Todo esto será tuyo
Augusto Bianco
EntropĂa
240 páginas
Pegar y ser golpeado. Eso es lo que encuentra el protagonista Juan Amaral durante su peregrinaje relatado en Todo esto será tuyo, primera novela de Augusto Bianco, nacido en Italia en 1942 y con una larga trayectoria en el paĂs como periodista, traductor y editor.
Con una prosa deliberadamente sucia, tartamuda, construida a tijeretazos, Bianco despierta de la larga siesta a cualquier lector que se le anime a sus páginas. Claro, cualquier lector quiere decir aquel que desprecie del gĂ©nero las descripciones detalladas, la falta de imaginaciĂłn, las largas reflexiones al margen de la historia y una prosa no vinculada con la gestualidad de la poesĂa, es decir, sin ritmo.
El personaje central es una suerte de bestia marginal (“vivĂa en estado de brotaciĂłn salvaje”, lo describe Bianco) que pasa por lo peor de la vida: la violencia de un orfanato; el amor salvaje con su madre; el Ă©xito como boxeador sanguinario (con el apodo de Amasijo Noyo masacra a sus rivales con “el disparo a repeticiĂłn, el falso trompadĂłn, el firulete distractivo, el bolopunch cruzado”) y hasta se convierte en el creador de un nuevo deporte: el boxtoreo. En su largo camino de penurias (va sin nombre aceptando la identidad que le depara cada aventura), el personaje se enfrenta al mundo de la soledad que impone la hipertecnologĂa y hasta presta su cabeza para el nudo de la guerrilla centroamericana. Al igual que JesĂşs (el tĂtulo de la novela remite al relato bĂblico), Juan Amaral descubre en los golpes el verdadero sentido de la existencia humana y de su raza.
La figura del abuelo, esquizofrĂ©nico ingeniero perteneciente a una hermandad del aire y creador del dirigible UtopĂa (siempre está cuando a su nieto le faltan fuerzas) es un logro en la novela. Un personaje dibujado por dos o tres trazos porque lo que importa es lo que sale de su boca: “Ya quisiera para mĂ la contundencia de la rama, capaz de dosificar la sal de la tierra, plegarse a la tormenta, filtrar las radiaciones. ¡Cuánto más extraviados son los frutos del pensamiento humano! El estado de gracia es el estado vegetal humanizado, gritĂ© una vez en el seminario. A partir de ahĂ, me consideraron loco”. La dupla nieto-abuelo trabaja el contraste: tierra-sueños, muerte-vida, pensamiento-práctica. Uno en la tierra sufriendo, el otro en el aire enseñando: mientras Amaral se rompe el cuerpo descifrando el mundo, su abuelo desde lo alto se rompe los ojos viendo la imposibilidad de su sangre.
Entre resonancias de Arlt y Borges se escucha la humorada a la que siempre recurre Bianco para levantar la historia: juegos con refranes, con citas tangueras, guiños eruditos, gestualidades polĂticas y una velocidad en el relato que asombra. Sus descripciones son un ejemplo: “Escorado, el dirigible rola en la borrasca”; “Brota la torre como un hongo arrancado de la tierra por la fuerza del sol”; o el comienzo memorable: “El tren viaja por el espacio abriendo el universo. Verdetierra, verdetierra, laguna y cielo, desparramo de pájaros, alambrado y silencio”.
Bianco no respeta el equilibrio entre la historia y la prosa, y eso hace que su novela sea distinta. A Todo esto será tuyo habrá que sumarla a esa literatura que no vive de prestado sino que escarba el centro, que le mira los ojos a la novela.
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