Por el memorándum de entendimiento con Irán anunciado el lunes, la República Islámica acepta que la Justicia argentina interrogue a los acusados por el atentado a la sede de la colectividad judía de la calle Pasteur, donde murieron 85 personas. Entre ellos están el ministro de Defensa de Irán y dos candidatos presidenciales, por lo cual la firma del acuerdo no provocó menos conmoción allí que aquí. El canciller iraní debió dar explicaciones durante seis horas a un consejo superior religioso. La AMIA exige que Irán refrende en forma explícita que el fiscal Alberto Nisman y el juez Rodolfo Canicoba Corral realizarán en Teherán una indagatoria de los acusados, de acuerdo con la ley argentina, pero al mismo tiempo anticipa que aún así se opondría, alegando una desconfianza esencial en la teocracia y el negacionismo iraníes. ¿Acaso también duda de la solidez de las pruebas colectadas por Nisman, quien está operando en forma intensa contra el acuerdo entre los familiares de las víctimas? La negociación comenzó en setiembre del año pasado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, entre los cancilleres Héctor Timerman y Ali Akbar Salehi. Timerman informó también en Naciones Unidas a su colega israelí, Avigdor Lieberman, quien rechazó cualquier negociación con el régimen persa. “Si no podemos hablar con Irán, ¿qué hacemos con los acusados, mandamos un comando o un avión y los matamos, como hacen otros? No es nuestra política ni tenemos la capacidad para hacerlo”, respondió Timerman. Lieberman no respondió. En cambio un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano, que interviene en las negociaciones nucleares con Irán, le dijo a Timerman que no veía objeciones a negociar, lo cual refleja una línea interna que se afirmó en la administración norteamericana una vez reelecto Obama, mientras otro sector influido por Israel no consiente avenimientos y presiona por bombardeos. El acuerdo fue firmado el 27 de enero en Etiopía. Entre ambas reuniones hubo dos encuentros, en Zurich y Ginebra, de los que participaron el viceministro Eduardo Zuain y la Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona. Desde Buenos Aires monitorearon el texto la presidente y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, quien prepara el envío del acuerdo al Congreso, que debe ratificarlo igual que el de Irán. Esa exposición de motivos no estaría lista esta semana, ya que recapitula con detalle todo lo actuado en la causa, desde que Cristina encabezó la comisión parlamentaria investigadora e incluyendo la apertura de archivos dispuesta por Néstor Kirchner, que derritió la versión oficial elaborada durante el menemismo y terminó con el presidente, su ministro del Interior, su jefe de Inteligencia y el juez de la causa en el banquillo de los acusados por falsificar pruebas. Cuando el texto comience a ser tratado por el Congreso, en la semana del cumpleaños 60 de la presidente, ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo invadirán el campo de la Justicia. Serán el fiscal y el juez quienes decidan el carácter procesal del acto a realizar. Los gobiernos y la comisión internacional de juristas sólo garantizarán que sea posible, a 19 años de los hechos. La premura por el aviso, que hizo la presidente con varios tweets, no permitió que el gobierno diera las explicaciones correspondientes a los familiares y a las organizaciones víctimas del atentado antes de la publicación del acuerdo. Luego de 29 horas de vuelo dese Adis Abeba, Timerman se afeitó y fue a ofrecer esas precisiones a la DAIA, la AMIA y Memoria Activa, que se dieron por satisfechas. Un familiar rezongó que llevaba diecinueve años esperando justicia. Timerman le respondió que debieron pasar 35 para que fueran condenados quienes secuestraron y torturaron a su padre. Pero la AMIA, surcada por divisiones internas y un inminente proceso electoral, exigió primero un documento aclaratorio y luego una renegociación del acuerdo con Irán. Ese pedido fue redactado por el rabino ortodoxo Samuel Levin del Centro de Altos Estudios Jafetz Jaim, en acuerdo con el rabino reformista Sergio Bergman, del PRO. En Israel, los ortodoxos no reconocen como rabinos a los reformistas, pero aquí tienen un acuerdo para impedir que grupos laicos conduzcan la mutual. El vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, le dijo a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que los tres cambios de opinión de la AMIA en 72 horas en un tema tan delicado se deben a la interna política, “en función de quienes dan las órdenes”. A este cuadro interno se suma la prioridad que para sectores poderosos de la AMIA tiene el alineamiento con la derecha israelí por encima del esclarecimiento del atentado. El gobierno entiende que no se trata de sumar garantías verbales sino de verificar en la práctica el cumplimiento de lo acordado. Ante una consulta oficial, INTERPOL respondió que sólo el juez que emitió las alertas rojas pidiendo la captura de los acusados puede levantarlas. No faltan aspectos picarescos. Una de las organizaciones sostuvo que no estaría de acuerdo si lo que se buscaba era aumentar el comercio con Irán. Timerman respondió que eso deberían decírselo al principal exportador argentino a ese mercado, lo cual sobresaltó al abogado de ese organismo: el cerealero mencionado también era cliente suyo.
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