Una colección de recuerdos espaciales soviéticos será subastada el próximo 13 de septiembre en Berlín a manos de la casa Auctionata. El dueño de los más de 100 adminículos —un artista pop germano llamado Andreas “Andora” Hoge— comenzó a reunir la memorabilia hace más de dos décadas, tras participar de un entrenamiento cosmonáutico en Star City, Rusia, y tunear el costado de un cohete. Sin embargo, no son las estampillas conmemorativas, medallas o pins coleccionables los que han llamado la atención. Ni siquiera la botella de coñac “consumida y autografiada” por Yuri Gagarin, primer astronauta en viajar al espacio exterior; los analgésicos y la pasta dentífrica vintage, el café con leche en pasta, los termos de otrora o, para el caso, el simpático traje espacial para perros con tubo de respiración, que data de 1950, similar al que vistió la perra Laika en el ’57. Oh, no; para los (des)entendidos, la gema de la ocasión será... “uno de los primeros prototipos de baño espacial de la URSS”, del tipo utilizado añares atrás en cápsulas orbitales.

De hecho, el ejemplar a la venta fue, en efecto, utilizado en una cápsula orbital, donde algún presuroso entrenado se echó (con perdón de la expresión) una meada sideral en la década del ’60. Así, este “dispositivo de recogida de orina masculina diseñado sólo para excreciones líquidas” consta de manguera de goma, mecanismo de succión con encendido/apagado, llave de purga, sobre de goma para almacenamiento, entre otras bondades de la ingeniería soviética. Un auténtico registro de época por el que los interesados podrán pujar a partir de los 800 dólares, aunque —rogamos— se compre como mero suvenir, no como mecanismo viable.