El debate de ideas estuvo ausente en la agenda de la celebración oficial por los 200 años de la Declaración de la Independencia y la comunidad universitaria decidió ocupar ese lugar. El Foro Universitario por el Bicentenario de la Independencia Nacional cerró el viernes, en la sede de Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, el ciclo de charlas que compartieron docentes, investigadores y estudiantes de treinta centros de estudios de todo el país para discutir los avances y retrocesos en materia de derechos, soberanía y autodeterminación nacional a lo largo de dos siglos. El broche, centrado en un balance de la gestión kirchnerista y en el retroceso al neoliberalismo de la mano del gobierno actual, lo pusieron el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni; la investigadora del Conicet Marisa Herrera; el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky; y el politólogo Ernesto Calvo. “Llevamos 200 años peleando contra el colonialismo. Hoy la pelea es contra una fase avanzada de ocupación neocolonial representada por los CEO de corporaciones transnacionales sentados en nuestros ministerios, comandados por un virrey que ganó por un puñado de votos y sin embargo manipula los tres poderes del Estado”, reflexionó Zaffaroni, antes de advertir sobre la necesidad de crear “una nueva institucionalidad” consagrada “en una nueva Constitución”, que exprese “un modelo de Estado de resistencia al colonialismo”.
“Una constitución que exprese una idea fuerza de Estado para la liberación fue la gran deuda pendiente de estos años de recuperación de derechos”, sintetizó el ex juez de la Corte, quien basó su exposición alrededor de esa idea. “Los únicos gobiernos populares que se mantienen en la región, Bolivia, Ecuador y Venezuela, son aquellos que asentaron los derechos conquistados en una Constitución”, dijo, y agregó que esa es la única forma de “no caerse a partir del menor ventarrón”. Son las fragilidades del sistema institucional heredadas por los gobiernos populares, aseguró, los que permitieron el retorno de gobiernos de derecha, y puso como ejemplo el golpe contra Dilma en Brasil. “Si hubiese ganado Scioli nos habría pasado lo mismo, la derecha hubiera tucumanizado el país”, ejemplificó en base a las elecciones a nivel provincial que Cambiemos intentó impugnar y a partir de la cual instaló la idea de fraude durante la campaña presidencial del año pasado.
“El subdesarrollo es lo contrario de la independencia, es un producto del colonialismo y genera, en toda América Latina, un genocidio por goteo, basado en la desigualdad y las muertes por homicidio”, encuadró Zaffaroni para aclarar luego que “derechos sociales e individuales son la misma cosa, es imposible uno sin el otro”.
El titular del CELS, Horacio Verbistky, hizo hincapié en un eje similar: la irreversibilidad o no de los derechos conquistados durante la última década. “Voy a decir dos cosas, que pueden resultar contradictorias pero que no lo son”, introdujo. “Lo primero es que nada es irreversible. Todo lo podemos perder. Y eso es lo que estamos viendo en un país cuyo gobierno ganó por apenas un 2 por ciento y actúa como si tuviera el mandato de arrasar con temeridad sobre los derechos del pueblo”, dijo, y puso como ejemplo los programas estatales desarticulados a partir de los despidos masivos, en especial en los programas Verdad y Justicia de la Secretaría de Derechos Humanos y en las comisiones del Banco Central y la CNV dedicadas a investigar los delitos económicos durante la última dictadura.
“Precisamente por más que desarticulen esos programas, hay logros y conquistas que no se pueden volver atrás, y es el caso de los juicios de lesa humanidad, que sin dudas este gobierno tiene la intención de frenar, pero no puede”, aseguró. El caso paradigmático, dijo, fue la renuncia de Darío Lopérfido, “ese facho de colección”, al ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. “Es la prueba de que hay una minoría intensa contra la que no pueden”, sostuvo.
“Todos los avances de estos años se dieron por la articulación entre minorías intensas y el sistema político. Mantener esa unidad es una de las claves para resistir los avances”, fue una de las conclusiones que más celebró el público, que rió cuando el columnista de Página/12 dijo que “fue un pensamiento casi inteligente del Presidente haber dicho que lo iban a tildar de loco si confesaba su plan de gobierno”.
Sobre el final de su exposición, Verbitsky disparó contra “la más grave regresión de estos tiempos: la reaparición de la Iglesia Católica Apostólica Romana al centro de la escena política argentina” a partir del papado de Bergoglio, “quien tiene la habilidad política de hacer bailar a los dirigentes el baile que él quiere”; y recordó que la Iglesia “es el principal opositor al derecho al aborto legal”.
La charla fue en el aula 300 de la sede que Sociales tiene en Constitución, que desbordaba. “Como pasó el 25 de mayo, el sábado vamos a tener mucho desfile militar pero poco debate, por eso estamos acá, para debatir sobre lo que nos pasó y los que nos pasa, y es la universidad el ámbito para darlo”, dijo Daniel Filmus, quien se encargó de coordinar las exposiciones y pasarle la palabra a Ernesto Calvo primero y a Marisa Herrera después.
“Esta época la vamos a recordar como un momento de retroceso de derechos”, dijo Calvo, quien repasó las conquistas sociales desde la vuelta de la democracia. Herrera hizo un pormenorizado repaso por el nuevo Código Civil, en cuya elaboración participó, y llamó a la comunidad científica a “redoblar los esfuerzos para que la ciencia continúe haciendo aportes a la emancipación”.
Informe: Matías Ferrari.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.