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“No era una campaña de miedo sino una campaña de la verdad”, dijo ayer el ex candidato presidencial Daniel Scioli al cerrar el encuentro de la Corriente Nacional de la Militancia, del que participó un centenar de dirigentes del peronismo, entre legisladores nacionales, provinciales, de la Ciudad de Buenos Aires y del Mercosur, dirigentes sindicales y representantes de distintas organizaciones políticas y sociales. “No podemos ser indiferentes”, planteó Scioli, que criticó duramente las medidas tomadas por Mauricio Macri en su primera semana en la Casa Rosada e hizo un fuerte llamamiento a la unidad del peronismo.
“Tenemos la enorme responsabilidad con ese esfuerzo titánico que hizo el corazón de nuestro espacio político, que es la militancia, defenderlo, interpretarlo, representarlo más que nunca en la defensa de sus derechos y en especial cuando no dejaron pasar más de una semana, ni siquiera dejaron pasar las fiestas, las vacaciones, para ejecutar un ajuste brutal, una transferencia de recursos hacia los sectores concentrados de la economía sin precedentes”, denunció el ex gobernador en el comienzo de su discurso, que dio cierre a la jornada.
“La distribución del ingreso que ya se ha visto afectada”, advirtió Scioli, que apuntó que “el salario mínimo vital y móvil bajó de 625 dólares a 427” luego de que el gobierno nacional decidiera liberar el mercado cambiario. “Lo que hace a la esencia de nuestro espacio político es la defensa de los trabajadores, de los humildes y de la clase media –agregó—. El salario es el motor de nuestra economía, y ellos tienen una concepción de que hay que recortar el salario como sea porque Argentina tiene salarios muy altos. La competitividad debe buscarse de otra manera.”
El plenario había comenzado poco después del mediodía en la UMET. Allí se sucedieron una serie de debates en torno del futuro del Frente para la Victoria como principal actor de la oposición al gobierno nacional, de los que participaron militantes, ex funcionarios, legisladores, docentes, estudiantes y dirigentes sindicales. Entre otros, estuvieron allí los parlamentarios del Mercosur, Agustín Rossi y Daniel Filmus; y el ex presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde. En la concurrencia había representantes de todos los sectores del Frente para la Victoria, tanto peronistas como aliados: desde los bonaerenses Alberto Pérez y Cristina Alvarez Rodríguez hasta Ricardo Forster y Eduardo Jozami, de Carta Abierta, pasando por la ex directora del Banco Central Mercedes Marcó del Pont, el ex diputado Carlos Heller y el titular del PJ porteño, el dirigente sindical de encargados de edificio Víctor Santa María, que ofició de anfitrión.
“El ejercicio de la oposición no significa solamente hablar sino escuchar lo que dice nuestro pueblo. Tenemos que ser más exógenos que endógenos, hay que hacer más política para afuera”, dijo a su turno Rossi, que agregó que sólo “trabajando y haciendo política con el conjunto del pueblo” es que “se construirán las nuevas mayorías populares” necesarias para volver al gobierno en el próximo turno electoral.
En el mismo sentido se manifestó Filmus, que habló del “desafío de construir un espacio más amplio y plural para frenar las medidas que perjudican a sectores populares y avanzar en propuestas concretas”. Para el parlamentario regional, la clave es ver “cómo hace para que el proyecto neoliberal y las medidas que tomó Macri en esta primera semana no golpeen” a quienes se encuentran más desprotegidos. “Este encuentro tiene que ver con propuestas y con poder recuperar el gobierno para el pueblo”, propuso.
En el cierre, Scioli también hizo énfasis en la importancia de “buscar la unidad” del espacio. “Van a hacer todo lo posible para dividirnos. Que peronistas por un lado, que kirchneristas por otro, que movimientos sociales por otro”, advirtió, antes de insistir con que el “concepto estratégico” es “la unidad de la diversidad de los espacios que conforman el proyecto político” que gobernó el país hasta el 10 de diciembre y hoy representa al principal espacio opositor a las políticas macristas.
Al respecto, luego criticó a “algunos compañeros que piensan en llevar agua para su molino” para “posicionarse de cara a 2019”. Para el ex gobernador, “eso es ser funcional a lo que quiere el gobierno de Macri” que es “dividir y debilitar este espacio”. Por el contrario, destacó “a la militancia que se puso la campaña al hombro”, “al trabajo que se hizo en las redes sociales” y a “la maravillosa juventud que no fue indiferente sino que salió a comprometerse en búsqueda de un futuro mejor”.
El ex candidato presidencial continuó así la tarea que se propuso tras la derrota electoral a manos de Macri en el ballottage: articular entre los diferentes sectores del peronismo. El jueves había estado reunido con el bloque de diputados del FpV, poco antes de la marcha de la que participaron los legisladores contra el gobierno de Macri. Esta semana tiene previsto otro encuentro similar, con la bancada de senadores, mientras que en la sede porteña de la Fundación DAR recibe a diario a dirigentes de todas las ramas del peronismo.
En su plan, la primera meta son las elecciones internas del peronismo, que se realizarán en el primer semestre de 2016, aunque todavía no decidió si buscará presidir el Partido Justicialista a nivel nacional o si se recostará en el PJ bonaerense, un ámbito que conoce mejor y en el que se siente más cómodo. Más lejos en la línea de tiempo aparece otro objetivo: las elecciones para elegir senador por la provincia de Buenos Aires, en octubre del 2017.
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