Página/12 En Uruguay
Desde Montevideo
Fue una noche de festejo color blanco, azul y rojo en la 18 de Julio, frente a la intendencia de Montevideo, que empezó pasadas las 20.30, cuando se conocieron las proyecciones de boca de urna que dieron ganadora a la fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic, 13 puntos arriba de la fórmula Luis Lacalle Pou-Jorge Larrañaga. El electo presidente por la coalición Frente Amplio (FA) se dirigió al país desde el hotel Four Points. “Hoy los uruguayos hemos dicho sí a más libertades, y más derechos, a mejor democracia, a mejor desarrollo económico, salud y educación, a mayor integración interna y externa.”
Vázquez logró un fuerte respaldo popular y afianzó su liderazgo. Con escasas diferencias, los sondeos registraron el triunfo del FA con 53,5 por ciento de los votos contra 41,4 por ciento de Lacalle Pou (empresa Equipos) y 54 contra 40,6 por ciento (Factum). El oncólogo de 74 años se comprometió a cumplir con el programa aprobado por la coalición de centroizquierda, que a partir del 1º de marzo gobernará un tercer período hasta el 2020. “No hay que pensar tanto en las próximas elecciones, hay que pensar más en las próximas generaciones”, dijo interrumpido por aplausos. Y llamó a un diálogo con la oposición. “Eso implica acuerdos con todos los sectores políticos en los temas vertebrales como educación, salud, vivienda. Desde ya, están convocados todos a un diálogo que sea con lealtad, que sea productivo, que arribe a decisiones concretas, que refleje a las mayorías.”
“Uruguay, Uruguay”, gritaban sus simpatizantes. En el ambiente se sentía la humedad y el viento que dejó la lluvia, pero que no hacía mella en el entusiasmo de la gente. Entre varios jóvenes sub-20, Joaquín Collado, estudiante de ingeniería en la Universidad de La República, dijo que es la primera vez que votó. “Desde que está este gobierno el país no para de crecer. A mis papás les mejoró el salario. Me acuerdo de la crisis y que mi vieja lloraba cuando aparecía (Jorge) Batlle en cadena nacional.”
Tabaré, ya desde el escenario montado para el acto a pocas cuadras de la intendencia, los arengó: “¡¡¡Festejen... ustedes son los artífices de la victoria!!!”.
Daniel España, empleado, afirmó mate en mano que si “hay que darle crítica o palos al Frente, yo le doy”. Reclamó una mayor distribución de la riqueza, suba de los salarios que están bajos y mejora de los sistemas de salud y educación. “Voté un programa, la juventud capaz que vota a una persona, yo tengo cincuenta y pico y me importa que se respete el programa del Frente. Tengo un ideario artiguista.”
En otro punto de la ciudad, en el hotel NH de la rambla, Lacalle Pou reconoció la derrota. “Llamé al doctor Tabaré Vázquez para felicitarlo y le deseé los mejores éxitos.” Con cara de pocos amigos, dijo que el Partido Nacional empezaba un nuevo capítulo. “A esta fórmula, que predica con los hechos, con la unidad, la acompañaron muchos más de los que votaron en primera vuelta, gracias al respaldo del Partido Colorado. Vamos a asumir la responsabilidad que nos dieron de ser la segunda fuerza parlamentaria, para convencer sobre nuestra agenda.”
Uno de los éxitos de la década frenteamplista, en opinión del historiador Gerardo Caetano, es que la sociedad esté más movilizada y exigente. “Hoy el movimiento sindical tiene cuatro veces más afiliados; es fuerte, ya que conquistó derechos. No va a aceptar una mera administración que mantenga el statu quo.”
Fernando Pereira, coordinador de la central sindical PIT-CNT, calificó de revolucionaria la última década y enumeró lo ganado. “No sólo se trata de la negociación colectiva, de las ocho horas de trabajo para el peón rural, también se trató del cambio de modelo de relaciones laborales; veníamos de un mercado laboral desregularizado.” Consultado acerca de lo que falta resolver, Pereira señaló que es un imperativo achicar la brecha entre ricos y pobres. “El 20 por ciento más rico concentra el 50 por ciento de la riqueza. Hay sectores que deberían gravar más.”
Asimismo, la agenda de derechos se amplió con la aprobación de leyes como matrimonio igualitario, aborto y regulación de la marihuana. “Organizaciones sociales, feministas y derechos humanos van a reclamar más cambios, es decir, que la agenda no se termina acá”, sostuvo Caetano, analista de la Universidad de La República.
El estilo auténtico del actual mandatario también sedujo al electorado. José “Pepe” Mujica goza de una alta aprobación, su partido Movimiento de Participación Popular (MPP, ex Tupamaros) fue el más votado dentro del Frente Amplio, con lo que hará valer su liderazgo en asuntos en los que discrepe con Tabaré. Uno de esos aspectos tiene que ver con la política exterior: mientras que Mujica tuvo una vocación integracionista, cercana a Venezuela y dialoguista con Argentina, Tabaré es más proclive a flexibilizar el Mercosur, a fin de que cada socio pueda acordar tratados comerciales por fuera del bloque. Tabaré sabe de enfrentamientos con la vecina orilla, a raíz del litigio por la instalación de las papeleras. En ese sentido, la relación con Argentina será uno de los principales desafíos en política exterior. A todo esto, las corrientes más de izquierda dentro del oficialismo se vieron favorecidas en la composición del Congreso, con la presencia de Constanza Moreira –quien compitió en las internas con Tabaré–, Macarena Gelman y Luis Puig.
La situación es compleja para la oposición uruguaya, después de que el oficialismo retuviera el control parlamentario y a la luz de los resultados de ayer. El experto Jorge Lanzaro señaló diferencias importantes entre el Partido Nacional y el Partido Colorado. “Los nacionalistas tienen dos sectores, el de Lacalle Pou y el de Jorge Larrañaga, siempre es mejor tener dos sectores que uno. Y si bien se pensó que el perfil de Larrañaga (a quien llaman El Guapo, por ser confrontativo) podría desdibujar a Lacalle Pou, éste mantuvo su estilo y lo seguirá cultivando”, aseguró el politólogo de la Universidad de La República. Puertas adentro, algunos nacionalistas criticaron la estrategia de Lacalle Pou “por la positiva”, eludiendo atacar a su rival. Para Lanzaro el liderazgo colorado de Pedro Bordaberry perdió peso y se erosionó.
“Bordaberry no armó fórmula con José Amorín Batlle. Muchos batllistas no acompañaron a Bordaberry en su respaldo a Lacalle Pou y decidieron votar por Vázquez. Es decir, lo desafiaron.”
Lacalle Pou votó minutos después del mediodía –en medio de las fuertes lluvias que caían sobre el Departamento Canelones– y aseguró que “la tarea de un gobernante es abrirle el mundo al uruguayo que trabaja”. Vázquez sufragó en La Teja, en el popular Club Arbolito del que fue fundador y presidente. Nació en La Teja, en 1940, donde creció e hizo sus estudios de Medicina y donde los vecinos lo reciben como visitante ilustre. Hoy Tabaré vive en El Prado, un barrio de clase media, media alta en una bonita residencia con dos banderas en su fachada: la de Uruguay y la del Frente Amplio.
En el colegio San Francisco de Sales del Prado no cesaba el movimiento de votantes, muchos con bastón, en las primeras horas de la tarde pese a la persistente lluvia. Olga Correa, jubilada, dijo que votó por Tabaré “con reservas”. “Creo que el gobierno hizo cosas buenas, pero aumentó poco las jubilaciones y subió mucho el costo de vida.”
Un hombre que salió de votar dijo que su opción fue Lacalle Pou, pero por la negativa. “El Frente Amplio le da 10 mil pesos (400 dólares) al que no trabaja, a los ni-ni, y un jubilado saca menos”, dijo Pedro Bértola, ex empleado de Phillips.
Pasó una mujer más joven, empleada en cobranza, cuya respuesta sonó a eslogan: “Siempre Tabaré”. “El Frente Amplio hizo muchas reformas, se ocupó de los pobres, construyó viviendas. Atendió a los barrios”, dijo Nubia Turena. Por la noche, en la 18 de Julio, resonaría largamente el “siempre Tabaré”.
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