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La mitad del mercado mundial de semillas es controlado por apenas tres empresas. Las dos primeras son norteamericanas (Monsanto, DuPont Pionner) y la tercera es suiza (Syngenta). El caso de Monsanto es bastante conocido. La compa帽铆a desarroll贸, a comienzos de los noventa, una semilla de soja gen茅ticamente modificada resistente al glifosato. La penetraci贸n de ese paquete tecnol贸gico (semilla transg茅nica m谩s herbicida) fue arrolladora en la Argentina en pocos a帽os. La superficie cultivada de soja transg茅nica creci贸 desde 10.000 (campa帽a 1996/97) a 18.670.937 de hect谩reas (2011/2012). Adem谩s, el porcentaje de siembra de soja transg茅nica (respecto del total) aument贸 del 0,15 al 100 por ciento.
En la Argentina, la estrategia corporativa consisti贸 en el otorgamiento de licencias de comercializaci贸n a semilleros a cambio del pago de regal铆as. Sin embargo, las expectativas de la compa帽铆a norteamericana no se cubrieron debido a la ca铆da en la venta de las semillas fiscalizadas. La explicaci贸n de esa aparente paradoja (cultivos en expansi贸n, regal铆as en descenso) fue producto de dos factores concurrentes:
1. Los productores utilizaban parte de los granos cosechados como semilla, tal como lo permite la actual Ley de semillas sancionada en 1973.
2. La comercializaci贸n semillera 鈥渆n negro鈥.
La falta de patentamiento del gen Round Ready (RR), en la Argentina, impidi贸 que la compa帽铆a iniciara reclamos por v铆a judicial. Ante eso, Monsanto intent贸 incautar en puertos europeos los cargamentos de harina de soja provenientes de la Argentina. El argumento era que el producto hab铆a sido elaborado utilizando como materia prima las semillas RR. La pretensi贸n de la multinacional era cobrar 15 d贸lares de regal铆as por tonelada de soja exportada.
La ofensiva judicial de Monsanto en Europa fue respaldada por la embajada de Estados Unidos. Los cables diplom谩ticos filtrados por Wikileaks revelaron las intensas presiones recibidas por los gobiernos de N茅stor Kirchner y Cristina Fern谩ndez de Kirchner. Por ejemplo, las filtraciones revelaron el r铆spido di谩logo sostenido entre delegados estadounidenses y el entonces secretario de Relaciones Econ贸micas Internacionales de la Canciller铆a, Alfredo Chiarad铆a. El cable relata que 鈥渓a reuni贸n termin贸 con una discusi贸n sobre la disputa con Monsanto por las regal铆as por las semillas de soja modificadas gen茅ticamente... Chiarad铆a cuestion贸 la intenci贸n verdadera detr谩s de los esfuerzos de Monsanto por cobrar regal铆as..., dijo que el Gobierno estaba listo para negociar tanto las regal铆as como la segunda generaci贸n de semillas. Pero agreg贸 que no lo har铆a con una pistola apunt谩ndole, en referencia a las acciones legales que tom贸 Monsanto en Europa en contra de los cargamentos de soja argentina鈥.
Finalmente, el Tribunal de Justicia europeo desestim贸 la presentaci贸n. Los jueces dictaminaron que la secuencia de ADN patentada no cumpl铆a con su funci贸n original en la harina de soja. Por lo tanto, la patente europea no era aplicable porque se trataba de 鈥渕aterial muerto鈥.
En la actualidad, la ofensiva corporativa est谩 focalizada en la difusi贸n de un modelo de negocios basado en una nueva semilla. Seg煤n la empresa, la tecnolog铆a 鈥淚ntacta RR2 PRO鈥 mejora el rendimiento, reduce costos y simplifica el manejo para los productores. Los 煤nicos autorizados para comercializarla son dos sociedades comerciales (Asociados Don Mario y Nidera) y una entidad cooperativa vinculada a Coninagro (Asociaci贸n de Cooperativas Argentinas 鈥揂CA鈥). Ese modelo de comercializaci贸n obliga a los productores a suscribir un contrato de adhesi贸n cuya vigencia se extiende hasta noviembre de 2028. El nuevo esquema de negocios es el siguiente:
1. La siembra queda restringida a un determinado 谩mbito geogr谩fico (Corrientes, Entre R铆os, Santa Fe, C贸rdoba, Buenos Aires, La Pampa y San Luis) y la comercializaci贸n de la semilla es exclusiva de los operadores autorizados. A su vez, la cosecha solamente puede ser vendida a exportadores y/o acopiadores autorizados.
2. El productor debe abonar la regal铆a al momento de la compra de la bolsa de semilla certificada (entre 3 y 4 d贸lares), la declaraci贸n y siembra de la semilla para uso propio o la entrega de los granos al acopiador o exportador autorizado. El productor tambi茅n debe identificar los lotes sembrados, permitiendo el ingreso del personal fiscalizador de Monsanto (o de quienes la empresa designe para la realizaci贸n de las inspecciones). Por 煤ltimo, el productor renuncia al derecho de uso propio contemplado por la Ley de Semillas. Eso implica que debe abonar el canon correspondiente aunque la siembra fuera realizada con semillas reservadas de la cosecha anterior.
Los potenciales perjudicados por ese modelo de negocios son los productores (se incrementan los costos del insumo b谩sico, falta de libertad para decidir a qui茅n vender la producci贸n, anulaci贸n del derecho al uso propio) y las compa帽铆as semilleras (que ven afectada la libre disponibilidad de la semilla para multiplicarla). El esquema impulsado por Monsanto fue denunciado ante la Comisi贸n Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). En efecto, la Federaci贸n de Cooperativas Federadas (Fecofe), la C谩mara Argentina de Semilleros Multiplicadores (Casem), la Federaci贸n Agraria Argentina (FAA) y la Federaci贸n Argentina de Ingenier铆a Agron贸mica (Fadia) la acusaron de abuso de posici贸n dominante. Los denunciantes sostienen que 鈥渞esulta evidente que Monsanto mediante acuerdos con empresas semilleras que dicha firma selecciona, busca reforzar una posici贸n de dominio que dicha empresa ocupa en el mercado nacional seleccionando actores en cada eslab贸n de la cadena... y desplazando al resto de los competidores鈥.
La denuncia contra Monsanto fue respaldada por cient铆ficos, productores agrarios, campesinos, cooperativas, organizaciones de profesionales, trabajadores, empresarios y estudiantes universitarios reunidos en la ciudad de Paran谩, en el Quinto Congreso Nacional e Internacional de Agrobiotecnolog铆a, Propiedad Intelectual y Pol铆ticas P煤blicas. La declaraci贸n final del encuentro denunci贸 que 鈥渓os sistemas contractuales que se imponen a productores, acopiadores, procesadores y exportadores en esta cadena de contratos sustituye la soberan铆a estatal sobre las pol铆ticas p煤blicas en materia agr铆cola y alimentaria por la imposici贸n soberana y autoritaria de las pol铆ticas p煤blicas alimentarias por parte de las corporaciones transnacionales鈥.
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