Un tanque del Ejército resiste el ataque de los Cascaduros mientras un grupo de civiles, con máscaras antigás, organiza la resistencia. Los episodios recrean la invasión extraterrestre ocurrida en 1963, la misma que relataron Germán Oesterheld y Francisco Solano López en El Eternauta y de la que ahora aparecen nuevos testimonios, como un video documental, fotos, el cráneo de un Gurbo y hasta un museo de la resistencia. El espacio se llama Huellas de la Invasión y es uno de los 105 que pueden visitarse en la cuarta edición de Tecnópolis, que se inauguró ayer y desde hoy al mediodía estará abierta al público. “Me dijeron que hacen falta cuatro días para recorrer todos los espacios”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en la inauguración, acompañado por ocho ministros. Tal vez se quedó corto.
La megamuestra estará abierta todos los días, de 12 a 20, durante las vacaciones de invierno, y desde el 6 de agosto estará habilitada de miércoles a domingo, hasta noviembre. La divulgación de la ciencia y la tecnología, otra vez, son las estrellas de la feria, pero siempre acompañadas por un costado lúdico, para que nadie se quede con la idea de que el conocimiento puede resultar aburrido.
Por eso, el Ministerio de Ciencia y Tecnología es el que más espacios desarrolló, 25 sobre un total de 105. En Yogurito, por ejemplo, pueden verse en vivo cómo se produce un yogur probiótico y al salir, llevarse puesta una porción del alimento; en el área de Biotecnología crecen orquídeas clonadas; en la expo Evolución se pueden conocer los orígenes de la vida; o en el espacio donde la Matemática se pone sobre la mesa: más precisamente, sobre 32 mesas de juegos como el sudoku, la batalla de tetris o el tangram.
“El objetivo es acercar a los jóvenes a la ciencia, que garantiza el ascenso social. Necesitamos más ingenieros, más estudiantes de carreras científico-tecnológicas”, dijo en la apertura Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. “Antes la economía se basaba sólo en los recursos naturales, pero ahora se asienta también en la sociedad del conocimiento –afirmó–. Hoy, una empresa que desarrolló un algoritmo de búsqueda gana más que una que produce automóviles.”
Este año, el lema de la muestra es “Un mundo por descubrir”. Y entre las novedades en la que se puede indagar en Tecnópolis está la muestra en la que, a bordo de un simulador, en el stand de YPF, se navega en pocos minutos desde el fondo de un pozo petrolero hasta los cientos de usos que los hidrocarburos tienen sobre la superficie, en la vida cotidiana (ver nota aparte).
El recorrido también incluye el Acuario, donde la novedad es la presencia de una “ballena animatrónica” en tamaño real y un nuevo sendero para ver a los dinosaurios más de cerca; un pabellón de videojuegos; el stand Inteligencia Argentina, con un muestrario de desarrollos de software; el espacio El Cerebro y Yo, basado en el programa que se emite por Canal Encuentro; el Museo del Mar; el vistoso stand de Integración Digital y la Televisión Digital Abierta, y la ya mencionada instalación sobre “el ataque extraterrestre sobre Buenos Aires que nadie te contó”, que se verá recién desde mañana porque, ayer, artistas y productores trabajaban contra reloj en los últimos detalles.
La muestra, emplazada en el predio de Villa Martelli, en General Paz y Constituyentes, cuenta con más de 50 hectáreas con 105 diferentes espacios, donde también habrá intervenciones artísticas, obras de teatro y recitales. En todo el recorrido se distribuyen cien paneles con palabras de la lengua de los argentinos: desde guarango y boludo hasta zamba y charango. Participan unas 200 empresas privadas, algunas de las cuales serán expositoras con propuestas e intervenciones para los visitantes. La entrada es libre y gratuita.
Esta vez no encabezó la inauguración la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además de Capitanich y Barañao, estuvieron el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli –que organiza la muestra a través de la Unidad Bicentenario–, y los ministros de Cultura, Teresa Parodi; de Industria, Débora Giorgi; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela; de Educación, Alberto Sileoni; de Defensa, Agustín Rossi, y de Turismo, Enrique Meyer.
Capitanich, durante la inauguración, destacó que Tecnópolis “demuestra lo que somos capaces de hacer los argentinos con un objetivo y una meta en común”. “Este espacio es una combinación de ciencia, arte, tecnología, conocimiento e innovación. Es un lugar que permite acercarse al conocimiento a través del esparcimiento”, destacó.
Finalmente, Barañao aseguró que Tecnópolis “materializa un proyecto de política nacional que espero trascienda y se consolide como un bien de la sociedad argentina. Es una muestra de un país futuro que ya es percibible y necesita de un esfuerzo continuado, una política de Estado”.
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