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El abogado de Alejandro Vandenbroele, ex titular de Ciccone Calcográfica, confirmó ayer que su cliente presentó un escrito de 116 páginas en las que devela que el financista Raúl Moneta es quien estuvo siempre detrás de The Old Fund, la empresa controlante de Ciccone, y que fue Moneta el que aportó el dinero para rescatar a la que por entonces era la única empresa privada con capacidad para fabricar billetes. De esa manera, se confirmó el adelanto exclusivo de Página/12, que dio cuenta de la presentación del escrito por parte del abogado Germán Soria ante el juez Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello. Ayer, el letrado reafirmó que su defendido, Vandenbroele, “no conoce ni siquiera de vista al vicepresidente Amado Boudou”. Uno de los puntapiés iniciales del expediente fue justamente una declaración de la ex esposa de Vandenbroele, Laura Muñoz, que afirmó que ambos eran amigos de la infancia y que Vandenbroele era testaferro de Boudou. Hasta el momento no apareció ni un solo indicio –fotos, mails, llamadas telefónicas– de esa relación y ahora Vandenbroele lo ratificó por escrito.
El abogado Soria concedió una larga entrevista al programa Guetap, que conduce Reynaldo Sietecase en Radio Vorterix. “Raúl Moneta aportó, mediante muchas sociedades, los fondos para levantar la quiebra en que estaba sumida Ciccone –explicó Soria–. Mi cliente fue contratado por un integrante de la familia Ciccone, Guillermo Reinwick, ante el hecho de que la empresa estaba quebrada y el juez le había entregado las máquinas al principal competidor, Boldt S.A. Se firmó un contrato de confidencialidad y por eso mi cliente no habló hasta este momento, cuando ve la necesidad de defenderse.”
“En el sistema financiero que se armó –detalló el abogado–, Moneta es el titular de muchas sociedades que aportaron el dinero y The Old Fund fue un instrumento para equilibrar a todas las partes interesadas. Todo fue un acuerdo entre privados. Mi cliente ni siquiera conoce de vista a Boudou y no se contó con ningún guión armado por funcionarios del Gobierno.”
Como se recordará, Moneta es un polémico banquero que protagonizó en los 90 la caída de los bancos República y Mendoza. El Senado de los Estados Unidos lo investigó por lavado de dinero y por las operaciones entre un banco de Bahamas, el Federal Bank, de su propiedad, el Citi de Nueva York y el República.
Según señalaron quienes participan de la investigación judicial, la presentación de Vandenbroele beneficia a Boudou. En primer lugar, porque presentaron evidencias –que habrá que corroborar– del origen de los fondos y las cuentas a través de las cuales Moneta giró el dinero. Hasta ahora sobrevolaba la idea de que los fondos fueron aportados por Boudou o sus allegados. A esto hay que agregar que una de las imputaciones parece más bien endeble, la que surge del dictamen que firmó Boudou sobre el plan de facilidades propuesto por Ciccone a la AFIP. En Tribunales afirman que ese texto “es razonable” y no mostraría favoritismo, más aún teniendo en cuenta que el plan de facilidades propuesto fue finalmente rechazado. Por último, está la imputación por enriquecimiento ilícito que el juez y el fiscal siguen investigando. La presentación de Vandenbroele no suma ni resta en esa cuestión.
Esta semana, la Sala I de la Cámara Federal se va pronunciar sobre tres aspectos de la causa Ci-ccone. En primer lugar, si es válido el testimonio de Laura Muñoz, la ex esposa de Vandenbroele. Los dichos de la mujer fueron impugnados por las defensas porque en un matrimonio, un cónyuge no puede declarar contra el otro. Todo indica que la Cámara dará por nula la declaración de Muñoz. También deberá pronunciarse sobre allanamientos y otras medidas adoptadas por el entonces fiscal, Carlos Rívolo. En todo caso, la declaración de Vandenbroele arrasa con uno de los principales misterios que existían en el expediente hasta ahora: la propiedad de The Old Fund y el origen de los fondos con los que se levantó la quiebra de Ciccone.
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