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San Salvador de Jujuy, ciudad donde Romina Tejerina está presa, condenada a 14 años por haber matado a su hija, producto de una violación, será la sede en la que el 14, 15 y 16 de octubre tendrá lugar el XXI Encuentro Nacional de Mujeres. El reclamo por su libertad encarnado en miles de mujeres que realizarán diferentes acciones marcará la fuerza que tiene el movimiento. Entre tanto, mujeres de todo el país estuvieron llevando a cabo encuentros regionales con diferentes objetivos, que van desde analizar cómo se concretaron durante el año algunas iniciativas nacidas en el encuentro anterior, prepararse para el próximo, discutir en talleres con compañeras que no llegarán a Jujuy, o simplemente encontrarse, que de eso se trata.
Los encuentros son la instancia más amplia en la que se expresa el movimiento de mujeres. Desde 1986 participan aquellas que trabajan en grupos u organizaciones específicas de género e identidades sexuales, las que militan en partidos políticos u organizaciones sociales, las que van sueltas y las que responden a la parroquia de su zona. La ofensiva de la Iglesia Católica, que en los dos últimos años se expresó con mayor intensidad, es parte de los pronósticos para este encuentro.
“La verdad es que estamos medio enloquecidas con todas las actividades”, admite Natalia Di Marco, de la Comisión de Prensa y Comunicación del Movimiento de Mujeres Córdoba, quienes llevaron a cabo su preencuentro en agosto, en el que participaron más de cien compañeras de diferentes localidades de la provincia “de las más diversas extracciones sociales y edades”. “Había compañeras de 17 años y de más de 70”, se asombra Natalia. “Desde nuestras realidades particulares, profesionales, docentes y estudiantes compartimos experiencias y proyectos en cinco talleres. Al finalizar, se leyeron las propuestas y conclusiones aprobadas por aclamación”, relata Natalia. Entre los aplaudidos pronunciamientos generales se reclamó por la visibilización y denuncia de la trata de mujeres y menores en la ruta del Mercosur —evidenciada por el caso de Puente de Fuego en Inriville—, se repudiaron las amenazas y atentados contra personas referentes de los organismos de derechos humanos, se propuso profundizar la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito e incorporar a los espacios médico y jurídico, exigieron la aplicación del Protocolo de Asistencia Humanizada del Ministerio de Salud de la Nación, y si bien saludaron la aprobación de la Ley de Anticoncepción Quirúrgica como un éxito de las luchas de los movimientos de mujeres, a la vez exigieron “su pronta reglamentación para que se garantice la prestación del servicio y la adhesión de la provincia de Córdoba”.
A Andrea Saldaña la eligieron para exponer las conclusiones del taller Militancia y Familia del X Encuentro Regional de Mujeres del Noroeste de la provincia de Buenos Aires, que se realizó el 2 de septiembre en la localidad de San Miguel. Andrea es trabajadora social, vive en Morón y milita en Villa Tesei, en un centro cultural llamado Kichari Huasi. Tiene cara de nena, pero sus 25 años se le notan durante el taller en el que se discutió cómo superar los obstáculos que a veces el entorno familiar presenta ante la tarea política que desarrollan las mujeres y cómo persistir en la lucha. “Muchas veces mi familia de clase bien trabajadora me vio como diferente por las cosas que yo hago, y en las discusiones de los almuerzos siempre me peleaba con todos y terminaba siendo el chivo expiatorio. Pero ahora creo que se resignaron y ya no ven como algo malo que vaya al comedor del Kichari”, contó Andrea. “Al Kichari vienen alrededor de 100 personas, hay una biblioteca popular, un comedor. También hacemos talleres de violencia, sexualidad para jóvenes chicas y mujeres adultas. Ahora vamos a hacer el taller sobre aborto y vamos a abrir una guardia con las mujeres del barrio para que ellas mismas puedan plantear situaciones de violencia que no las plantean en el espacio del comedor, es una problemática muy latente del barrio”, se indigna. “Ahora teníamos ganas que vayan las que no fueron a Mar del Plata el año pasado. Participar en los encuentros son actividades que enriquecen, vamos a todos los que podemos, volvemos con la experiencia y la podemos transmitir”, se entusiasma Andrea. Sin embargo, cuando se habla de plata, a Andrea se le va la alegría de la voz. “Estuvimos averiguando por los pasajes y hay desde 160 a 300 pesos, somos medio independientes, no estamos pegadas a ninguna organización, no sabemos por dónde engancharnos, estamos haciendo rifas, juntando con actividades, pero solas no llegamos”, se preocupa. A Claudia Garzón también la desvela cómo conseguir la plata para viajar. Tiene 30 años, es trabajadora social y milita en Enredadas por el Derecho a Decidir de Moreno. Durante todo ese sábado no paró un minuto porque estuvo a cargo de que todo saliera bien en el preencuentro que generaron junto a las compañeras de Mujeres al oeste, Casa de la mujer de Moreno, Organización Civil Labranza, Organización de Derechos Humanos Razonar y Mujeres viviendo. En este preencuentro también se desarrollaron los talleres de Aborto, Poderes de la energía femenina, Nacer y parir, ¿Existe el príncipe azul?, Teatro espontáneo y Cómo construimos poder las mujeres.
Con un perfil mucho más político partidario, el encuentro que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA el sábado 23 de septiembre. La Coordinadora de Mujeres Organizadas, la agrupación Pan y Rosas, el PTS, el MAS y el MST El socialista junto a otras organizaciones de izquierda participaron de este preencuentro en el que no se hicieron talleres separados, sino que se llevó a cabo un plenario amplio. Durante la reunión que duró desde las 12 del mediodía hasta las seis de la tarde, alrededor de 200 mujeres coincidieron en hacer pesar en los talleres la situación de Romina Tejerina. También se acordó participar de la marcha impulsada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la que el jueves pasado cientos de compañeras reclamaron por la despenalización y la legalización del aborto en todo el país. Asimismo, sobre este punto algunas compañeras plantearon que esta campaña se puede transformar en letra muerta si no se milita en los barrios para que todas las mujeres se apropien de esos espacios. “A partir de la difusión de la campaña se facilitó el tratamiento del tema en los barrios e incluso la mediatización de los casos de violaciones sirvió para poder dar la discusión y aunque muchas de las mujeres de las zonas periféricas después no se movilicen, hay un cambio y se puede trabajar mejor”, sostuvo una de las militantes.
En tanto, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) promete ser una de las presencias mayoritarias en Jujuy, ya que el norte es uno de sus bastiones desde hace alrededor de diez años. Por lo pronto, ya hicieron sus preencuentros en el conurbano bonaerense. El 26 de agosto las mujeres de Avellaneda trabajaron en tres talleres: Mujer y Sexualidad, Mujer y Trabajo y Mujer y Derechos Humanos. El contexto de la discusión la convirtió en urgente: una de las vecinas del barrio, madre de cinco chicos, acababa de morir en el hospital de Wilde, donde llegó con una infección muy avanzada producto de un aborto clandestino. En tanto, en La Matanza, el miércoles 16 de agosto alrededor de 60 mujeres de la CCC discutieron sobre la situación política nacional e internacional, sobre la importancia de asistir a estos encuentros y se acordó que uno de los principales motivos por los cuales van a Jujuy “es el pedido de la libertad de Romina Tejerina”.
Por los pagos australes, las afiliadas a la CTA tuvieron su encuentro a mitad de este año. El 2 y 3 de junio se juntaron todas en el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales. En el taller sobre la Perspectiva de Género discutieron sobre “la visión de las relaciones desiguales entre varones y mujeres, socialmente construidas en la historia y el presente de nuestro país, y descubiertas por los aportes científicos y políticos de las militantes feministas, a partir de la creación del concepto de género”. Estas compañeras levantaron las banderas pintadas por Artistas Plásticos de Santa Rosa por la aparición con vida de Andrea López, obligada a ejercer trabajo sexual por su pareja y actualmente desaparecida desde el 10 de febrero del 2004. Asimismo, “se profundizó el concepto de violencia y los distintos tipos y grados (abuso, acoso, violación) simbólica, estructural, personal, intrafamiliar, laboral, institucional, política”. Entre las distintas acciones de las secretarías de Género de la CTA de las provincias patagónicas, se acordó con las representantes de organizaciones barriales, sociales, académicas y gremiales la conformación de un foro por el Aborto legal, gratuito y seguro en Santa Rosa y la realización de una campaña de firmas por un cambio en la Ley de Violencia Doméstica de la provincia de La Pampa.
Los micros ya se están reservando. Algunas escuelas jujeñas servirán de improvisados hoteles para las que con bolsas de dormir o frazadas como todo colchón se acomoden en sus aulas. Otras escuelas oficiarán de públicas agóras de debate. Y serán las calles norteñas el escenario para las marchas en donde miles de gargantas pedirán para los violadores la cárcel ya y para Romina la libertad.
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