Aunque la asunción oficial se llevará a cabo el lunes por la tarde en la Casa Rosada, Agustín Rossi y Arturo Puricelli ya se encuentran trabajando como si estuvieran al frente de sus flamantes cargos. Los nuevos ministros de Defensa y Seguridad se reunieron ayer por la mañana con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la residencia de Olivos, en sendos encuentros de una hora cada uno, en los que se comenzaron a delinear los primeros pasos de cada uno en los nuevos roles que les toca ocupar. Luego de recibir a los funcionarios, la mandataria viajó rumbo a Santa Cruz, donde pasará el fin de semana junto a su familia.
Antes de la reunión, Puricelli había confirmado la continuidad del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en su cargo, y manifestado su adhesión a “la propuesta de seguridad democrática” del gobierno nacional, “absolutamente respetuosa de los derechos humanos, de la disidencia y de la protesta social”. El ex titular de la cartera de Defensa, además, respondió a las críticas sobre su paso por ese ministerio, que, aseguró, dejó “en orden” para la llegada de Rossi, su sucesor.
“Esta responsabilidad que me da la Presidenta no es menor y va a exigir el mayor de mis esfuerzos para colaborar en eso. Afortunadamente tengo un gran colaborador como Berni, que se ha puesto la tarea operativa de la seguridad al hombro y está ahí donde están los problemas”, aseveró Puricelli en declaraciones radiales. El funcionario sostuvo que su misión es que “la gente se sienta cada vez más segura y realmente se termine con este flagelo del delito”, aunque siempre dentro de las líneas establecidas por el gobierno nacional desde 2003.
En este sentido, afirmó que la campaña antártica, que fue objeto de denuncias, está “perfectamente cumplida” con excepción de una parte del abastecimiento de combustible de la base Vicecomodoro Marambio. Para el ministro, “más allá de lo que dicen algunos medios”, el Estado argentino se encuentra “en condiciones de abastecer perfectamente a la Antártida”. Además destacó el proceso de “modernización integral del Irízar” que se está llevando adelante y que pondrá a esa nave “en los mejores niveles de los rompehielos de última generación” para el año próximo.
También, en un repaso de su gestión al frente de Defensa, destacó “la puesta en marcha y en funcionamiento de la Fábrica Argentina de Aviones, la producción en serie por primera vez en la historia de los aviones Pampa como entrenadores avanzados y, después, como avión táctico, que es lo que tenemos pensado para dentro de dos años”. Subrayó la “puesta en funcionamiento y recuperación para la actividad naval del Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar), que comprende Almirante Storni y Tandanor, que se recuperaron y que, por cierto, funcionan perfectamente”.
Por su parte, Rossi, luego de charlar a solas durante una hora con la mandataria, se ocupó de la doble tarea de coordinar el pase de manos del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, que quedará en manos de Juliana Di Tullio, al tiempo que se mete de lleno en su nuevo tema de injerencia, con el que no tenía familiaridad previa. Fuentes de las Fuerzas Armadas manifestaron ayer su “sorpresa” por la designación, pero también aseguraron su voluntad de trabajar con el nuevo responsable político del área siguiendo los lineamientos decididos por CFK.
En tanto, la mesa federal de la Corriente Nacional de la Militancia, el espacio del que Rossi forma parte dentro del colectivo oficialista Unidos y Organizados, emitió ayer un comunicado felicitando por su designación al legislador, a quien calificaron como “pilar fundamental en el sostén de las transformaciones políticas del Gobierno en el Congreso nacional”. El mensaje, firmado por legisladores, funcionarios y dirigentes embanderados en ese espacio, concluye asegurando que la designación del rosarino como miembro del gabinete “profundiza el compromiso de trabajar unidos y organizados por la consolidación del proyecto nacional y popular”.
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