El país|Miércoles, 14 de julio de 2004

Por Felipe Yapur
y Santiago Rodríguez

Hay tiempo todavía, sin embargo el presidente Néstor Kirchner no descuida el tema. A pesar de que falta poco más de un año, en las oficinas del gobierno nacional el recambio de las cámaras legislativas no es un tema menor. Mientras la candidatura a senadora por la provincia de Buenos Aires de Cristina Fernández Kirchner prepara su desembarco, los hombres del Presidente leen con fruición las encuestas de posibles aspirantes a diputado nacional por la Capital Federal. Según pudo saber este diario, Kirchner se entusiasma con el respaldo que obtienen el canciller, Rafael Bielsa, y el ministro de Educación, Daniel Filmus.
El objetivo del Gobierno es avanzar en el control político de los diferentes resortes de poder del país. Uno de ellos es la representación parlamentaria que, de paso, se engarza con la tarea de desactivar el poder de Eduardo Duhalde. Hacia allí se direcciona la candidatura de la esposa del Presidente en el principal distrito electoral nacional. La Capital Federal no está exenta en este proyecto.
En la idea del Presidente, según confiaron sus colaboradores, se hace preciso terminar con “los aprietes duhaldistas”. A la hora de ejemplificar los dichos destacan “las cosas que tuvimos que escuchar, los pedidos de algo a cambio que realizaron algunos senadores para votar la Ley de Responsabilidad Fiscal a pesar de que los gobernadores ya les habían ordenado que la votaran. Esto se tiene que terminar definitivamente”.
Fiel a su costumbre de leer encuestas de opinión, el Presidente las recibe y las devora inmediatamente. Las últimas que recibió están relacionadas con las candidaturas a diputados nacionales. En el Gobierno ven con buenos ojos el alto porcentaje de imagen positiva que tiene Bielsa y consideran que es un candidato fuerte. Aunque no arriesgan qué posición de la boleta puede llegar a ocupar, tienen resuelto seguir incluyéndolo en los sondeos para ver cómo evoluciona su figura.
Si hoy le dieran a elegir, Bielsa preferiría quedarse en la Cancillería, pero sabe que en última instancia tendrá que hacer lo que Kirchner diga. También especula con que un triunfo en las elecciones del año próximo lo dejaría muy bien posicionado en la pelea por la Jefatura de Gobierno porteño en el 2007.
“Acá está cómodo y convencido de que es el lugar donde mejor puede desarrollarse, aunque si el Presidente le pide que sea primer candidato a diputado es muy difícil que pueda decirle que no”, contó uno de sus allegados. Lo que sí advierte el equipo político que acompaña a Bielsa es que su eventual candidatura debería darse en el marco de un acuerdo con el sector del kirchnerismo porteño que encabeza el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
En las oficinas presidenciales cuentan que al canciller lo siguen muy de cerca el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y más atrás Filmus y Fernández. Ante ello, en el ala política del gabinete comenzaron ya a pergeñar el armado de una boleta de diputados que también deberá incluir a hombres de Aníbal Ibarra, en virtud del acuerdo que Kirchner mantiene con el jefe de Gobierno porteño.
“Roberto (por Lavagna) podría ser un buen candidato”, sostuvo ante este diario uno de los más altos exponentes del Gobierno, aunque de inmediato aclaró que sería más conveniente que continuara al frente de la cartera económica.
–Convengamos que no puede ser considerado un kirchnerista –chuceó Página/12 al hombre del Gobierno.
–Hmm... No, no lo es –respondió bajito quien abre sin inconvenientes las puertas de los despachos de la Rosada.
De la lista de nombres que surgen de las consultas de opinión, Lavagna no es el único que no participará de los comicios parlamentarios. El otro es Fernández, a quien el Presidente ya le dijo que lo quiere a su lado hasta el 2007. Ese año finaliza el mandato de Ibarra y el jefe de Gabinete es uno de los que aspiran a sucederlo.
El que sí estaría en la boleta es Filmus, al decir de los principales colaboradores de Kirchner. “Todavía no mostró cuál es su techo”, es el comentario generalizado entre los que analizan las encuestas con el Presidente.
Si bien el ministro no dijo nada al respecto, algunos diputados porteños que dicen conocer su pensamiento aseguran que no quiere abandonar Educación. Es más, estos legisladores sostienen que, más allá de los cabeza de lista que pueda encontrar el Gobierno, lo importante es conseguir otros candidatos que tengan suficiente peso político para darle mayor cuerpo electoral a la boleta. Incluso consideran que no hay que limitarse a la lista oficial, sino que si es posible se debe apostar a la formación de nóminas transversales “porque si queremos controlar el Congreso para no depender más de las negociaciones con el duhaldismo, entonces tenemos que abrir un abanico de ofertas interesante para la complicada sociedad porteña”.
Filmus es una de las posibilidades a las que siempre remiten los hombres de Ibarra cuando de candidatos para el 2005 se trata. En la Jefatura de Gobierno no desconocen tampoco que Bielsa aparece bien posicionado en las encuestas, pero evitan entrar hoy en la discusión de las candidaturas. “No es momento”, repite Ibarra, aunque al otro lado de la Plaza de Mayo sus socios ya tienen en carpeta al ministro de Educación y al canciller.

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