Viernes, 3 de febrero de 2006 | Hoy
15:10 › LA POLéMICA POR LAS CONTAMINACIóN DE LAS PAPELERAS Y EL PIQUETE AMBIENTALISTA
Mientras los vecinos de Gualeguaychú preparan un plan de lucha que incluye cortes en los pasos fronterizos a Uruguay en plena temporada veraniega, otros activistas realizan una travesía en kayak para denunciar la contaminación del río. Los que se oponen a la instalación de las papeleras no están solamente en la provincia de Entre Ríos, agrupaciones de vecinos de ambas costas participaron de las masivas movilizaciones que abrazaron Gualeguaychú y Fray Bentos. Las razones del No, a ambos lados del río.
La instalación de dos plantas que producirán pasta de celulosa de madera de eucalipto en la ciudad Uruguaya de Fray Bentos, en la frontera con Argentina; es blanco de críticas y protestas por parte de organizaciones sociales, políticas y ecologistas. Este conflicto ha llegado incluso a generar fricciones diplómaticas entre ambos países.
Las dos grandes productoras europeas de celulosa (materia prima elemental para la elaboración del papel) Oy Mëtsa-Botnia Ab (Botnia) de Finlandia y la Empresa Nacional de Celulosa España ENCE, son las que se instalarán en ciudad Uruguaya de Fray Bentos, en las orillas del río Uruguay. Los productores afirman que las instalaciones no ocasionarán daño alguno. Un informe de la Corporación Financiera Internacional, el organismo del Banco Mundial avocado al financiamiento del sector privado, realizó un estudio que minimiza su impacto ecológico. Este informe, destinado a aprobar el financiamiento a estos establecimientos, incluye además, un estudio de los posibles impactos sociales y ambientales. Sin embargo, para este informe las verdaderas repercursiones sobre el medio se orientan más a la afluencia de trabajadores de la construcción a la región, a los aumentos en el tráfico vial y al crecimiento y la diversificación económica de la región; mientras que la potencial polución del aire y del río son datos menores que quedan solucionados por la adhesión de las industrias a protocolos internacionales de producción, de modo tal que se afirma la inocuidad de las plantas. A lo largo del informe, se demuestra que ni las extensas plantaciones de eucalipto (que se ampliarían en 65.000 hectáreas adicionales en la región) ni las dos enormes plantas de celulosa tendrán impacto negativo alguno.
El sulfato o el proceso Kraft es el dominante en la producción de celulosa, allí la madera procesada es cocida en una solución con diversos y nocivos componentes químicos. Mientras que el Gobierno Uruguayo y el Banco Mundial le dicen sí a las papeleras, los grupos ecologistas afirman que por cada tonelada de pasta de celulosa se liberaría a la atmósfera entre 1 y 3 kg de dióxido de sulfuro (principal causante de la lluvia ácida), lo que acarrearía consecuencias gravísimas en el ambiente. Por otro lado, el informe del Banco Mundial no menciona que estas plantas de pasta de celulosa son parte del proceso más sucio y tóxico de elaboración del papel.
Es por todo esto, que durante los últimos meses y ante la inminencia de la instalación de estos establecimietos papeleros, organizaciones sociales, políticas y ecologistas, tanto argentinas como uruguayas, se han pronunciado y centenares de personas participan en manifestaciones de protesta. Los cortes en los puentes de acceso entre los países límitrofes es sólo uno de los tantos y variados intentos de paralizar su construcción. Por ejemplo, el proyecto “El agua Manda” es una expedición por el río Uruguay en contra de las papeleras. Un fotógrafo, un publicista y un periodista, están recorriendo el Río Uruguay en kayak desde el 29 de diciembre, en una travesía que durará algo más de dos meses. Un doble propósito les motiva, documentar y protestar contra las papeleras de Fray Bentos. En su weblog, documentan sus experiencias y cuentan su proyecto. “Aprovecharemos para contar nuestra experiencia en la lucha contra la instalación de las papeleras, advirtiendo sobre los planes que apuntan a represar los ríos de la mesopotamia e invitando a todos aquellos que quieran unirse a nuestra lucha contra el plan de traslado de industrias sucias del norte al sur.” Este plan más que aires aventureros, tiene un proyecto ambientalista concreto, conocer el río, el lugar, y dar a conocer a sus habitantes las razones por las que se oponen a la instalación de las papeleras: “todavía estamos a tiempo de revertir esta situación. Nuestra apuesta es por la Naturaleza, por mantener los lugares que se encuentran en buenas condiciones y por recuperar otros. La única forma de salvar nuestra especie es cuidando el ambiente, pero creemos también que no se cuida lo que no se conoce. Nuestro río Uruguay no soporta más agresiones ni postergaciones, debemos actuar de inmediato, la salud del ambiente debe ser atendida hoy y el mejor remedio es la prevención.”Por eso para ellos remar es una alternativa de protesta.
La protesta puede también mantenerse activa desde la web, eso hacen el grupo uruguayo “Guayubira”, y la “Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychu”, son grupos Ambientalistas que tratan desde la comunidad virtual difundir su preocupación por la conservación del medio ambiente y concientizar de los impactos socioeconómicos y ambientales de los modelos de desarrollo forestal e industrial.
Informe: Ana Sánchez Trolliet
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