Luego de que el periodista Víctor Hugo Morales fuera sorpresivamente despedido de Radio Continental minutos antes de que comenzara su programa La Mañana, numerosas voces se alzaron en rechazo de la medida, a la que interpretaron como un ataque a la libertad de expresión. Bajo el hashtag #VHMCensurado cientos de personas manifestaron en las redes sociales su solidaridad con Morales, y organismos de derechos humanos, legisladores y gremios resaltaron cierta consonancia entre las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri y el “blindaje” que le ofrecen los empresarios mediáticos al tomar decisiones que silencian “miradas críticas”. Desde sectores cercanos al kircherismo convocaron a una marcha a Plaza de Mayo para hoy a las 18 en apoyo al periodista desplazado y en defensa de la pluralidad de opiniones. También Cristina y Máximo Kirchner expresaron su rechazo al despido (ver página 4).
“Los dueños de la emisora, evidentemente, quieren una relación amistosa con el Gobierno y para ello están dispuestos a alinear su discurso aún a costa de prescindir de su ciclo de mayor audiencia”, denunciaron desde Abuelas de Plaza de Mayo, y agregaron que “la ciudadanía tiene derecho a escuchar todas las voces”. El organismo presidido por Estela de Carlotto relacionó la decisión de los propietarios de Radio Continental con el nuevo rumbo del gobierno nacional que, según afirmó, “ha nombrado inconstitucionalmente a dos jueces en la Corte Suprema, ha avasallado por decreto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y ha avanzado contra las políticas de memoria, verdad y justicia”.
Desde el Serpaj que conduce el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) reclamaron en un comunicado conjunto “que la libertad de empresa no mate la libertad de expresión” y calificaron el cese de Morales en la emisora como una “mordaza más de las que viene poniendo el gobierno de Macri, en un intento de disciplinamiento a través de las empresas privadas”.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria rechazó la “censura” del periodista y manifestó preocupación por “la ejecución por parte del gobierno de Mauricio Macri de un plan para imponer a la sociedad una sola mirada de la realidad, acallando toda voz que pueda representar una disidencia con su gobierno”. Los diputados consideraron que el despido de Morales no representa un hecho aislado, sino que se da en el marco de “un verdadero apagón informativo”, y aseguraron que “como representantes del mandato popular y primera minoría política en la Cámara de diputados” seguirán “accionando para que se respete democráticamente la plena libertad de expresión de todos los sectores del periodismo”.
“Cuando el Estado elige la arbitrariedad y el autoritarismo, ciertos empresarios se sienten liberados de toda atadura y avanzan sin límites, cueste lo que cueste, para favorecer sus intereses o congraciarse con los gobernantes de turno”, opinó Agustín Rossi. El parlamentario del Mercosur por el Frente para la Victoria consideró que el despido de Morales “es un paso más en la reorientación de un Estado que deja de proteger a los más débiles y necesitados para ponerse del lado de los poderosos”.
Para Eduardo Jozami “la presencia en el aire de Víctor Hugo era intolerable para el gobierno de Cambiemos, el poder económico y el monopolio mediático”, porque fue “denunciante de tantos atropellos sucedidos en sólo un mes, vocero de todos los que fueron reprimidos o vieron recortados sus derechos”. El ex director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti agregó que “quienes prometieron más República y vigencia de la libertad de expresión hoy están silenciando prolijamente todas las voces opositoras, mientras violan la Constitución Nacional”.
En el mismo sentido, el referente de Socialistas para la Victoria, Jorge Rivas, consideró que la “censura” del gobierno de Macri era “previsible”. “Nadie que conozca mínimamente la historia reciente del país debería mostrarse sorprendido –dijo–, y si alguien esperaba de buena fe que la derecha se mostrara tolerante con el disenso, pecaba de una enorme ingenuidad.”
El Frente Progresista Popular de Aníbal Ibarra y sus partidos aliados consideraron que “la decisión de dejar sin micrófono a Víctor Hugo Morales es un hecho que excede una relación contractual entre un periodista y una radio” y sostuvieron que, por el contrario, “es una medida acordada con el gobierno nacional para sostener una hegemonía mediática que respalde un programa político y económico regresivo y represivo”. Desde el gremio Ctera calificaron la salida forzosa de Morales como “un nuevo retroceso democrático” y señalaron que “el blindaje demostrado a Mauricio Macri por las corporaciones mediáticas se ha expandido y bloquea y acalla las voces que tienen otras miradas y otras opiniones”.
Los repudios también llegaron desde el otro lado de la Cordillera. La diputada chilena Camila Vallejo envió su apoyo “al gran comunicador latinoamericano Víctor Hugo Morales frente a su despido arbitrario”.
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