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El gobierno porteño sumarió y cesanteó al ex director del Centro de Salud Mental Nº 3 Arturo Ameghino, Rubén Slipak, en una medida que para la Asociación de Profesionales de ese centro asistencial representa una “persecución ideológica”. Se trata de un nuevo capítulo de la ofensiva del Ministerio de Salud contra el director del Ameghino, quien había sido desplazado en 2009, pero que logró mantenerse en el cargo por una medida cautelar, que finalmente fue revocada. La diputada María Elena Naddeo denunció que el nombramiento de la nueva directora, Celina Fabrykant, “responde al lobby de la Asociación de Médicos Municipales y de los laboratorios” medicinales.
La resolución tomada contra Slipak es consecuencia de un sumario que instruyó la Procuración General porteña y la cesantía lleva la firma del ministro de Salud, Jorge Lemus. Fuentes de esa cartera enumeraron a Página/12 que las acusaciones contra el médico fueron “haber impedido que la doctora Fabrykant tomara posesión de su cargo, haber permitido que un grupo de personas ingresara a la dirección e impidiera el traspaso a la directora designada y haber firmado más de cien notas, arrogándose las facultades de director que no le eran propias”. Slipak podrá apelar la cesantía ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad.
Slipak fue reemplazado por Fabrykant en 2009, pero presentó un recurso de amparo que en principio le fue favorable, pero que fue revocado por la Cámara en mayo de 2010. El director cuestionó el concurso por el que fue designada su reemplazante porque no se permitió la participación de psicólogos, como prevé la Ley 448 de Salud Mental. Slipak se mantuvo en el cargo hasta noviembre de 2010.
Página/12 no pudo comunicarse con Slipak, quien se encuentra en el exterior. La delegada de la Asociación de Psicólogos, Estela Adra, justificó la permanencia del director en su cargo durante esos meses en que “el gobierno no asignaba ningún reemplazo y él tenía la convicción de que no se podía dejar descabezado al centro de salud”. Recordó que los profesionales se manifestaron en contra de la designación de Fabrykant con una sentada en el hall principal y que la designada directora “entró literalmente pisándonos”. Y negó que el director saliente hubiera permitido el ingreso de personas a su oficina para impedir la asunción de Fabrykant. “La puerta del despacho estaba abierta y adentro no había nadie.”
Los profesionales del Ameghino realizaron ayer un plenario abierto en el edificio de la avenida Córdoba 3120 para exigir la “inmediata reincorporación de quien fue director por más de ocho años de la institución, desde que ésta comenzó a ser autónoma del Hospital Ramos Mejía”. En la convocatoria hubo amplia presencia de legisladores y dirigentes del arco opositor. Entre ellos, los diputados Jorge Selser (Proyecto Sur), Francisco “Tito” Nenna, Gabriela Alegre y Juan Cabandié (Encuentro Popular para la Victoria), quienes junto a María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular) firmaron un proyecto de declaración que podría ser tratado hoy, expresando el “rechazo” de la medida y solicitanto al Ejecutivo su “revisión”.
En los argumentos, destacan que con su gestión el profesional desempeñó una gestión “francamente democrática”, que logró hacer ganar al Ameghino “un justificado prestigio a partir de su actividad asistencial, docente y gremial”, en concordancia con las disposiciones de la Ley 448. Y consideran que la aplicación de la Ley de Salud Mental “atenta contra los intereses corporativos, lo que le valió al profesional ganarse rencores irreconciliables y ser elegido como enemigo”.
Para los profesionales del Ameghino, la cesantía de Slipak “constituye una persecución ideológica, abuso de poder y se enmarca en la política represiva del macrismo que judicializa la protesta social, destruyendo lo público y atacando los derechos de los trabajadores”.
La diputada Naddeo, titular de la Comisión de Seguimiento de la Aplicación de la Ley de Salud Mental, aseguró a este diario que “la designación de Fabrykant responde al lobby de la Asociación de Médicos Municipales y de los laboratorios, que no permiten que los psicólogos concursen como directores, sino sólo los psiquiatras, que son los que medican”.
Por su parte, Adra denunció que la nueva directora “quiere reemplazar las vacantes de tres psicólogos jubilados compulsivamente por psiquiatras”. “Lo que se intenta con estas medidas –apuntó– es favorecer el modelo médico hegemónico.”
Informe: Rocío Magnani.
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