros” y “Dejadez”, dos temas que son lo único que quedó del original proyecto acústico. A ellos se suman otros, como “Debajo del álbum blanco”, o “La voz del viento”, una maravilla cuasi-folklórica firmada por Minimal. Para el show en vivo –allí el trío se convierte en una banda propiamente dicha, acompañados por Juan Ravioli en teclados y Luciano Esain en batería–, “Abrazo impacto” ha ganado un tratamiento new wave y “No más” crece hasta rematar en una cita al “Magic Bus” de The Who. Al inicial cover de “Hoy todo el hielo en la ciudad” de Almendra, incluido en el repertorio del grupo desde el primer show, se le suma una sentida versión de “Hombre de mala sangre”, del primer álbum de David Lebón. Según Manza, lo mejor del proyecto es que fueron “traicionando” cada una de las reglas que fueron planteándose en el camino. “Primero pensamos en un trío acústico, pero al segundo show ya estábamos llevando nuestras guitarras eléctricas. Después pensamos en grabar un álbum tranquilo, pero terminó apareciendo hasta un punk rock”, cuenta y se ríe. “Lo único que espero de esto es que crezca hasta permitir que Manza vuelva a grabar con su banda, y que Flopa llegue a grabar su primer disco solista”, dice Minimal. “No es que seamos unos superados ni nada parecido, e incluso no sé qué pasaría si éste fuese el único proyecto de cada uno de nosotros”, calcula Manza. “Pero desde el vamos este proyecto se fue armando con todo lo que íbamos sumándole de la manera más natural posible. Y seguimos así”, explica quien hace las veces de productor del grupo. “Ya te digo: el día que pinte Sadaic, acá se pudre todo”, bromea Minimal, que ha sufrido encordando una guitarra acústica durante toda la entrevista. Todo lo contrario a lo que sucede cada vez que se juntan los tres para ensayar, grabar o tocar en vivo. Allí no hay sufrimiento.
Flopa Manza Minimal presentan su disco este domingo a las 21 en la sala AB del C. C. Gral. San Martín (Sarmiento 1551), con entrada libre y gratuita.