En un informe desclasificado del Departamento de Estado norteamericano fechado el 19 de septiembre de 1979 consta que Carlos Grosso fue secuestrado en Chaco el 17 de mayo de 1978. El documento firmado por el embajador Enrique J. Ros agrega que se interesaron por su paradero el dirigente peronista Felipe Bi-ttel y la propia Embajada de los Estados Unidos, que consultaron y no obtuvieron ninguna respuesta de la policía de Chaco ni del Cuerpo I de Ejército. El informe no menciona la gestión de Macri. Según ex funcionarios de la Dinea que pidieron no ser mencionados, hubo dos tandas de secuestros, los cautiverios se extendieron durante dos semanas, todos sobrevivieron pero ninguno se presentó jamás a declarar.
Grosso nunca denunció su cautiverio. Su primera reacción ante la consulta de Página/12 fue: “Si en treinta años no hablé no voy a empezar ahora. Sé que Macri se jugó fuerte para saber dónde estaba, como también se jugaron Deolindo Felipe Bittel, dirigentes sindicales que amenazaron con que la delegación argentina no iba a la OIT (Organización Internacional del Trabajo) si yo no aparecía, y también militares peronistas amigos.
–¿Sabe dónde estuvo secuestrado?
–Imagino que hay una historia mal contada sobre el lugar donde estuve. Vi hace poco que hicieron un partido de fútbol en Morón, donde había un ex arquero de fútbol...
–Claudio Tamburrini. Mansión Seré.
—...Exacto, y dice que su fuga significó el cierre del lugar (Tamburrini y otros tres secuestrados lograron huir de ese centro clandestino el 24 de marzo de 1978. Días después la Fuerza Aérea trasladó al resto de los cautivos y quemó el caserón de Morón). Nosotros llegamos a ese lugar dos semanas después y nos la comimos dobladita. Fuimos como veinticinco personas que habíamos trabajado en la Dinea. Nos soltaron porque ninguno tenía nada que ver con la cuestión de la guerrilla. Militábamos en otras líneas del peronismo.
–¿Cuánto tiempo estuvieron secuestrados?
–Un mes, un mes y medio.
–¿Había más gente además del grupo de la Dinea?
–Había otra gente, pero no tuve demasiado contacto con ellos. Me maltrataron bastante, y estuve bastante aislado.
–Macri dice que usted estaba condenado a muerte y que logró que lo liberaran bajo su responsabilidad. Usted dice que liberaron a los veinticinco de la Dinea. ¿Incidió Macri?
–Bueno, todo aquel que haya hecho algún gesto para que uno pudiera salir con vida se va a atribuir parte de ese salvataje. Está bien, tiene derecho a decirlo.
–¿Sabe ante quién intercedió?
–No tengo idea. Nunca he desandado el tachito de ese tiempo. Para mí es un tema más en mi historia.
–¿Nunca pensó en denunciar su caso?
–Creo que quienes tuvieron parte en el asunto hicieron denuncias suficientes y siempre los ayudé, pero no era mi tema porque no tenía que haber estado ahí.
–Nadie que haya estado secuestrado va a decir que tenía que haber estado ahí y sin embargo miles exigen justicia.
–Sí, pero creo que está bueno así. Para mí fue una forma de reconstruir mi vida.
–¿Estuvo detenido también en Superintendencia de Seguridad Federal?
–Una noche en policía, sí.
–¿Y tuvo una tercera caída?
–No, las únicas, más que suficientes.
–¿Por qué secuestraron al grupo de la Dinea?
–Había un chico, el primero que tomaron, que tenía algunas relaciones con la guerrilla y se ve que cuando lo interrogaron dijo que había trabajado en la Dinea. Entonces empezaron a buscar a todos los que pudieron.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.